Los jíbaros del Opus Dei

Por Nachof, 11.07.2008


Desde que he dejado el Opus Dei hace casi diez años me suelo entretener viendo los escaparates de los distintos comercios. Así descubro cosas que pueden ser de utilidad para mi hogar. Lo que no podía sospechar es que podían existir cabezas del fundador de la Obra, a tamaño reducido, que se vendan en las tiendas. Cuando se lo comenté a un amigo ex me respondió: “Esos son jíbaros del Opus Dei”. Este ex hermano de la prelatura acertó plenamente. Acompaño mi texto con fotografías de lo que he vivido.

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El pueblo Shuar, más conocido como Jíbaros, es originario del altiplano ecuatoriano, en las fuentes del río Amazonas, al norte del río Marañón, entre las cuencas del río Pastaza y el río Chinchipe. Es conocido por reducir la cabeza de sus enemigos. El Opus Dei se ha servido de imágenes de la cabeza de su fundador, el Santo Marqués de Peralta, para difundir su devoción en distintos lugares...

Los “jíbaros” del Opus Dei han sido fabricados fuera de España por Giordano di Panzano. El material del que están hechos es resina, pintada con purpurina plateada y dorada. La vendedora y propietaria del comercio donde se venden me indicó que no sabía el lugar exacto, pero “habían llegado muchas cabezas”. La propietaria aseguró que no pertenecía al Opus Dei.

Las cajas en las que se venden tienen unas palabras que dicen:

San Josemaría
1902-1975

Pienso que con todos estos datos los “jíbaros” han sido realizados con el permiso del Opus Dei. Por experiencia se que la Obra nunca dice que es una idea de ella, sino que se sirve de terceras personas para realizar lo que ella pretende. En este caso, difundir la devoción a su fundador.

El punto 542 de “Camino” del fundador del Opus Dei dice lo siguiente: “No me pongáis al culto imágenes "de serie": prefiero un Santo Cristo de hierro tosco a esos Crucifijos de pasta repintada que parecen hechos de azúcar”.

Por lo que se ve, estas imágenes “jíbaros” no se ponen al culto y tampoco han sido hechas en “pasta repintada”, que parece hecha de azúcar. No es un Santo Cristo, pero sí el fundador del Opus Dei, del que algunos de la Obra dicen que es uno de los grandes santos de la historia, con mayor santidad incluso que San Pablo. Ahí te va esa.

Los dos “jíbaros” que adquirí a esta señora han sido realizados sobre peana –no podía ser menos— y pintados en purpurina plateada y dorada. Las fotografías lo dicen claramente.

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Las cabezas pequeñas tienen una altura de 10 centímetros, incluida la peana, y las grandes, 14 centímetros. Según manifestó la propietaria del comercio, las cabezas pequeñas se venden mucho y las grandes, menos, por lo que llega a hacer una rebaja del 25 por ciento. Los precios que pagué fueron 8 y 10 euros, respectivamente.

En el escaparate del comercio donde adquirí los “jíbaros” aparecían también otras imágenes de la Virgen María y de San Francisco de Asís. No recuerdo imágenes de otros santos de la Iglesia Católica que estuvieran en ese lugar. ¿Qué pensaría el Santo Marqués de Peralta de tener al lado la competencia en la venta de San Francisco de Asís? Iba a ser una cura de humildad, cuyos gritos llegarían hasta el cielo.

Cuando llegué a mi casa y abrí las cajas de los “jíbaros” del fundador del Opus Dei, me encontré con una sorpresa. La cabeza del Santo Marqués de Peralta aparecía rodeada de fieltro, un material parecido al que se suele poner en las cajas mortuorias. Se pueden ver la primera fotografía. ¿No os recuerdan a un muerto? A mí sí. Como se enteren los de la Obra, inmediatamente cambian la decoración y le añaden hilos de oro. No puede ser menos para un Santo Marqués. Ahora dirán que el Opus Dei no responde de eso. Puede tratarse de un nuevo negocio de la prelatura.

Pero el negocio no es solo de estas pequeñas figuras. Muchos sacerdotes agregados y supernumerarios de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz están introduciendo la costumbre de hacer procesiones en sus parroquias llevando la imagen del Santo Marqués. ¿Cuánto cuestan esas imágenes? Se pagan con el dinero de la parroquia.

El Opus Dei, que cuando yo le conocí, nos daba charlas en las que se indicaba que los de la Obra no participaban en procesiones, ahora resulta que no solo participan, sino que también las organizan llevando en procesión la imagen de su fundador. Como dicen en el argot castizo de Madrid, “es que te cagas”.


P.D. Para los que lean este artículo y no hayan pertenecido al Opus Dei les aclaro unas claves: en los centros de hombres son frecuentes las figuras de burros (se pone como ejemplo el burro de noria, siempre haciendo lo mismo; y los de mujeres, las patas. Ambas han sido incluidas en la segunda fotografía. He añadido el cilicio que usé cuando yo era un agregado. Tanto hombres como mujeres se ponen todos los días el cilicio para mortificar sus sentidos.



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