Una aproximación a la crisis de la Obra y de la Iglesia

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Por Ibra, 1/04/2013



En esta época estamos percibiendo una crisis en la Obra que en lo fundamental, a mi juicio, viene de los siguientes hechos que se pueden hilar y tener una aproximación de lo que es la realidad actual dentro de lo que se conoce:

Origen de la crisis en el Opus Dei y en la Iglesia

Los últimos 50 años los grupos que tienen en común, influir en la sociedad a través de las clases altas, se llenaron de poder (llamémosle también dinero, prestigio, conocimientos), tanto que se volvieron como Dioses infalibles predestinados: inclusive ellos mismos se lo creyeron o creen firmemente aún. Este tipo de Iglesia da la impresión de vocación de poder más que de servicio.

Mientras los Jesuitas se proyectaron en la liberación de la pobreza y denunciar el abuso de los ricos confundiendo a la Iglesia con la lucha de clases, grupos como Opus Dei, Legionarios, Comunión y Liberación, Sodalicio, y otros buscaron la riqueza, el poder como estrategia para crecer y fueron ganando terreno…

Pero lo equivocado de estos grupos no está en exaltar más a los ricos o a los pobres: el poder que buscan y la comodidad que viene consigo los aíslan de la realidad, los vuelven ciegos y crean una nueva realidad a su medida en la que se habitúan y no conciben otra mejor.

En estas circunstancias, se olvidan del natural pecado original que tiene todo hombre que lo hace capaz de todo mal: el poder y fama los hacen más proclives a cualquier tipo de pecado.

Por ejemplo las dictaduras comunistas, una vez que luchan contra abusos, se instalaban cómodamente en el poder y se corrompían fácilmente. Así ven amenazas en toda crítica y se sienten predestinados a ser la única realidad viable. Las críticas se ven como de personas descalificadas que no aceptan la única realidad que ellos conocen y están habituados. Así podemos entender la última nota que sobre esta página web emitió el Opus Dei señalando que todo va bien y las críticas de Opus libros son de personas que no vale la pena escuchar.

Esos grupos por lo general no reconocen errores y como no los tienen tampoco deben pedir disculpas. Y dado que todo está bien, no hay nada que cambiar (“maldito mil veces el que cambie algo del espíritu de la obra…” algo muy parecido decía Alvaro). En este entorno es muy fácil pasar de una realidad perfecta a un fundador iluminado y predestinado.

Así dejan de ser humanos y todo defecto, error o pecado, debe ser apañado, ocultado, borrado, como si nunca hubiera existido (como fotos en que aparecen de ex miembros de la obra, o también: “…como siempre nos enseñó nuestro fundador”).

Se decide que se puede leer y que no (hace unos días unas librerías del Opus Dei luego de hacer un pedido de 3,000 ejemplares de un libro sobre el nuevo Papa, lo cancelaron diciendo que no les gustaría a sus lectores, cuando la verdadera razón que los de este foro sabemos cara a la transparencia digital es que fue censurado por los de más arriba).

Al tener mucho poder, durante años las denuncias de abusos dentro de la Iglesia no eran escuchados por el Vaticano, porque estos grupos apegados al poder y a los “éxitos” ya dominaban el mismo. Sin embargo, al tocar fondo la Iglesia ha tenido que cambiar gracias principalmente a un Papa racional como Ratzinger quien entendió que la crisis en la Iglesia requiere cambios estructurales que los ha venido preparando en años. Además de las tecnologías de la información por lo que se puede saber cosas que antes era imposible, por ejemplo como esta web de ex miembros en el que se puede leer artículo interesantes de gente de intensa formación y varias carreras (filosofía y teología en común para todos) sumado a un destacado nivel, porque el opus Dei recluta a miembros con ese perfil. Pero a diferencia de los que están dentro los de afuera no están ciegos por los hábitos del actuar y del pensamiento. Por lo que estimo que esta página debe ser bastante leída por los entendidos de la Iglesia y el Opus Dei.

Por ello haré un resumen de lo que se conoce (se conoce menos de los enredos financieros y con la mafia) de cómo el pecado original daña esas instituciones y a los extremos que puede llegar, y como Ratzinger el Papa racional asume esa realidad y la encara.

