La libertad y la responsibilidad

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Por Cuatropes, 20.11.2006


Soy cuatropes, el “nume” “raro”. Me alegra sobremanera, que unos veinte asiduos de la Web, incluida la directora de la misma, hayan respondido a mis escritos. Es una pena que solo me comenten las posibles partes negativas y ninguna positiva, pero, no obstante, con sumo gusto y educación.

No pretendo ni escandalizar a nadie, ni dar sermones, lo único que me gustaría conseguir con mis aportaciones es que todos recapacitemos un poquito sobre los verdaderos fines y la labor que Dios ha querido para el Opus Dei. O, es que todos los de la Obra somos imbéciles y ninguno tiene dos dedos de frente, porque a veces parece que los demás no pensamos con la cabeza y si lo hacemos es que somos malos o nos hacen ser malos…

La verdad solo es una y no pueden darse dos cosas opuestas o distintas como si fueran la misma verdad a la vez y al mismo tiempo. Pretendo ceñirme única y exclusivamente a Jesucristo y a la antropología, porque los demás argumentos no se entenderían aquí. Jesús, que siendo Dios se hace hombre para redimirnos, obedece, obedece a Jesús y a María, dos criaturas, pero les obedece. Y también a su Padre Dios, hasta la muerte. Por eso la penitencia y el sacrificio tienen sentido, porque Jesús muere por nosotros en la cruz, en otro caso no lo tendría. Esa y no otra es la única razón entendible para poder darnos cuenta de las cosas que hacemos los cristianos. Una madre libremente se sacrifica por sus hijos, aunque no le apetezca cuidar de ellos, ni levantarse a darles el biberón o cuando llora… ¿Qué pensáis que solo los del opus hacemos penitencia? Todo creyente comprometido realiza sacrificios y penitencias.

En alguno de los comentarios que me han hecho dicen: “No entendí si lo que proclamas es que tienes toda la libertad del mundo o si respetas la libertad de todo el mundo. Te deseo la Pax de la conciencia.” La respuesta sería: Las dos cosas; soy absolutamente libre y respeto la libertad de todo el mundo.

-Pero también es cierto lo que dice otro: “Nadie es libre, tío. No soy libre porque tengo muchos familiares de la Obra a los que no quiero ofender con mis comentarios. Debo respetarlos como ellos me respetan a mí. Pero ser libre y no molestar a quien quieres es incompatible, porque no hay derechos absolutos (la vida y poco más).”

Estoy totalmente de acuerdo, precisamente en uno de los buenos libros que recomendáis está la respuesta, ‘El hombre en busca del Sentido’ de V.FranKl, ”cuando los prisioneros sentían inquietudes religiosas, éstas brotaban de lo más íntimo y sincero que cabe imaginar”; intensificación vida interior (et lux in tenebrios lucen); un extraño sentido del humor, dominar el arte de vivir; el corazón endurecido; juguete del destino; íntima paz, libertad interior; ”el sentimiento que se convierte en sufrimiento, deja de serlo cuando nos formamos una idea clara y precisa del mismo (Pinosa)”; aquel que tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo”

Nuestra libertad termina donde empieza la de los demás, por eso un trabajador debe responsabilizarse ante su jefe, un hombre o una mujer ante su cónyuge y un miembro de cualquier institución terrena o no, ante sus compromisos o sus responsabilidades, sabiendo que esos compromisos se pueden romper si uno quiere, haciendo uso de su libertad. (Pero tienen sus consecuencias, porque también somos responsables de nuestros actos). Además uno siempre es libre en su interior y nadie por mucho que lo intente puede forzar su voluntad. Y termino con una cita bastante conocida de Jesús: “La verdad os hará libres”.



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