Cuadernos de Ruedo Ibérico/From time to time

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FROM TIME TO TIME

nota de Francisco Farreras en Ruedo Ibérico, 5 (1966).

Comentado por Ana Azanza


En este artículo el autor compara los dos retratos de España que hacía la revista norteamericana “Time” en 1962 y en 1966. ¿Cómo se veía España desde Estados Unidos y más concretamente desde esta prestigiosa revista en cada uno de esos dos momentos? En resumen, parece ser que la única solución para que España saliera de la dictadura en el año 62 según Time, era la restauración de la monarquía en la persona de don Juan de Borbón, padre del rey Juan Carlos.

“22 de junio de 1962: en cubierta del semanario norteamericano de esa fecha y título un retrato de don Juan de Borbón luciendo un extrañísimo uniforme ( el de la Orden de la Maestranza de Ronda, según nos ilustra el editorialista) y cruzado en la esquina superior derecha por una banda negra con esta inquieta leyenda: “ESPAÑA: Todo el mundo espera.”

“21 de enero de 1966: esta vez aparece en la portada el general Franco, de paisano, con los rasgos envejecidos (¿Ennoblecidos?) por el retratista, quien ha añadido a su obra un fondo simbólico cargado de intención: un viejo tronco de olivo, al que le han brotado ¡oh milagro español! Numerosas ramas verdes y lozanas. Y en la banda de la esquina, ahora sobre fondo blanco, la frase tranquilizadora: España mira hacia el futuro” (…)

“En enero de 1966 toda ha cambiado. Pero no precisamente en el sentido previsto -¿deseado?- por Time en 1962. “España un país que despierta”. “Hemos pasado de la noche a la mañana de ir con zapatos a los embotellamientos de tráfico, dice un banquero conservador de Barcelona”.

Yo recuerdo en mi infancia haber visto en Pamplona, recién o a punto de llegar la democracia, parecidos lemas defensores del “antiguo régimen”, quiero decir del franquismo. Se oía “con Franco vivíamos mejor” y también “con Franco pasamos de la alpargata al coche utilitario”, resaltando la prosperidad económica, el salto que había dado España desde los tiempos de la posguerra al desarrollo de los años sesenta y setenta. Por supuesto que esos lemas eran pronunciados por personas muy de derechas, que es la tonalidad política de esa ciudad, al menos en los barrios donde yo me moví, y como demuestran unas cuantas convocatorias electorales.

“El equipo redaccional de Time, con toda la eficacia periodística de que es capaz, nos ofrece en su reportaje el new look de España: las viejas estampas de bailarinas y toreros, de borricos y molinos de viento son reemplazadas por el desfile vertiginoso de los nuevos tópicos del desarrollo, aplicados al país que el año pasado rebasó el fatídico límite de los 500 dólares de renta per capita que separa a las naciones ricas de las pobres: el 40% de las familias españolas poseen televisión, (…) la siesta está desapareciendo porque los españoles no tienen tiempo para ella. De todo ese cambio “el más sorprendido es el propio Franco” (…) Franco no es ahora el dictador que era en 1962 sino un “ávido deportista… con una notable vitalidad… que todavía puede trepar peñas arriba tras las cabras montesas, matar 300 perdices en un día y pescar durante horas con agua hasta las caderas en los helados ríos de las montañas de Asturias (…)

Pero el cambio de tratamiento más notable y significativo es el que se aplica al Opus. En 1962, a pesar de llevar ya cinco años en el poder, al Opus Dei, “una orden laica semisecreta cuyos miembros hacen votos de obediencia, pobreza y castidad” lo despachaba Time en poco más de una docena de líneas; en 1966 ocupa con todos los honores nada menos que columna y media, en la que se ofrece a los siete millones de lectores de la revista la versión habitual que los miembros del instituto suelen oponer a los detractores del mismo. Con la no menos habitual confusión: “No está probado realmente que el Opus tenga fines políticos. Si algunos de sus miembros ocupan puestos en el gobierno de Franco, otros, como el demócrata cristiano Florentino Pérez Embid y el monárquico liberal Rafael Calvo Serer son destacados oponentes del régimen…Precisamente por esta razón el Opus Dei se ha convertido en un factor tan importante para la política española. Sus miembros figuran en todos los movimientos políticos importantes, excepto en los de la extrema izquierda. Y es de suponer que ocuparán posiciones de autoridad en cualquier gobierno que eventualmente suceda a Franco.” ¿Está claro? Tanto, que esas frases encierran a nuestro juicio, la clave del artículo. En 1962 Time jugaba la carta liberal de Don Juan.

Y se equivocó. Hoy juega claramente la carta del Opus y sólo el tiempo nos dirá si esta vez acierta. Pero la cosa es para nosotros los españoles mucho más importante que una simple apuesta. Sería ingenuo creer que Time es una revista independiente. Habrá que preguntarse, por lo tanto, por la significación de este número de enero de 1966. Por lo que esconde o mejor dicho por lo que revela.”

Calvo Serer, numerario, fue un personaje que se hizo notar en los últimos años del franquismo. De ser un tradicionalista a ultranza, del estilo de Menéndez Pelayo en los años cuarenta y cincuenta, pasó a “hacer el papel” de opositor al régimen. Incluso se exilió en Francia en los años setenta cuando le cerraron y volaron el periódico que él dirigía. Aunque, la verdad sea dicha, exiliarse en 1972 no tenía la misma chispa que hacerlo en 1939… De cualquier forma, en otros artículos de Ruedo Ibérico se habla de él más largo y tendido. Pérez Embid, otro “numerata”, pasó más desapercibido, pero no tanto. Tuve el encargo de ordenar su correspondencia que yace en los archivos de la universidad de Navarra. Eran cartas recibidas y enviadas durante los primeros años setenta cuando Florentino Pérez Embid ocupaba el cargo de director general de Bellas Artes, así que no está nada claro eso que dice Time de que fuera una oponente al régimen. Franco murió en noviembre de 1975.

Para concluir Francisco Farreras, autor de esta nota, explica el cambio sufrido por la revista Time con respecto a la política interior norteamericana, si en 1962 criticaba a Kennedy en ese aspecto, en 1966, en plena guerra del Vietnam, Time aprueba los impuestos para sostener la guerra, la guerra ofrece perspectivas a los negocios americanos. Al tiempo, Time apoya en España la política tecnocrático-autoritaria del Opus Dei (…) Según la revista en 1966: “La verdadera democracia en el sentido occidental acaso no se vislumbre aún en el horizonte, porque Franco cree (…) que los españoles son tan fuertes de carácter que necesitan una mano firme que los mantenga en la línea (…) Unos cuantos años más de creciente prosperidad podrían inculcar fácilmente el sentimiento de un bienestar general sobre el que, al fin, la anarquista España podría basar su madurez política (…) No puede resumirse mejor, ni en menos palabras el desideratum del neocapitalismo español y de su más poderoso aliado…”

Vemos que el mito reaccionario sobre la incompatiblidad española y la democracia aparece aquí como de la nada. Ya se explicó en otro artículo de Ruedo Ibérico, La mentalidad española y la democracia, el origen de la misma.