El problema Maciel y Sodalicios

Son dos casos muy graves de abuso sexual que ocurrieron en dos instituciones muy similares al Opus Dei y que sistemas dogmáticos que los rigen lo permiten.

Es tan grave las caídas sexuales conocidas gracias a las tecnologías de la información que el Cardenal escocés O’Brien, renuncio días antes del cónclave y aceptó haber acosado seminaristas.

El Caso Maciel

El caso Maciel lo podemos resumir en los siguientes hechos :

  1. En el 2,004, una investigación canónica de la Congregación para la Doctrina de la Fe (institución que presidia Ratzinger) llega a una certeza moral suficiente para imponer sanciones canónicas graves al P. Maciel, fundado de Los Legionarios de Cristo, correspondientes a las acusaciones hechas en contra de él. Habría abusado sexualmente de unos 50 seminaristas y otros, la mayoría menores, era adicto a las drogas (morfina), tenía varias mujeres una hija y dos hijos reconocidos de los que habría abusado a lo largo de 8 años.
  2. Antes en 1997, ocho ex miembros de la Legión de Cristo habían dado la cara y acusado al sacerdote Marcial Maciel de haber cometido abuso sexual en su contra: nadie de la congregación o miembros de la jerarquía católica los atendió.
  3. Marcial Maciel fue idolatrado dentro de la orden de los Legionarios de Cristo, misma que fundó en 1941. Gozó del apoyo del pontífice Juan Pablo II por el conservadurismo extremo que pregonaba. Fue un defensor a ultranza de la moral de la abstinencia y de la represión sexual. Representaba a la iglesia que condena sin concesiones la búsqueda del placer sexual, el aborto, los métodos anticonceptivos, la masturbación, la homosexualidad, etcétera. Mientras llevaba doble vida desapareciéndose por largas temporadas con documentación falsa abusando de sus seminaristas e hijos de sangre y drogándose.

Francisco González Parga, exlegionario y exsacerdote de esa corriente religiosa, en su libro “Yo acuso al padre Maciel y a la Legión de Cristo” narra como en San Sebastián, España, una vez lo detuvieron a el y tres de sus seguidores jóvenes (siempre lo acompañaban jóvenes cada vez más simpáticos de los que abusaba sexualmente y les ayudaba a conseguir sus drogas) por comprar drogas prohibidas para el uso ordinario de Maciel. Este quiso sobornar al guardia civil, y éste lo denunció. Tuvo que intervenir el nuncio apostólico en España, que era muy amigo de Maciel, para que no fueran a dar a la cárcel Maciel y los interesados, pero la denuncia de este hecho llegó hasta la Curia Romana de parte del gobierno Español, lo que consta en archivos . Relata que al recurrir en Roma, Italia, a monseñor Mario Pimpo, funcionario de la Sagrada Congregación de la Disciplina del Clero, éste adoptó una actitud comprensiva en lo referente a sus denuncias.

Pero resulta que Pimpo también trató de abusar sexualmente del denunciante, quien refiere: “En mi ingenuidad, yo pensaba que monseñor estaba muy interesado en conocer los pormenores de lo ocurrido para tener más información y poner remedio a aquellos abusos, pero por lo visto lo hacía por morbo, y sin saberlo yo, estaba frente a otro homosexual que deseaba abusar de mí. Con la excusa de que ya se había hecho tarde para salir a la calle, me invitó a pasar la noche en su casa… Acepté, pero mientras lo seguía, según eso a mi habitación, se me abalanzó al cuello queriendo besarme y rogándome que me acostara con él, lo cual por supuesto no acepté y me retiré al hotel con mucho desconcierto, enojo y repugnancia”.

Maciel enviaba regalos, atenciones y dinero en efectivo a personajes importantes de la Iglesia como una especie de escalamiento de posiciones en el vaticano. Plagada de estos favores mutuos fue la relación de Maciel con Angelo Sodano, desde que éste era nuncio apostólico en Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet, a la que apoyaba. Con el fin de “neutralizar a los defensores de la Teología de la Liberación que militaban en la izquierda”, Sodano impulsó en Chile las obras que realizaban los Legionarios de Cristo y que imponían “el estilo católico de la teología de la prosperidad, la lealtad papal y el capitalismo del mercado libre”.

