Un autobús lleno de numerarios

Por Nacho Fernández, 24.11.2008


¿Alguien se imagina un autobús de la España de los años cuarenta del siglo XX lleno de numerarios del Opus Dei? Pues imaginároslo. Eso es casi seguro lo que sucedió en el primer “curso anual” de la historia de la Obra, que pudo tener lugar en la entonces casa de Molinoviejo, en Ortigosa del Monte (Segovia). Así nos lo explicó el numerario Luis Borobio, más de 20 años después, a un grupo de agregados en una convivencia de este tipo que tuvo lugar en el Colegio Mayor Guadaira de Sevilla en julio de 1975, cuando acababa de fallecer el fundador.

En julio de 1975 había un ambiente especial dentro de la Obra. Parecía que se podía hablar de todo, una vez se había llegado a una nueva etapa en la historia del Opus Dei. En mi artículo anterior me referí a la fiebre de las cartas testimoniales y postulatorias. Hoy trato de la especie de optimismo que se detectaba, que llevaba a hablar de todo, sin que existiera ningún tipo de censura por medio...

Allí en el Colegio Mayor Guadaira de Sevilla había dos cursos anuales de agregados: uno para menores de treinta años, a cuyo frente estaba Carlos D., hoy ex de la Obra, y otro para mayores de treinta años, cuyo director era Luís Borobio (hoy fallecido), profesor de la Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad de Navarra, que había participado en ese primer “curso anual” de la historia del Opus Dei. El subdirector de nuestro curso era Manolo D., agregado de Córdoba, que, al poco tiempo, abandonó la institución.

Pues bien, Luís Borobio se dejó contagiar del ambiente especial al que antes me refería y nos contó esa “perlita”, que llamamos en el mundo periodístico: todos los numerarios que participaron en el primer curso anual en Molinoviejo cabían en un autobús. ¿Cuántos eran exactamente? Siendo muy optimistas podemos decir que fueran sesenta o setenta. Todo eso era el Opus Dei en aquel entonces. No me extraña que el fundador se sincerara con sus hijos poco antes de morir y dijera que venían muchos, pero se “escapaban como las anguilas”. Entraban muchos, pero también se iban muchos.

El hecho de ser periodista ha hecho que en muchos cursos anuales se me haya dado el encargo de ser el redactor del “diario” de la convivencia. Por ello, no se me podía escapar la “perlita” de que todos los numerarios de ese primer “curso anual” cabían en un autobús de línea, como se llamaba entonces a estos vehículos. Y claro, el “diario” fue revisado por Luís Borobio. Inmediatamente me llamó a su despacho y me indicó que había que suprimir lo del “autobús de numerarios”. No me dio una explicación clara para eliminar esas palabras. Le indiqué que él lo había dicho, pero él siguió insistiendo que había que eliminarlo. Como él era el jefe, el subordinado tuvo que bajar la cabeza y acceder a su deseo.

Toda esta historia se me ha resucitado cuando he visto que Novedades citaba en Opuslibros a Luís Borobio entre los que pitaron en los años cuarenta. Él fue mi director en aquel “curso anual” y el sacerdote fue Miguel Rivilla Vidaurre, que pitó en San Sebastián en los mismos años y que en el Colegio Mayor Guadaira, también contagiado por la atmósfera especial de aquellos momentos, nos reveló muchos datos que ignorábamos.

Para el que no lo sepa diré que Luís Borobio es el autor del dibujo que representa a la Virgen y el Niños Jesús rodeados de ángeles, que aparecen en la portada del libro “Santo Rosario”, escrito por San Josemaría Escrivá de Balaguer. Muchas veces me he preguntado que cobró este arquitecto. Por lo que pude hablar con él, me da la impresión que nunca cobró nada. Sin embargo, he vista esa imagen de la Virgen y el Niño los he visto reproducidos en diferentes sitios.

Pero más allá de la anécdota del “autobús de numerarios” y del “diario” existe un hecho: al Opus Dei no le interesa que se conozca su verdadera historia. Cuando era instituto secular y después cuando fue prelatura personal nunca quiso que se supiera cuánta gente contaba entre sus seguidores. La única verdad es la que ellos dicen. Los demás somos unos mentirosos. ¿Quiénes son realmente los mentirosos? Los que manipulan la historia. Lo he visto muchas veces en mis treinta y cuatro años que he estado dentro.

Los dirigentes opusinos u opusianos no quieren que se sepa la verdad. ¿Por qué no hace mucho se decía que eran 87000 en todo el mundo y luego más tarde que 83000? Para mi que siempre han manipulado las cifras de seguidores. De puertas afuera manifestaban que no les interesaban los números, pero al final caían en el vicio de manipular, aportando una gran mentira. Vamos, como todo en la prelatura.



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