Oración para el 26 de junio

Señor, tu que permites que José María Escrivá haya llegado a la gloria de los altares, escucha mi oración como la del publicano que se sabe pecador, pero que te busca con corazón sincero y humilde.

Te pido, para todos los fieles de la Prelatura, una verdadera conversión, especialmente de los que tienen cargos de dirección o de gobierno, para que puedan servir a la Iglesia y a todos los hombres y mujeres con la verdad del Evangelio, con sus obras de servicio y con su amistad sincera y desinteresada. Que no tengan miedo a la verdad, pero sí respeto. Que pongan siempre por delante a las personas, en vez de las instituciones. Que sean conscientes del valor infinito de cada persona, para valorar la gravedad de manipularla. Que no se dejen arrastrar por los brillos mundanos del dinero y el poder, incluso puestos al servicio de una empresa apostólica. Que no dejen que les pudran su amor por Ti y se aburguesen.

Te pido además, Señor, por todos los que quisimos seguirte, y por eso fuimos miembros de la Prelatura. Sé que no nos dejas de tu mano, pero a veces me sigue pesando la idea de que te he fallado. Haz que podamos ver todo el camino que quieres para nosotros, tambien en la situación que tenemos ahora, y que tengamos fuerzas para seguirlo. No permitas que deje de querer, con obras y de verdad, a ninguna de las personas que he tenido cerca y ahora quedan lejos. Te pido que sepa tener el corazón grande y no juzgar a nadie, y que mi lengua no sea cauce de palabras injustas. Te pido que los que en su dia nos ofrecimos a Ti, con todo lo que teníamos, seamos capaces de gastar el resto de nuestra vida en el camino que con libertad elijamos sabiendo que no dejamos de hacerlo por amor a ti.

Señor, déjame que haga una petición fuerte: Si la Obra no es para servirte, para servir a todos los hombres, ¡destrúyela! Si los frutos de la Obra están podridos o ya no tienen sabor, muéstranos como podemos ayudar a todos los que se acogen bajo sus ramas.

Hago mia Señor, la oración de tu Iglesia: gaudium cum pace, emmendationem vitae, spatium verae poenitenitiae, gratiam et consolationem Sancti Spititus, atque in bonis operibus perseverantiam (NO IN OPERE DEI PERSEVERANTIAM), tribuat nobis omnipotens et misericors Dominus.



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