A partir de entonces Maciel supo corresponder estos favores: “Puso al padre Raymond Cosgrave, un legionario irlandés, a disposición de Sodano prácticamente como ayuda de campo en la nunciatura de Santiago. En 1989, en el escalafón para ser nombrado secretario de Estado, Sodano tomó clases de inglés en Irlanda en el colegio dela Legión. Fue de vacaciones a una casa de recreo de la Legión en Sorrento”.

Por ello el cardenal Ratzinger actuó contra el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, a contracorriente y por "amor a la verdad" y llevó adelante el proceso contra el sacerdote mexicano, y contra los curas pederastas.

En 2004, Maciel festejó en la Basílica San Pablo extramuros los 60 años de sacerdocio. Fue toda la Curia Romana, obispos y cardenales incluidos. El único que se quedó en su casa fue Ratzinger, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Ratzinger que asumió el papado el 2005, tomó decisiones que no gustaron a los más conservadores, como la de castigar a Marcial Maciel, quien gozó de total impunidad bajo el papado de Juan Pablo II. Inclusive por ello se considera que Ratzinger detiene una pronta beatificación del querido y carismático ex pontífice.

No sería hasta 2006, cuando La Legión tenía un presupuesto de 650 millones de dólares anualesy mil millones en activos, Ratzinger, ya como Benedicto XVI, desterró a Maciel a “una vida de oración y penitencia”.

El Caso Sodalicios

En febrero del 2,011 los Sodalicio, institución similar al Opus Dei y a los Legionarios expandida por varios países en especial de sud américa, nos sorprendió con un comunicado público reconociendo “Otro Maciel”, a causa de una personalidad desviada: Germán Doig, quien abusó de varios miembros de la Institución. Fue durante años vicario general del movimiento peruano Sodalicio de Vida Cristiana. Se reconoció públicamente que vivió una “doble vida” inmoral.

La noticia ha provocó un verdadero shock no sólo en Perú, donde el movimiento tiene su sede y su fuerza más importante, sino en todo el mundo. Doig, número 2 de la institución, fue, durante años, un ícono del catolicismo ortodoxo en América Latina. Fue el compañero que, durante muchos años, apoyó y concretó el sueño de formar un movimiento de evangelización de la cultura del fundador del Sodalicium, Fernando Figari, quien se apartó del cargo un par de meses antes que se difundiera públicamente esta información. Hoy también Figari ha sido acusado por otro ex miembro por abusos.

Los procesos preliminares para declarar su vida ejemplar se cerraron definitivamente - y ya no se continúa al paso siguiente, que era el proceso de beatificación. Hubieron muchos testimonios para declararlo un hombre ejemplar, pero también hubieron muchos que llevaron a cerrar este proceso porque no se reconoce su vida como una vida ejemplar.

Si bien no llego a niveles aberrantes como Maciel, muestra como es estos grupo religiosos donde se busca el poder, como eso no llena, la persona tiende a llevar una doble vida depravada.

El problema de los grupos de poder en la Iglesia

Es tan grave este divisionismo en la Iglesia, que Benedicto en su última homilía en cuaresma dijo: “En ocasiones la Iglesia se desfigura por las divisiones de su cuerpo eclesial”, El Papa alemán lamentó igualmente la "hipocresía religiosa", así como "el comportamiento de los que aparentan" y las actitudes que buscan ante todo "los aplausos y la aprobación", y pidió superar “el individualismo y las rivalidades”.

Nosotros, como ex miembros, sabemos de la tradicional enemistad con los Jesuitas, llegando al extremo de la prohibición institucional no recibirlos no de visita en ningún centro del Opus Dei e inculcando en jóvenes de 14 a 18 años desconfianza contra ellos (me sorprendió que para ser miembro una de las 4 o 5 preguntas que un Director Central hacía a un postulante a ser miembro era si sabía que tenía que desconfiar de los Jesuitas. Por ello presurosamente el Prelado del Opus Dei da una entrevista a un diario español señalando que el actual Papa Francisco fue muchos años antes a rezar sobre la tumba del Escriva durante 45 minutos (no me imagino le impidieran el ingreso a un Obispo Cardenal) y el Cardenal de Lima mencionó que celebró la Misa de Escrivá en Buenos Aires (cosa que siempre hace la Obra como parte de su apostolado y propaganda: invitar a los obispos).

