El Código Da Vinci y el Opus Dei

Por Agustina López de los Mozos Muñoz, Coordinadora de la web Opuslibros.org, 16.02.2006


El Opus Dei está haciendo un esfuerzo muy importante para contrarrestar el efecto que el Código Da Vinci, novela y película, han tenido y van a tener: comunicado de prensa, artículos, documentales, etc., para llegar a los que no conocen la institución: el gran público.

Intentan confundir -a quienes no los conocen-, alegando que "se trata de un ataque a la Iglesia" y poniendo a la Iglesia como escudo que les parapeta. Pero la Iglesia no es el Opus Dei. Y los ataques a la Iglesia les importa bien poco cuando no tratan de salvar su "reputación". De ahí que no hayan hecho ninguna campaña en contra de libros tan conocidos y tan alejados de la doctrina católica como, por ejemplo: "El Evangelio según Jesucristo" (José Saramago), "El Evangelio según el Hijo" (Norman Mailer), "Tres visiones de Judas" (Jorge Luis Borges), "La última tentación" (Nikos Kazantzakis) o la reciente "Trilogía del Cristo clonado" (James Beau Seigneur). Intentan, con la campaña publicitaria en contra el "El Código Da Vinci", que el gran público inculcar lo que erróneamente difunden: "quien critica al Opus Dei, critica a la Iglesia".

Pero, además del referente al gran público -ajeno a la prelatura-, hay otros dos frentes donde el Opus Dei necesita hacer algo:

El primero es el de los propios miembros de la prelatura. Aquí el desencadenante del peligro ha sido esta web de Opuslibros, junto a ODAN (inglés). Las webs han servido para que se rompa la ley del silencio respecto de muchos aspectos de la praxis del Opus Dei. Y esto ha llegado no sólo a los exmiembros sino también a los muchos fieles de la prelatura que acceden a las webs como lugares donde pueden verse comprendidos.

El segundo es el de la jerarquía de la Iglesia. Muchas críticas al “Codigo DaVinci” que se centran en los aspectos más caricaturescos del libro, olvidan cual es la razón por la cual el Opus Dei se ve envuelto en la trama del libro. Es en el capítulo 100 donde -ficticiamente- el prelado del Opus Dei cuenta como había sido llamado al Vaticano para comunicarle que el nuevo Papa había decidido separar al Opus Dei de la Iglesia por la difícil posición en que el Opus Dei estaba colocando a la Iglesia debido a:

  1. Sus prácticas de proselitismo agresivo
  2. Su utilización de la mortificación corporal
  3. El trato hacia las mujeres en la organización

En nuestra opinión, ni las tesis del código DaVinci sobre María Magdalena, ni el cilicio, ni el albino Silas, ni la exactitud de los datos históricos, etc., preocupan mucho al Opus Dei. Mientras estos sean los asuntos de debate -y cuanto más inverosímiles, mejor-, tranquilos. Sólo hay una cuestión que realmente pone nerviosa a la dirección de a prelatura. La posibilidad de que pudiera ocurrir algo parecido a lo que relata Dan Brown en el capítulo 100.

Lo que la Iglesia pueda decidir hacer ante las cuestiones del proselitismo agresivo sobre menores de edad, de la dirección espiritual “colectiva”, del “vínculo contractual” cuyas obligaciones los fieles no conocen sino con el paso del tiempo, de la coacción psicológica hacia los que quieren marcharse, del control absoluto sobre las actividades de los miembros numerarios en todos los asuntos –relacionados o no con el fin de la prelatura–, de los tratamientos psiquiátricos para tratar la "crisis de vocación",...; esa actitud de la Iglesia es lo que de verdad preocupa al Opus Dei.

Y los ritmos de la Iglesia son lentos pero seguros. Minimizando el ruido o el escándalo, pero sin pausa.

Y frente a la Iglesia, finalmente, al Opus Dei no le van a valer documentales ni campañas de imagen ni su penetración en la Curia. ¿Qué prepara el Opus Dei para hacer frente a esta situación?


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