Cuadernos de Ruedo Ibérico/Notas sobre la pornocrítica

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Notas sobre la pornocrítica

artículo de Rafael Lozano, pseudónimo de Luciano Rincón, Ruedo Ibérico 31-32, 1971.

Trascripción y comentarios: Ana Azanza


Rafael Lozano hace una crítica de las críticas recibidas por el libro de Jesús Ynfante, La progidiosa aventura del Opus Dei, Génesis y desarrollo de la Santa mafia, publicado en París en 1970 por ediciones Ruedo Ibérico. Dice que lo original del libro es que se trata de una obra “de izquierdas” que ha tenido sobre todo lectores “de derechas”.

El articulista opina que las críticas que se han hecho al libro son bastante superficiales, parciales, sin entrar en el contexto del ensayo político español por ejemplo. La crítica española ha mostrado así su trivialidad, su falta de rigor y su escasez de conocimientos bibliográficos.

Al autor de estas notas también le parece un libro insuficiente, contiene información sobre el opus dei pero según él le falta crítica, elaboración, análisis. Falta una explicación global del fenómeno Opus Dei. Creo que los lectores y colaboradores de opuslibros.org estamos de acuerdo en que no es nada fácil llegar a esa síntesis total que cancele el tema, aún hoy. Por eso seguimos aquí, intentando comprender entre todos. Sabemos que la institución de la que nos ocupamos es maestra en el arte de ocultar las pistas y del disimulo, todo lo cual no facilita nada la comprensión y el análisis.

Analiza una de las críticas que le parecen más características, la de José María Ruiz Gallardón[1] en el diario madrileño ABC (29-10-1970): “Se puede juzgar un libro y valorarlo, y se estará de acuerdo o no con ese juicio. Pero no se puede juzgar críticamente un insulto.” Comenta Luciano Rincón que desde la inefable majadería del ex ministro Arias Salgado, “toda la libertad para la verdad, ninguna libertad para el error”, no se había vuelto a escribir, aunque la competencia es mucha, otra engolada banalidad tan grotesca.

Mi pregunta a la que no tengo contestación por ahora, es si ese tal Ruiz Gallardón, apologista del opus, pertenecía al mismo, o fue sólo uno más de esos defensores que le salen gratis a la “obra de Dios”.

Sigue Ruiz Gallardón padre: “No es un ataque –se refiere al libro de Ynfante- no es una discrepancia, es pura y simplemente una injuria.” Y comenta Luciano Rincón: “Curiosamente no es una injuria generalizada la carrera de José María Escrivá, no es una injuria –aunque sólo sea al sentido común- la adopción de títulos nobiliarios como medio de santificación (…), no es una injuria la utilización del cristianismo para manejos que abarcan desde el gansterismo puro y simple a la explotación de clase, empleando razones aparentemente marginales de los iniciales propósitos religiosos para procurarse imperios y subimperios económicos, políticos y paraculturales; no es una injuria el tráfago de negocios, divisas, títulos y otras armas pícaras, nacido y permitido al amparo de una manipulación religiosa. Nada de eso es injurioso, lo que sí es injurioso es decirlo públicamente. Como el vicio en las sociedades burguesas, como los prostíbulos en esas sociedades que existen y son utilizados por los que mandan en dichas sociedades, deben existir pero no deben verse. Tienen sus barrios propios, apartados. La corrupción puede ser un hecho, pero no debe hablarse de ella.”