Según el Opus Dei a través de Yago de la Cierva escribió entre otras críticas al Ex Papa en un diario Español: ”Benedicto XVI se ha ido encerrando en su mundo cada vez más, el mundo de un profesor interesado sobre todo en el desafío intelectual de explicar la fe cristiana a los que ya creían, y presentar un Dios razonable a tantos que le desconocen. Y, progresivamente, la Secretaría de Estado ha ido asumiendo el gobierno de la Iglesia. En el último periodo, incluso los temas centrales en su Pontificado (la liturgia, la vuelta a la Iglesia de los tradicionalistas, las fronteras de la ortodoxia católica) han ido adquiriendo forma sin su intervención directa”.

Cuando Benedicto XVI asumió el Papado, rompió una tradición y, en sustitución de Sodano como Secretario de Estado (generalmente permanecía el anterior), nombró en 2006 cardenal secretario de Estado a Bertone, un salesiano ajeno a la carrera diplomática vaticana. Bertone, también camarlengo de la Iglesia católica, sustituyó a muchos de los diplomáticos por hombres de confianza e inició por orden de Joseph Ratzinger una acción de limpieza dentro de la Santa Sede que, según vaticanólogos, gustó poco a los "sodanistas", desde el esclarecimiento de los casos de pederastia hasta el saneamiento de las finanzas vaticanas.

Sectores progresistas de la Iglesia Católica han criticado abiertamente la labor de Sodano durante su cargo de Secretario de Estado de Juan Pablo II. Así, le han acusado de desautorizar a los miembros de la Iglesia que participaban en la defensa de los derechos humanos, de mostrar su favoritismo hacia movimientos como el Opus Dei y los Legionarios de Cristo y en contra de la Teología de la Liberación.

Sodano es diplomático y líder de los cardenales tipo Opus Dei nombrados por Juan Pablo II, con quien fue secretario de Estado. Sodano era el garante de la tradición, de la diplomacia y del estatus quo de la curia romana, mientras que Bertone llegaba a la secretaría de Estado reemplazando a Sodano siendo un estudioso profesor y catedrático, al igual que Joseph Ratzinger. Los intentos por renovar y reformar el establishment vaticano por parte de Benedicto XVI, a través de la mano ejecutora de Bertone, puso en pie de guerra al otro bloque.

Con el tiempo, Benedicto XVI descubrió que no podía controlar la maquinaria vaticana, que él podía reinar, pero no gobernar. El es un buen monje pero no un buen Papa. Antes de ser Papa, Ratzinger era famoso por sus indiscreciones y porque contaba más de lo que debía. Se dice que cuando conoció a Juan Pablo II dijo a sus seguidores: ‘Este Papa no sabe absolutamente nada de teología’. Y entonces lo que se cuenta ahora es que si Karol Wojtyla estuviera vivo diría: Este Papa no sabe absolutamente nada de política.

“Usted es un cuadro y lo sabe”, dijo Cristina y Francisco I tomó nota de la advertencia. Un día después de un encuentro plagado de sutilezas (saludo por aquí, beso por allá; mate por aquí, bajada de línea por allá).

En un artículo titulado "Cuántas son las divisiones detrás del Papa", el semanario Panorama destacó que, pese a sus 30 años en la curia y casi siete de papado, Benedicto XVI sigue siendo un "extranjero", por índole y por elección, ajeno a las acordadas de cardenales y a las alianzas con el poder temporal. El artículo identifica a los prelados "bertonianos", a los "sodanianos" (entre los cuales está el cardenal argentino Leonardo Sandri, prefecto para las Iglesias Orientales y mencionado como papable), a los "genoveses" que siguen al cardenal Piacenza, a los de la línea Bagnasco, a los del Opus Dei, a los "jesuitas" entre otros

Si en anteriores cónclaves se etiquetaba a los cardenales como "conservadores" o "progresistas", en esta ocasión la división está más bien entre los "diplomáticos" y los "bertonianos". En la Iglesia no existen los liberales. Todos son conservadores y no hay ninguna lucha doctrinaria. La política vaticana no se puede analizar con criterios de países democráticos. La doctrina está clara y es igual para todos a partir que todos los Cardenales y Obispos han sido elegidos por Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Las luchas de poder entre "diplomáticos" y "bertonianos" en la curia han sido uno de los principales aspectos revelados por las filtraciones de documentos del escándalo "Vatileaks". El periodista de investigación español Eric Frattini, autor del libro "Los cuervos del Vaticano", que incluye documentos inéditos del caso, habla abiertamente de una "guerra" entre Sodano y Bertone que ha impedido que Benedicto XVI impusiera las reformas que tenía previstas y que finalmente ha llevado al papa a tirar la toalla.

