Reflexiones de un ex numerario que ingresó antes de cumplir 15 años

Por Ignacio J. de Belza, 3.03.2008


Estimados todos miembros y no miembros;

Sólo decir que por sus frutos los conoceréis, y a decir verdad, existen cosas que no funcionan y otras que sí, aunque pienso que el fin (proselitismo) no justifia los medios, por lo que en definitiva el saldo final es negativo.

El pilar fundamental es que el sistema interno es similar a al funcionamiento de las sectas, dado que se anula el círculo afectivo de las personas que pertenecen como miembros del Opus Dei (relaciones familiares, amistades) sobre todo en los numerarios y agregados, se anula toda intimidad (tema de correspondencia por ejemplo), y se anula la personalidad (similitud de gestos y formas de actuar como consecuencia). También es error fundamental que las supuestas vocaciones (llamada de Dios) son mas bien inducidas por sus miembros que surgidas del propio individuo y sus inquietudes espirituales (llamada de Dios). NO SE PUEDE INDUCIR A LA VOCACIÓN (llamadas persistentes, insistencia continua en llevar a la oración la vocación, amenazas de no participar de las cosas y actividades del centro si no se va a los medios de formación....)

El partir de la base de que la voluntad de Dios se transmite a través de los directores se da una autoridad suprema a esas personas que ostentan estos cargos que la gran mayoría de las veces no tienen ni la competencia humana, ni la preparación psicológica y lo que es peor la santidad o evolución espiritual suficiente, para encargarse de la dirección espiritual de almas que probablemente incluso sean más puras que la del supuesto personaje que ha de dirigir sus almas y conciencias.

Ya el fundador dijo en su día que no quería ni pensar el daño que se podría ocasionar si los directores no estuvieran lo suficientemente santos para su función.



Original