La historia de Laura

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Por Jotaemeeme, 27.07.2022


Con frecuencia cuando en este foro se mencionan episodios relacionados con la explotación a la que fueron sometidas las nax durante años, hay quien dice que muchos de esos comportamientos son cosa del pasado lejano y que las cosas han cambiado, que ya esas actitudes clasistas y cuasi esclavistas con las más débiles han ido suavizándose conforme la presión social ha ido creciendo, en gran parte por la difusión que han tenido sitios como Opuslibros. La historia de Laura, amiga de mi hija desde la infancia, demuestra que lo único que ha cambiado es la forma en la que se ejercen esos abusos, no el fondo.

Laura y mi hija mayor se conocieron en el colegio en los primeros cursos de primaria a finales de los noventa e hicieron amistad desde el primer momento, una amistad que se ha mantenido hasta hoy a pesar de la distancia física que las separa...

Laura era la hija de una empleada del colegio diocesano en el que las dos estudiaban y, como parte de la prestación por su trabajo vivía en una pequeña vivienda que en tiempos lo había sido del conserje del colegio. Sus labores eran de conserjería, pero también de limpieza y otras tareas similares. En casa de Laura vivían, además de ella y su madre, el padre de familia, cuya contribución a la vida familiar era cercana a nula, y una hermana mayor que pronto se emancipó al cumplir la mayoría de edad.

En el órgano de dirección de ese colegio ejercían cargos importantes padres pertenecientes al Opu$ D€i que habían ido haciéndose con el control de la asociación de padres primero, y luego con el consejo escolar, propiciando también la entrada de profesores miembros o afines a la obra.

Un día de primavera, cuando Laura y mi hija habían cumplido los diecisiete años, recibimos la terrible noticia de la repentina muerte de la madre de Laura y, con ella, su única posibilidad de salir adelante, dado el alcoholismo de su padre y la falta de recursos de su hermana mayor.

La muerte de la madre de Laura provocó una primera respuesta de solidaridad en el colegio, que permitió a lo que quedaba de la familia seguir usando la vivienda durante un tiempo, pero eso duró poco y Laura tuvo que abandonar la vivienda porque el colegio necesitaba ese espacio para ampliar instalaciones.

Laura era una de las alumnas más brillantes del colegio y, en principio quería estudiar una carrera científica, para lo cual estaba más que dotada pero su falta de recursos hacía esos planes imposibles, porque hubiera significado trasladarse a otra ciudad y las becas no daban para tanto. Y aquí es donde entra en acción la máquina depredadora del Opu$. Supongo que para suavizar el hecho de dejar en la calle a la familia, uno de los miembros de la obra que pertenecía a la dirección del colegio propone a Laura concederle una beca para que pueda estudiar en la capital de la Comunidad Autónoma, pero no una carrera universitaria sino estudios de grado medio relacionados con la nutrición. La beca incluye alojamiento en una residencia de chicas aneja a un Colegio Mayor desde la que se atiende la administración de otros centros cercanos.

Laura acepta la beca y acaba trabajando en las cocinas de esos centros e incluso sirviendo en algunos casos la mesa ataviada con su correspondiente mandil, cofia y guantes. Todo ello, como puede verse, muy relacionado con la nutrición. Por supuesto, comienza también el acoso proselitista para conseguir que asista a todo tipo de retiros, convivencias, meditaciones, charlas… Al principio Laura encuentra agradable el interés que algunas de las numerarias con las que convive muestran por ella y cede a al acoso por corresponder a lo que ella creía ser amistad verdadera, pero poco a poco, Laura se va percatando de que está siendo víctima de un engaño.

Para empezar, los prometidos estudios de nutrición son una farsa sin ningún rigor científico y se parecen más a cursos de cocina y restauración doméstica para principiantes que a unos estudios serios.

La presión psicológica y el acoso se hacen cada vez más insoportables y cuando se niega a asistir a las actividades religiosas comienza por parte de sus pretendidas amigas el chantaje emocional y las acusaciones veladas de estar traicionando la amistad y la confianza que se ha puesto en ella. Laura decide que tiene que escapar de allí y encuentra un trabajo a tiempo parcial fuera de la residencia en las horas que le dejan libres sus “estudios” de nutrición.

Como era de esperar, cuando sus “amigas” numerarias descubren que está trabajando la delatan y la directora de la residencia le informa de que ese trabajo es incompatible con el “disfrute” de la beca, dejando entrever que, si abandonaba ahora la beca tendría que devolver las cantidades recibidas hasta la fecha en concepto de alojamiento y manutención.

Afortunadamente, la fortaleza de Laura, que en esos momentos acababa de cumplir la mayoría de edad, le ayudó a tomar la decisión correcta que fue hacer su maleta esa misma tarde y salir de la trampa en la que estaba metida. Esa misma noche una amiga, esta vez de las de verdad, a la que había conocido en el trabajo la alojó en su casa por un tiempo, hasta que encontró un mejor trabajo que le permitió matricularse en un grado universitario de nutrición, grado que completó de modo brillante y que hoy ejerce con éxito.

Laura ha venido a casa a encontarse con mi hija esta tarde. Se la ve feliz, realizada, viva. Nos cuenta su historia, ella no sabe que yo fui numerario durante más de veinte años, ni que posiblemente me senté en mesas servidas por chicas como ella sin ser consciente de su situación.

No hay en sus palabras ninguna amargura, ni rencor, solo el deseo de contar su historia, unos hechos que pudieron dar al traste con sus aspiraciones y que, sin duda, habrán arruinado la vida a muchas víctimas como ella.

La historia de Laura no ocurre en el siglo pasado, sino en este y manifiesta a las claras que en el Opu$ D€i, nada es lo que parece. El engaño, la simulación, la mentira, la explotación, el maltrato son señas de identidad de la institución. Lo fueron de su fundador, y lo siguen siendo de los pocos seguidores fieles al espíritu que van quedando.

Laura fue utilizada como mano de obra barata, bajo simulación de unos estudios falsos, como respuesta a la escasez de vocaciones de nax, para mantener el modo de vida elitista y rancio que le gustaba disfrutar a su fundador y que intentan imitar sus hijos/as en un mundo que ya ha cambiado y que esperemos no vuelva nunca.


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