"El papa descubre que reina pero no gobierna. Encuentra problemas cuando quiere reformar la red de hospitales católicos de Italia, el Banco Vaticano o la prensa católica. Todo es por la guerra entre Sodano y Bertone, y eso le acaba agotando", afirma Frattini, quien considera que elegir un papa no es el tema central del cónclave.

Hubo varios "leaks". El último fue cuando el diario de izquierda Il Fatto Quotidiano publicó otras dos cartas reservadas. La primera es la que Bertone le envió en marzo de 2011 al cardenal Dionigi Tettamanzi, ex arzobispo de Milán y papable en el cónclave de 2005, ordenándole, en nombre del Papa, que dejara su cargo de presidente del Istituto Giuseppe Toniolo. El Istituto Toniolo es uno de los mayores centros del poder del Vaticano, que controla el famoso hospital Gemelli de esta capital, la Universidad Católica y la editorial Vita, entre otros inmuebles. La segunda carta es la que Tettamanzi, indignado, le envió al Papa, preguntándole si la directiva de Bertone era realmente su voluntad. Más tarde Tettamanzi logró reunirse con el Papa, que anuló la orden de su "primer ministro".

"Estas cartas reflejan una situación inédita en el vértice de la Iglesia. El secretario de Estado usurpa cada vez más a menudo los poderes del Santo Padre y actúa con un estilo de jefe de empresa. Por otro lado, los cardenales más competentes, como Tettamanzi, y los monseñores más orgullosos, como Carlo MariaViganó, se rebelan a los dictados de Bertone", escribió Marco Lillo, periodista de Il Fatto Quotidiano. "El resultado es un gobierno esquizofrénico que oscila entre autarquía y anarquía. Mientras Benedicto XVI se aísla en sus estudios y en la escritura de libros, a sus espaldas arrecia una lucha de poder sin exclusión de golpes que daña la autoridad moral de la Iglesia dentro y fuera de los muros vaticanos", agregó.

En el Vaticano, donde se respira un aire enrarecido, la consigna es minimizar el "Vatileaks" y culpar a la prensa por exagerar desacuerdos "normales en cualquier gran institución". Pero hay quienes sostienen que detrás de esta fuga de noticias que no se detiene y que apunta a eliminar a Bertone, estaría la vieja guardia del aún influyente ex secretario de Estado Angelo Sodano.

Ratzinger nombra una comisión para investigar estos problemas y filtraciones y nombra a un Cardenal del Opus Dei con otros dos cardenales una comisión de investigación (esto demuestra que para fines de investigación el papa Benedicto confiaba en la Obra como confió en Tedeshi para transparentar la Banca Vaticana).

El informe final llegó en toda su crudeza a oídos de Ratzinger el 9 de octubre. Los cardenales 'detectives' le hablaron por primera vez de homosexualidad en los muros vaticanos y de "impropriam influentiam", es decir, de chantajes. Dos días después, el Papa habló en el aniversario del Concilio Vaticano II: "En estos años hemos aprendidoque el pecado original existe, se traduce siempre en pecados personales que pueden convertirse en estructuras de pecado. Hemos visto que en el campo del Señor hay siempre cizaña. Que en la red de Pedro hay peces malos". Fue una más de sus duras críticas de estos años, a veces tan enigmáticas, a los males internos de la Iglesia. El informe estaría en la caja fuerte del apartamento papal y pasará a manos del nuevo Papa, a quien le tocará hacer la gran limpieza que Benedicto XVI ya se ve incapaz de abordar.

El problema de mafias en el Vaticano en el Banco Vaticano

La fama de operaciones turbias y manejo de dinero negro en el Banco Vaticano vienen de los años ochenta con el escándalo del banco Ambrosiano. Desde ese día en que el Papa Benedicto pidió transparencia total a las finanzas de la Santa Sede, poderosos cardenales de la Curia comienzan a crear una "atmosfera de crisis".