Ruiz Gallardón debería de haber mostrado en qué miente Jesús Ynfante en su libro. “Pero eso le obligaría a tener que meter las manos en el fangal que el mismo crítico sabe que existe (…) Tratar de desautorizarlo con el empleo de esos calificativos sin razonamiento, al que califica es al crítico, que no sólo no ha sido capaz de negar uno solo de los cargos concretos con los que se enfrenta al Opus Dei, sino que se ha limitado a un rasgamiento literario de vestiduras y a ciertas insinuaciones amistosas para que también a él le cuente el Opus sus secretos. Ruiz Gallardón pide una obra seria sobre el tema. Pero no cita, ni comenta, ni critica la de Artigues, que tiene un planteamiento bien diferente de la de Ynfante. Es porque la de Artigues tiene que tomarla como un estudio histórico, mejor o peor logrado de un tema en el que no quiere incidir Ruiz Gallardón en profundidad. Porque eso es crítica. Y crítica es lo que en torno al Opus Dei no puede hacer Ruiz Gallardón.”

“El libro de Ynfante no ha dado un armamento doctrinal a la oposición al régimen, pero ha tocado uno de los temas que más irritan la piel de sus mantenedores: los escándalos, las infidelidades teóricas, las técnicas de explotación, la usurpación de los bienes nacionales por una minoría.”

Otra perla que recoge del artículo de Ruiz Gallardón: “un espécimen perfecto de un género que alcanza en él su más exacta definición: la pornocultura.” El libro de Ynfante sería un ejemplo de pornocultura. Dice al respecto Luciano Rincón:

“Yo no me atreveré a decir que la pornocultura en España la haya creado ABC, pero sí que la ha utilizado de manera continua, deliberada y sistemática durante muchos años. Durante todos los años de su vida (…) Una antología de textos de Radio nacional, editoriales de Arriba, fondos de ABC, etc., en los años inmediatos al fin de la guerra, con textos escritos incluso por ese pariente próximo del Opus que dicen que es Carrero Blanco, en los que se insultaba no a las ideas sino a las personas con nombres y apellidos, aclara perfectamente esta cuestión. La prensa y la radio victoriosas crearon un repertorio que dejaría absorto al más audaz libelista actual de cualquier tendencia ideológica. ABC no ha sido menos que radio Nacional en la antología de la pornopolítica y la pornocultura, de pornodenuncia y pornocrítica (…) ¿Quién ha inventado en España la pornocultura? Por lo visto Ynfante, no los que hacían aquellos retratos de personajes enemigos, en el amplio abanico que iba desde Manuel Azaña a Dolores Ibarruri, retratos en los que toda la suciedad de este mundo estaba acumulada.”

“En los años sesenta, pasada toda pasión de posguerra, un obispo, monseñor Gúrpide escribía una carta pastoral sobre el verano, después de hablar de la honestidad de las mujeres españolas: “Pues digan lo que digan, sepa bueno o malo, hay que pensar en que las mujeres sean como las quería Aparisi, como las quería Mella, como han sido las que más hijos han dado a la patria, como aquellas de la Cruzada que cuando recibían la mala racha se sorbían las lágrimas y bendecían a Dios… que para ser de las “otras” ya tenemos bastante en el campo enemigo”. ¿Quién ha inventado la pornocultura, y la injuria, y la zafiedad añadida y la suciedad en el enjuiciamiento al que disiente? Durante años ésa ha sido la tónica. Los textos están escritos y parece necesario que a un país físicamente renovado se le refresque la memoria cuando los honestos críticos de la profesionalidad herida se escandalizan.”

Denuncia también Ruiz Gallardón que el libro de Ynfante no va sólo contra el Opus sino contra todos los grupos que existían en el régimen de Franco, como si Ruiz Gallardón hiciera una llamada a hacer frente común frente a esos ataques al sistema establecido.

Sin embargo Luciano Rincón considera que “si los creadores y ejercitadores de la pornocultura la pornocrítica durante más de treinta años de violencia victoriosa, consideran que el ataque a tales hábitos es también pornocultura sólo que de signo contrario, la están justificando. Porque si ellos son el Bien y la Verdad, no caben matizaciones respecto a su absoluto, sino el desmonte realizado por otro Bien y otra Verdad.”


  1. Supongo que se trata del padre del actual alcalde de Madrid y político destacado del Partido Popular, Alberto Ruiz Gallardón