Los festejos de casa y las supernumerarias

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Por Salypimienta, 15.11.2008


En un escrito pasado hablé sobre las Fiestas en 'casa', pero me referí unicamente a los que se hacían con los num. Es cierto que l@s supernumerari@s también tienen su fiestecita en ocasiones especiales. El 'jolgorio' es un poco diferente, en primer lugar por que l@s spn. -sólo en casos realmente excepcionales- nunca desayunan, comen o cenan en un centro de la Obra.

Supongamos que es una fiesta A, digamos que es la del 2 de Octubre. Con anticipación, las encargadas de grupo se dedican a hacer una minuciosa lista de lo que va a llevar cada supernumeraria adscrita a ese centro. Todo el mundo lleva algo, pero al ser un 'brindis', la comida se limita a bocadillos dulces y salados y !VINO!. Yo nunca asistí a uno de éstos festejos por la tarde, siempre me tocaron en la mañana, entre las 10 y las 12...

Por lo regular todas llegábamos muy arregladitas (más que siempre), y todas nos esmerabamos en preparar algún tipo de bocadillo realmente original y delicioso. Nunca que yo recuerde esos bocadillos fueron preparados por administración alguna, pienso yo que ¿para qué?, las numerarias auxiliares de seguro estaban ocupadísimas preparando el festín de las numerarias y nosotras podíamos preparar todo en nuestras casas sin dar mayor lata, ¡hasta el café había que llevarlo de fuera! -con el azúcar y la crema-. De beber por años hubo nada más café y VINO BLANCO DULCE, ¡como lo aborrecía!, a mi no me gusta el vino blanco y si es dulce mucho menos, me parece que sabe a jarabe para la tos, y tomarte eso a las 10 de la mañana es verdaderamente heróico, todavía si se tratara de un Martini o de un Tequilita, igual y hasta me tomaba una copa, pero...¡¿eso?!.

Total, que como tomaba tazas y tazas de café, me pasaba toda la tarde y buena parte de la noche en el baño, porque el café es la cosa más diurética que existe. Finalmente hace algunos años, alguna sensata tuvo la brillante ocurrencia de que se pidieran también coca colas y los festejos mejoraron muchísimo. Lo que sí nos proporcionaba la administración de cada centro era la vajilla, la cristalería y unas servilletas primorosas (en todos los centros a los que fui, siempre había unas servilletas hermosas, un día me enteré que las hacían la mayoría de las nax., y en algunos casos las vendían. No paré hasta que conseguí las mías y cada vez que tengo visitas las saco con orgullo).

Como generalmente en los festejos de supernumerarias hay meditación y Misa antes de pasar a lo que es propiamente el festejo, se oye claramente el 'gruñir de tripas' de las asistentes, por que todas habíamos desayunado muy temprano -por lo del ayuno Eucarístico-. Finalmente, todo el mundo se acomodaba muy propiamente en el salón más grande del centro y SIEMPRE estaba invitada una de la delegación para platicar de algo de Don Chema, Don Alvaro o Don Javi, por lo que la dichosa tertulia resultaba siempre aburrida. Ya desde que la platica inicia con una casi desconocida diciéndo: "nuestro padre decía" ó "el padre ha dicho", la cosa se pone para llorar.

Siempre me ha llamado la atención el que le pongan el nombre de "tertulia" en la Obra a ese rato que metes "X"cantidad de personas a un salón con el único propósito de aburrirlas. Yo, lo que entiéndo por "tertulia" es una reunión de personas que se juntan para pasarla bién conversando de muchas cosas, o cantando o jugando. Imagínense una tertulia opusina en la que una cantara el Corrido de Juan Charasqueado, otra propisiera una partida de Canasta Uruguaya- con apuesta ¡claro!- la de más allá contara lo último de chistes majaderos y el grupito de las más animadas se organizara para bailar la Macarena o el Aserejé, digo, eso es una verdadera "tertulia", pero ¡NO!, cuidado y a alguien se le ocurra salirse del perfectísimo protocolo de 'casa' por que lo menos que sacas son doscientas correciones fraternas y un buen tirón de orejas por parte de la dire.

Yo creo, que tanto protocolo está bién cuando vas a asistir a algún evento en un Palacio Real, pero tanta fanfarronada en un lugar en el que te insisten todo el tiempo que es tu 'casa', la verdad me parece muy fuera de lugar. Por lo menos en mi casa, en las fiestas procuro que todo el mundo se sienta cómodo, relajado y sobre todo que se divierta. A mi de verdad que no me gusta que las visitas se sienten en un sillón todos estirados, me da igual que los invitados y los de la familia se 'tumben' en el suelo en un montón de cojines. Las fiestas son para pasarla bién, para que las personas se relajen y disfruten, si no ¿para que hacer una fiesta?, no tendría sentido.

No tengo idea de cuál es la próxima festividad a celebrarse en el Opus Dei, pero a los que siguen dentro, -y a los que quieran-, les invito con todo gusto a mi casa para que experimenten lo que es un verdadero festejo, a mi no me importa si es A, B o C., yo todas las fechas especiales las celebro con la misma alegría.



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