Benedicto quiso, como en los anteriores escándalos mencionados, ser el primer Papa que se preocupó de limpiar la porquería del Banco Vaticano, pero en esto también se lo puentearon.

  1. En el 2,009 nombra a Ettore Gotti Tedeschi, miembro del Opus Dei para transparentar el Banco. Pero incluso ahí se lo “puentearon”.
  2. En diciembre de 2010 lanzó la ley 127 en la que ordenaba que todos los estamentos financieros del Vaticano tenían que abrir sus libros ante auditores del Consejo de Europa (Moneyval) y estar acorde con las normas internacionales de lavado de dinero. Con eso se supone que se eliminarían las cuentas numeradas y se les pondrían nombres para mayor transparencia. La raíz del problema está en el manejo de las finanzas vaticanas que permiten la infiltración de ‘dinero negro’. En el banco solo pueden abrir una cuenta religiosos, institutos religiosos y ciudadanos vaticanos. Pero cualquier titular de una cuenta (hay 25.000) puede autorizar a otra persona para que opere en su cuenta.
    Así, un mafioso puede operar en una cuenta, pues el registro de las autorizaciones es un secreto. Tan solo el director general del IOR, Paolo Cipriani, un hombre muy próximo a Bertone, conoce quiénes son los titulares de las cuentas del banco vaticano. Ni siquiera Ettore Gotti Tedeschi, presidente del banco, conocía la lista de titulares de cuentas en el IOR. Y tan solo Cipriani conoce la lista de personas que, sin ser titulares, están autorizadas a operar en las cuentas del IOR.
    Ettore GottiT edeschi, presidente del Banco Vaticano, descubrió que seis cuentas de Banco Vaticano pertenecían a Matteo Messina Denaro, presidente de la cúpula de la Cosa Nostra, y otras cuentas eran de rusos buscados por Interpol por cargos de crimen organizado.
  3. Sin embargo, monseñor Angelo Becciu, el presidente de la gobernación, lanzó un decreto en abril del 2012 rectificando la ley pontificia y estableciendo que sólo algunos departamentos podrían abrir y transparentar sus cuentas buscando ocultar las cuenta sucias. (es decir cambió las leyes de transparencia dadas en diciembre del 2010).
  4. Antes, en julio del 2011, Bertone estaba decidido a utilizar el dinero de la caja fuerte vaticana en la compra de un importante centro hospitalario de Milán, cargado de deudas (1,000 millones de euros). Ni el Papa, ni el anterior presidente del Banco, Ettore Gotti Tedeschi, estaban de acuerdo. Las tensiones no tardaron en surgir y Bertone compró el hospital.

Justamente el Papa nombró a Tedeschi para que limpiara el Banco del Vaticano, pero los bertonianos le hicieron mil jugarretas para que terminara despedido por incapacidad. Miembros del Directorio del Banco mandaron una carta a Bertone pidiendo la salida de Tedeshi por incapacidad entre otras cosas no probadas.

Detrás de la expulsión de Gotti Tedeschi se encontrarían dos causas: la historia del hospital milanés San Raffaele, que le enfrentó al secretario de Estado Bertone, y ciertos cambios en la ley de transparencia, que fueron encomendados a un equipo de trabajo liderado por el abogado norteamericano Jeffrey Lena.

Cuando Tedeshi abandonó el Banco dijo “me debato entre el ansia de contar la verdad y no querer turbar al Santo Padre con tales explicaciones”.

La presidencia del banco quedó vacante nueve meses. No deja de ser significativo que la última decisión de Benedicto XVI como Papa haya sido la de poner al frente del banco a un alemán, el barón Ernst Von Freyberg. Unas horas después se supo que el joven Marco Simeon había sido destituido al frente de Rai Vaticano. También en el ajedrez vaticano, los peones son los primeros en caer.

El nombramiento poco antes que Benedicto deje el papado de Ettore Balestero como nuncio del Vaticano en Colombia no ha sido un acto rutinario como suele ocurrir con los cambios de destino de los diplomáticos. Porque monseñor Balestero no es un prelado más ni un diplomático cualquiera. Ha sido hasta ahora brazo derecho del secretario de Estado Vaticano, Tarcisio Bertone. Y es que, efectivamente, resulta llamativo que con el cúmulo de preocupaciones que debe tener el pontífice en los últimos diecisiete días de su mandato, tenga tiempo para ocuparse del nombramiento de un enviado vaticano al lejano y -¿cómo decirlo diplomáticamente?- no muy importante destino que es Bogotá. En otras palabras, para alejar lo más que era posible a monseñor Balestero de la curia romana.

