A Dios SÍ pero al Opus Dei NO

From Opus-Info
Revision as of 14:02, 20 March 2023 by Bruno (talk | contribs) (Created page with "Por Raquel BM, 17.03.2023 Nací el 29 enero de 1983 en el estado de México, municipio de Jocotitlán. Una tía mía conocía a una auxiliar, Evelia, y ella le dijo de un trabajo de niñera, así conocí el opus Dei en la ciudad de México. A los 16 años, empecé a trabajar con esa señora que conocía la obra ya que su hermano era sacerdote numerario. Me dijo que fuera a conocer un grupo de señoritas que daban formación religiosa y catecismo. Era un club que llev...")
(diff) ← Older revision | Latest revision (diff) | Newer revision → (diff)
Jump to navigation Jump to search

Por Raquel BM, 17.03.2023


Nací el 29 enero de 1983 en el estado de México, municipio de Jocotitlán.

Una tía mía conocía a una auxiliar, Evelia, y ella le dijo de un trabajo de niñera, así conocí el opus Dei en la ciudad de México. A los 16 años, empecé a trabajar con esa señora que conocía la obra ya que su hermano era sacerdote numerario. Me dijo que fuera a conocer un grupo de señoritas que daban formación religiosa y catecismo. Era un club que llevaba Evelia y dependía de Citala, un centro de auxiliares. La señora me mandaba cada martes ahí. También me dijo de Toshi. Me explicó que era muy chica para trabajar. Un fin de semana me llevó a conocer la escuela y me dijo que me iba a conseguir una beca para que pudiera estudiar...

La verdad me emocioné mucho. Me convenció de ir a hacer un propedéutico y al final nos hicieron un examen para ver quién se quedaba. Recuerdo que fui la última en saber que me habían aceptado, me enteré después que fue porque iba recomendada.

Estando ahí me plantearon que yo tenía vocación de Numeraria Auxiliar. Me explicaron que consistía en atender todos los trabajos domésticos de las casas de la obra y que Dios me llamaba a servir para toda mi vida y hacer ese trabajo por amor a Dios, y que si yo rechazaba esa llamada de Dios me iba ir mal en la vida.

Estuve 11 años en varios lugares de la república Mexicana como numeraria Auxiliar del Opus Dei.

Se supone que en la obra éramos familia, aun así mi relación con las Numerarias Auxiliares no fue tan buena, porque no podíamos platicar como lo normal de cosas que nos pasaba en el trabajo o en las reuniones.

Ya siendo auxiliar no siempre podíamos comprar cosas por ejemplo los cosméticos, solamente era para artículos de aseo y no de vanidades como maquillaje porque éramos madres de familia numerosa y pobre y no podíamos gastar en lujos.

Ningún día de la semana teníamos descanso, y una vez al año nos mandaban a un curso anual para estudiar las leyes del opus dei.

Nunca había vacaciones reales y no podíamos ir solas a ningún lado, las directoras decidían dónde y con quién íbamos.

Estando en la obra viví en distintas casas en México:

Toshi en el estado de México del 2000 al 2003

En la Ciudad de México del 2003 al 2005

En Morelos, Cuautla del 2005 al 2007

En Querétaro, Cantera del 2007 al 2008

En León Guanajuato, el solar del 2008 al 2013.

Las directoras de la asesoría asignaban una numeraria que se encargará de dar formación y de estar al pendiente de las auxiliares en los cambios de residencia y áreas de trabajo. Ellas decidían tanto el lugar como las tareas que realizamos. En cada centro había un consejo local, formado por directora, subdirectora y secretaria.

En cuanto a los pagos por trabajo nunca vi un sobre con sueldos, todo lo administraba las directoras del centro. Decían que las auxiliares éramos las hermanas pequeñas y que se nos daban todo lo necesario para estar en la obra. No había un sueldo fijo ni nada, ni mucho menos podíamos tener cuenta bancaria.

No tuve seguro de vida en todos los años que estuve en el opus dei, no teníamos cuentas de banco ni siquiera sabíamos usar una tarjeta de lo que fuera.

No podíamos salir a nada. A duras penas me daban permiso ir un día de visita a ver a mis padres. Tampoco podíamos ver la televisión solas, y las directoras decidían qué ver, así nos vigilaban para no pecar.

No podíamos comprar ropa al gusto, nos daban la ropa que había en un armario específico para las auxiliares.

Cuando iba al médico una numeraria te acompañaba y eso a regañadientes.

Diario asignaban un sacerdote para que celebrara la misa en cada casa del opus dei que había en cada estado de la república. Cada semana asistía el sacerdote para recibir la confesión de todas las integrantes y dar dirección espiritual. Consistía en una plática con el sacerdote que era para que él supiera si estábamos haciendo bien las normas de piedad y como vivíamos el espíritu del opus Dei.

El sacerdote solo dirigía las almas y no podía ordenar cómo hacer el trabajo de las labores domésticas, pero sí de apostolado y proselitismo con las amigas que se invitaban.

El sacerdote sí sabía en qué condición estaba cada una porque estaba en comunicación con las directoras de la misma casa.

A mí me tocó platicar con el sacerdote encargado de la delegación de hacerle saber mi caso de que me marchaba de la obra. Solamente me decía que estaba fallándole a Dios y no daban solución a nada. Y al final me dijo que le diera una oportunidad más a DIOS. Les conteste que a Dios SÍ pero al Opus Dei NO.




Original