De quién es la riqueza acumulada por el Opus Dei?

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Por Federico, 4 de mayo de 2007


Conocemos que la Obra afirma de sí misma que es pobre. Incluso ha llegado a decir (quizá intentando justificarse ante los suyos), que cuando se le da a ella todo el dinero, se está cumpliendo el consejo de Jesús al joven: “Si quieres ser perfecto, ve, vende cuanto tienes, dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos, y ven y sígueme” (Mt. 19, 21). Porque, según ella, el Opus Dei es una parte de los pobres, está incluido entre éstos. Así se estaría cumpliendo la doble recomendación de Jesús para ser perfecto: se está dando todo lo que se tiene a los pobres, y se le está siguiendo dentro de esta institución. Aunque la argumentación es humorística para una persona normal, es posible que a muchos miembros les parezca muy adecuada.

Sabemos que los bienes temporales del Opus Dei son muchos, incluso puede que sean excesivos, por eso lo que les exige como un derecho de la Obra a los opúscratas de sus clases célibes (la totalidad de sus sueldos y de los demás bienes que poseen), no me parece una entrega a los pobres sino a los ricos. Pero estos ricos, ¿quiénes son?... O en el caso de existir un solo rico, ¿quién es?...

La Iglesia no es la poseedora de esta riqueza, ya que en el Código de Derecho Particular del Opus Dei (Estatutos) se lee que «De todos los bienes y de cualquier parte que provengan, los que pueden ser adscritos a la Prelatura, tan sólo han de ser considerados como verdaderamente eclesiásticos, según la norma de derecho, aquellos que, de hecho, les hubiesen sido ya adscritos a la Prelatura por el Prelado». (129. § 2). Y no me parece que el prelado haya adscrito, de hecho, muchos de los bienes a la prelatura. Entonces, ¿quién los posee?...

¿Los “que pueden ser adscritos a la Prelatura”? Luego existen bienes que no pueden ser adscritos a la prelatura, pero que, de alguna forma, ésta los posee. ¿A quién pertenece esos bienes?...

¿Y aquéllos que, de hecho, no hayan sido adscritos a la prelatura por el prelado, pero que sí “pueden ser adscritos a la Prelatura”? ¿Quién los posee?...

Aquí se ha escrito, que hasta del automóvil que les permiten adquirir a los miembros célibes, tienen que hacer un contrato de compra-venta, con el nombre y firma en blanco de la persona a la que se vende. Lo mismo que para las acciones que les hacen firmar de las diferentes sociedades mercantilesde la Obra, en la que ella no figura en ninguna parte. Igual que con los beneficiarios de los testamentos que les obligan redactar y firmar para quedarse con todas sus posesiones (cf Rapelu, Ana Azanza y A. Moncadaentre otros).

¿Quién consta como comprador o beneficiario de todos esos bienes? ¿A quién pertenece (o pertenecía, si ya no existe) la red financiera que formaron en su día? ¿Y las de los negocios editoriales, educacionales...?

No conozco la respuesta, pero parece lógico que sea una cadena de compradores o beneficiarios, que venden o hacen testamento a su vez en blanco, y que el último eslabón sea el prelado. Mientras esperamos que la opuscracia nos pueda aclarar este asunto, tomaré esta conjetura como la más probable. Teniendo en cuenta, además, que él es quien puede adscribir, de hecho, los bienes a la prelatura, luego los posee.

A veces para poder discernir lógicamente una cuestión, es necesario imaginar su situación extrema. Imaginemos que el Papa acabara con la prelatura del Opus Dei de un plumazo. ¿De quién sería entonces todos esos bienes, toda esa enorme riqueza acumulada durante tantos años?... Del prelado.

El prelado pasaría a estar en la lista de las personas más ricas del mundo.

Y, en definitiva, los despojados cooperadores orgánicos habrían hecho el canelo (dicho de forma castiza). Lo mismo que ahora ya lo están haciendo.



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