Cercano al movimiento Comunión y Liberación, el cardenal Balestero tuvo hasta hace poco la responsabilidad de llevar las relaciones con Moneyval, entidad que ha avalado parcialmente la transparencia del banco vaticano. ¿Qué hizo Balestero mientras tuvo el encargo de sacudir al banco vaticano el desprestigio de ser una lavandería de dinero? Misterio. Y no precisamente de fe. ¿Por qué se toma el papa el trabajo de enviarlo a Bogotá en su tiempo de descuento como pontífice?

Las soluciones de Ratzinger

Primero atendió las denuncias del escandaloso mal sexual de estas instituciones que en común buscan el poder. Ratzinger se enfrentó a Maciel primero separando a su fundador y luego también separo al fundador de los Sodalites ambos en relación a abusos sexuales graves. Estas dos instituciones eran reconocidas como copiadoras con las mismas prácticas y costumbres del Opus Dei.

En el caso del Opus Dei, las desviaciones también fueron llamadas por su nombre por este Papa racional, inyectando una dosis de humildad a la Obra de Dios. Llamó al orden al Opus Dei por los abusos contra sus miembros y otros errores (denunciados en abundancia en esta web) sabiendo que las Instituciones en si no son malas, sino que Dios se sirve de simples vasijas de barro para llevar su mensaje y amor por los hombres. Sin embargo, enfrentarse al Opus Dei y principalmente a otros grupos de poder en el Vaticano, le costó el puesto. Hábilmente dio un paso al costado para que entre un fuerte enemigo del Opus Dei, o cualquier grupo, y hacer frente a la soberbia, la corrupción y la depravación que se incrustó en distintos niveles de la estructura eclesiástica-, cambiar a la Iglesia diplomática, comprometida con el silencio, gobernada por las intrigas palaciegas, el dinero y la complicidad con los curas pederastas.

Se puede inferir que Bergoglio era el candidato oculto del bando reformista, desde luego muy bien escondido en la confusión de las quinielas de papables, y la rapidez del cónclave, cinco votaciones, indica que ha sido su apuesta desde el principio, tampoco aparecía en las listas de papables. Por una razón muy simple: en las reconstrucciones aceptadas del cónclave de 2005 fue el segundo nombre más votado y con capacidad para bloquear la mayoría de Ratzinger, pero en algún momento, se dice que en el comedor, rogó entre lágrimas a los demás que no le eligieran porque no se sentía preparado. Eso dejó la vía libre al cardenal alemán. Entonces, conviene recordarlo, el argentino era el candidato que señaló el cardenal Martini, también jesuita, la autoridad de referencia del sector progresista y eterno antagonista de Ratzinger, aunque se apreciaran. Martini murió el año pasado diciendo que la Iglesia tenía “200 años de retraso”. Para Martini el cardenal de Buenos Aires representaba ese testimonio ejemplar, sencillo y espiritual que necesitaba la Iglesia. Y Ratzinger apostó por él, dejando sin piso a todos (como con su renuncia) y dar un mensaje de lo importante que es la unidad en la Iglesia.

La elección del nombre, aunque parezca el detalle menos aparatoso es tal vez el más profundo y trascendente. Se había barajado de hecho en estos días como una opción rompedora. Promete muchísimo y es un auténtico programa de gobierno: retomar al santo de Asís, devoto de los pobres, que salvó la Iglesia y el papado en un momento de colapso moral por sus riquezas materiales, rescatar un nombre tan radical que ningún pontífice había osado llevar aunque era santo desde el siglo XIII, es un retorno a los orígenes y la esencia de la fe, a la caridad y al amor fraterno.

Vive en un pequeño piso donde él se cocina su comida, no tiene chófer eiva en metro a trabajar, es decir, las ceremonias y pompas de la Santa Sede le pueden sobrar enseguida. Predica contra el derroche y el consumismo y es de perfil conservador ajeno a la teología de la liberación, aunque no ha dado muestras de excesiva rigidez en materia sexual.

