Predicación del Prelado del Opus Dei en septiembre

Por Trinity, 1.10.2008


Me apenan las noticias que nos han ido llegando en esta última temporada, sobre las intervenciones del Prelado de la Obra en sus recientes viajes: Zaragoza, Torreciudad…

De entrada, me parece llamativo que siempre repita lo mismo, resultando bastante cansino. No hay vida en su discurso, sino que una sale con la impresión de que se trata de un gueto cerrado sobre sí mismo donde todo es siempre la misma cantinela.

Además, habla como dando a entender que esta organización es el centro del mundo y como si ellos –los dirigentes y quienes comulgan con su visión- tuvieran "la" percepción correcta de las cosas. Parecen instalados en una "soberbia institucional", que proviene de la divinización de su institución, y que les lleva a verlo todo –incluida la Jerarquía eclesiástica- a través del mito que ellos mismos han creado.

Pero no es menos preocupante el contenido de su predicación. Lo que más me decepciona es que lo importante (Dios, Jesucristo, la comunión eclesial) está siempre en un segundo plano, con un planteamiento espiritual y pastoral que se muestra claramente desviado.

Por otra parte, su visión práctica de la Iglesia resulta muy raquítica pues, cuando habla de ella, en vez de mirar la acción del Espíritu Santo en cada alma, no supera el nivel de lo jurídico y organizativo, lo jerárquico.

Y, por lo que se refiere a la espiritualidad en sí, no sale de ese voluntarismo del que tanto se ha hablado en esta Web, que constituye una forma de pelagianismo, y en el que lo importante es el esfuerzo -¡y venga esfuerzo!-, en lugar de dejarse ayudar por Dios. No me extraña que luego haya tanta cola de numerarias, numerarias auxiliares, numerarios y sacerdotes en la cuarta planta de la Clínica Universitaria de Navarra y en las consultas de l@s psiquiatras y psicosomáticos de la Obra, que colaboran con las Directoras y Directores del Opus Dei.



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