La virtud del status

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Por Atomito, 19.01.2009


Me pareció muy interesante el reciente escrito de Gervasio. Tiene cantidad de información e interesantes análisis. Me entere allí por ej. que el invento del tiempo de la tarde y de la noche en realidad es una vil copia del silencio mayor y el silencio menor de los religiosos. Como se muy poco sobre ordenes religiosas, nunca tome conciencia de que tantas cosas que “Dios le revelo a Escriva”, en realidad ya se las había revelado antes a otros fundadores de ordenes religiosas.

Pero hay un aspecto en que Escriva (y por lo tanto el Opus) es original. Es el de tener (o querer tener) status, refinamiento, categoría, clase, o como se le quiera llamar. Y lo interesante es que esto es una virtud (y una revelación de Dios, como todo lo demás, por supuesto)...

Me acuerdo que en el primer curso anual que hice (que era de vocaciones recientes, obviamente) tuvimos una clase de modales para comer. Aprendíamos cosas tan útiles para nuestra salvación eterna, como la forma en que se ponen los cubiertos y los vasos en la mesa, como se debe usar el tenedor si se usa para pinchar o para recoger comida (se debe usar la mano izquierda en el primer caso y la derecha en el segundo), como se debe limpiar la boca con la servilleta (jamas tomándola con las 2 manos a la vez!!) y tantas cosas tan útiles e importantes para vivir el espíritu que Dios quiere para sus hijos en el Opus Dei. Me acuerdo también que varias veces recibí durante mis años en el Opus correcciones fraternas por no comer con el refinamiento debido (yo no era un troglodita recién llegado de la selva, pero nunca había usado cuchillo y tenedor para comer la fruta, por ejemplo).

En fin, tener modales refinados no molesta a nadie, y no se necesita dinero ni mucho esfuerzo para adquirirlos. Pero hay temas donde el asunto del status lleva a consecuencias bastante mas dramáticas. En los años 80 me toco ser secretario en una residencia universitaria en Montevideo llamada Montefaro. Para los que no saben, el secretario es el que lleva las cuentas, de modo que tuve oportunidad de ver los números de ese centro por varios meses. Vivían allí unos 15 estudiantes del interior del pais, que estaban estudiando en la universidad en Montevideo. Ademas de los residentes “de afuera” estábamos los numerarios, que seriamos unos 10. Montefaro tenia una especie de anexo, que era un garage acondicionado con camas, baño y demás, que una vecina alquilaba a 4 o 5 estudiantes, que comían y estudiaban en Montefaro, pero de noche dormían en ese garage. Montefaro era obviamente un centro de San Rafael, y su unico objetivo era conseguir vocaciones de numerarios y agregados. Al Opus le importaba poco el problema del alojamiento de los estudiantes del interior, o promover la cultura de la juventud uruguaya organizando cursos y otras actividades culturales. Pero era el anzuelo para llevar gente a las meditaciones y demás actividades religiosas, y la careta para decir que el Opus Dei brinda un servicio a la sociedad. Históricamente no tuvo mucho éxito con los residentes en si (en 15 años, un solo residente habia pitado de numerario), pero tenia algo mas de suerte con los estudiantes que iban a las diversas actividades, sobre todo el club para chicos de 13-14 anos.

La casa era de muy buena construcción, y cuando se compro en los anos 70 se le hicieron las reformas necesarias, para que contara con oratorio, administración y demás cosas que un centro de San Rafael debe tener. El costo de mantenimiento de la residencia era muy alto, tanto que los gastos no se cubrian con la pensión que se les cobraba a los residentes. No es que se les cobrara poco, al contrario, solo los ricos podían mandar a sus hijos a Montefaro (salvo los que vivan en el anexo, que tenia un costo mucho menor). El tema es que tener una administración que lava la ropa, hace la comida, limpia todos los días una casa enorme, sumado a que el director, el cura y el secretario tenían dedicación exclusiva, mas los costos en si de funcionamiento y mantenimiento de una casa enorme, todo eso suma mucho dinero. En la epoca que yo fui secretario, había algunos pocos numerarios viviendo en Montefaro (uno en particular, que estaba al frente de un negocio familiar floreciente) que ganaban mucho dinero, y con eso era que se cubria el enorme presupuesto.