Pisa poquísimo la Curia, donde es miembro de tres congregaciones, y ahora aterrizará en el palacio apostólico como un marciano, al estilo de Wojtyla en 1978. Que sea jesuita, un factor que marca un carácter, una forma de pensar y un estilo, será un aspecto importante de su estilo. Una de las primeras cosas que se encontrará, por cierto, es el informe secreto de 300 páginas sobre las intrigas del Vaticano (hecho por un Cardenal del Opus Dei) que le ha dejado su predecesor. Lo que haga con él y los problemas abiertos dirá mucho de lo que va a pasar a partir de ahora.

El grupo de 11 cardenales de Estados Unidos. el segundo más numeroso tras los italianos -28- ha sido el gran protagonista del precónclave y ha terminado por marcar la agenda, para desesperación del ‘partido romano’ que quería seguir simulando que todo va de maravilla. Por eso la Curia prohibió el miércoles, después de tres días de congregaciones generales de cardenales, sus insólitas ruedas de prensa. Eran auténticas bocanadas de oxígeno en un ambiente esclerotizado: exigían transparencia, información sobre los escándalos del Vaticano, de ‘Vatileaks’ al banco Vaticano, limpieza de gente impresentable, mano dura con la pederastia y una reforma del kafkiano gobierno de la Iglesia. Encima uno de ellos era un capuchino con sandalias, Sean O’Malley, cardenal de Boston. En esas reuniones de preparativos para el Cónclave el Cardenal de Brasil Braz de Avizhabría atacado las actuaciones al margen del pontífice, el exceso de poder de la secretaría de Estado, la intromisión de intereses italianos, las meteduras de pata de estos años, el centralismo romano y el olvido de las iglesias locales. Un buen repaso. Bertone se defendió como pudo, pero al final tuvo que tragar con los aplausos de la sala al cardenal brasileño. En este clima se llega al cónclave.

Del otro lado, en el ‘partido romano’, curial e italiano se ha trabajado al estilo del ‘Gattopardo’, fingiendo que cambia todo para que no cambie nada, la candidatura del brasileño Pedro OdiloScherer. Apuestan por un no europeo para dar la señal de que asumen una nueva fase, pero esperan poder plegarla a sus intereses. Scherer, en realidad, es gris y curtido en la Curia y la idea es colocarle un secretario de Estado italiano que maneje los hilos. Según los expertos, el primer choque en las votaciones fue entre Scola y Scherer.

La última entrevista de un cardenal estadounidense tras la ley del silencio habla claro. El cardenal de Chicago, Francis George, dijo esto: “Todos conocen el terrible caso del padre Maciel. Ciertamente tenemos que considerar quién ha estado involucrado. Aunque de buena fe estuvieran convencidos de que Maciel era un hombre de Dios, esto ahora es de dominio público. La gente sabe quién ha estado asociado a él. Y esto podría dar la sensación de que no es la dirección a tomar”. Esto es un bombazo para la hipocresía imperante en el Vaticano, donde nunca se han hecho cuentas con quienes frenaron desde los setenta en las altas esferas las denuncias contra las barbaridades de Marcial Maciel, el mexicano fundador de los Legionarios de Cristo que resultó ser pederasta y bígamo.

Quienes han encubierto a Maciel, han desdeñado el escándalo de la pederastia y se han pasado la vida en los despachos de una Curia enferma deberían apartarse. Naturalmente no tienen la menor intención. En este choque frontal que puede anular los candidatos de primera fila de cada bando se abrió paso un nombre de consenso, pero en este confuso escenario no se adivinaba y, por tanto, sería una sorpresa.


Como queda el Opus Dei

¿Qué ha ocurrido? Desde mi punto de vista, al Opus Dei no le ha quedado otra salida más que negociar e intentar limar asperezas con la oposición interna y unir a la Iglesia Católica en uno de los momentos más duros de su historia. Ratzinger los había forzado a cambiar sus malas prácticas y de alguna manera le habrían llegado las críticas de esta web y otras denuncias.

La personalidad de Francisco I hasta ahora parece deslumbrante y a mi juicio chocaría más con el Opus Dei de lo que chocó su racional antecesor. Esperemos que todo sea para mejora y si bien los males del opus Dei no son tan aberrantes ni de índole sexual, tienden a los mismos errores de un inmanentismo que crea una realidad que no los deja ver sus errores y abusos.




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