En los últimos meses que viví allí (luego me sali del Opus) fue a Uruguay una comisión de servicio, que es una especie de auditoria ISO, que manda el prelado desde Roma, para ver si las regiones están cumpliendo con las normas Opus-ISO 9000, que Dios le inspiro a San Escriva. La comisión reporto que Montefaro no satisfacía las normas, y que debian hacerse arreglos importantes a la casa. No estamos hablando de mejorar la instalación eléctrica o reforzar cimientos, sino de temas estéticos y de apariencia: plastificar los pisos, pintar todas las paredes y techos y cerrar el anexo. El anexo estaba en franca violación de todas las normas ISO Opus. Por ej. los estudiantes que vivian alli, podian llegar a la hora que quisieran y eventualmente podían llevar mujeres, pues no había ningún numerario para controlar (a veces íbamos por alguna razón los numerarios al anexo y solía estar bastante desordenado, como la habitación de cualquier estudiante joven normal). La señora que alquilaba el garage era madre de un supernumerario y probablemente era supernumeraria o al menos cooperadora, de modo que en el anexo tampoco es que se organizaran orgías ni nada parecido, pero el tema era que no estaba bajo el estricto control del Opus, que es el unico que garantiza el cumplimiento de las normas ISO Opus.

Si Montefaro era apenas autosuficiente, se pueden imaginar el agujero negro que significo poner a nuevo una casa enorme, y ademas reducir la cantidad de residentes. No se que paso después, porque en esa época fue que abandone el barco. Mi sensación entonces era: que sentido tiene morirse trabajando, consiguiendo dinero (ver mi escrito Robin Hood al revés) para reventarlo en poner una residencia 5 estrellas, donde no pita nadie, donde solo pueden ir a vivir hijos de ricos, que esta medio vacía porque la labor de San Rafael es raquítica? Si por lo menos los residentes apreciaran el esfuerzo de sacar adelante una residencia universitaria deficitaria, pero lo cierto es que los residentes se sentían perseguidos para incorporarse a la labor, no podían llegar tarde por la noche, no podían llevar compañeras mujeres a estudiar o amigas de ninguna especie, tenían que llegar en hora a las comidas porque sino no comían, etc. Con gusto hubieran preferido una residencia mas pobretona, y donde los dejaran vivir mas tranquilos. El problema de Montefaro no era que las paredes estuvieran sucias o con humedad. Pintar todas las paredes y plastificar todos los pisos no iba a hacer que la gente pitara o que fuera mas gente por la labor. Pero la comision de servicio, con la asistencia del Espiritu Santo, y siguiendo fielmente el espiritu que Dios infundio al santo fundador, tomo las medidas oportunas para que la virtud del status se siguiera viviendo con el mismo nivel de exigencia que Escriva nos inculco a sus hijos.

A Escriva le gustaba el episodio en que San Pablo hace valer sus derechos de ciudadano romano para evitar que lo azoten. Decía que eso era un ejemplo para sus hijos. Y le gustaba también el comentario que hace luego el centurión "a mi me costo mucho dinero conseguir comprar la ciudadanía romana" y la respuesta de Pablo "yo la tengo por nacimiento". Status de nacimiento, eso era el sumum para Escriva, que tuvo que cambiarse el nombre y el apellido, y gestionar el marquesado de Peralta, porque nació sin suficiente status.

No tengo claro donde se inspiro el santo Escriva en esto de la virtud del status. En Jesucristo seguro que no, porque si algo queda claro es que Jesucristo no le daba ningún valor al status. En todo caso se lo daban los fariseos y los doctores de la ley.

Así que aunque Gervasio no quiera reconocerlo, Escriva tuvo sus momentos de lucidez e inspiración divina, en que Dios le revelo lo que a ningún fundador de ordenes religiosas anteriores.



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