Contradicciones de la doctrina interna

Por Hormiguita, 8.12.2004



La libertad de dirección espiritual

Con muchísimo interés he leído el escrito, "Sobre los sacerdotes", de Compaq y Brían (20-08-04) sobre la doble doctrina del Opus Dei. Es una muestra de cómo el Opus Dei adapta el Evangelio para justificar sus fines. Antes de seguir, quiero dar las gracias a los autores por su trabajo.

En primer lugar considero que sacar de su sitio al único pastor que es Cristo -y a El se refiere San Juan (X, 3-5)- para asociarlo solo con el Padre y sus representantes, -excluyendo a los demás de la Iglesia- es erróneo por cerril. Cristo es universal y lo dejó bien claro.

En segundo lugar, ¿quién es Escrivá para tratar de "extraños" a otros pastores que son también otro Cristo? Qué poca confianza mostraba Escrivá en Cristo, cuando solo confiaba en los pastores "propios" del Opus Dei para guiar sus almas. Esto es querer acotar a Cristo al opus dei, y usar el Evangelio de San Juan para justificar las ideas propias. ¿Cómo se puede afirmar que ser pastor de las ovejas es valido "solo" con sacerdotes del Opus Dei? Escrivá llega a decir terminantemente que "no oyen su voz" porque los demás pastores son "extraños". Si consideramos como valido este argumento de Escrivá, también lo podría ser a la inversa, es decir, que un cristiano de parroquia considerase "extraño" a un pastor, porque viene de otra orden o congregación, o prelatura, y por tanto no es el párroco de su parroquia. Y que por tanto, no es un pastor valido. ¿Verdad que seria absurdo?

San Pablo condena estas tendencias excluyentes cuando dice que como pastor era "todo para todos para ganarlos a todos". Es decir, San Pablo no era un pastor "extraño" para unos y "valido" para otros. Según Escrivá "no pueden ser buenos pastores" a los que no proceden de la línea jerárquica del Opus Dei. Eso era lo que le interesaba, pero es un poco distante de San Pablo, que digamos.

Para dar mas luz al tema, quisiera aportar la doctrina de San Juan de la Cruz respecto a la dirección espiritual, y contrastarla con la predicación de Escrivá.

Este doctor de la Iglesia, defiende la libertad de cada alma de elegir y cambiar de pastor, pues dice: "deben los maestros espirituales dar libertad a las almas y están obligados a dejarlas ir a otros y mostrarles buen rostro cuando ellas quisieran buscar mejoría. Porque no saben ellos por donde Dios querrá aprovechar aquella alma, y que es señal de que la lleva Dios adelante por otro camino que el maestro la lleva. Y los dichos maestros lo han de aconsejar (el cambio de director espiritual); y lo demás nace de necia soberbia y presunción, o de alguna otra pretensión" (Llama de Amor 3,60).

En la obra citada (51-60) este Doctor Universal advierte de que son muy dañinos los pastores espirituales que "tratando un alma, jamás la dejan salir de su poder". Esto es -tristemente- lo que quiere Escrivá e intenta hacer el opus dei.

Se pueden llenar páginas sobre las prácticas en el opus dei para que un miembro jamás salga de su poder. El Vademécum de los Consejos Locales dice "este el mejor proselitismo: procurar que no se pierdan los que ya son instrumento; red, conseguir que no se rompa la red". Y lo considera "grave deber" evitarlo. Pg. 52.

Una de las prácticas es acusar de pecado a los que convivían con alguno que se salía de la red. Cito de nuevo el Vademécum: "si se diese el caso de una defección de la que no se supiese explicar las causas, nuestro Padre no excusaba de pecado, y en ocasiones de pecado grave, a los Directores y a los que hubieran convivido con aquel hijo suyo". Es natural, con esta doctrina institucional y además bajo la amenaza de pecado, que se haga presión a los demás para que sigan en la obra. Pero ni es evangélico, ni creo que lo apoye la Iglesia.

San Juan de la Cruz, refiriéndose a estos directores espirituales que monopolizan a las personas les plantea: "cómo puedes tu saber que aquella alma no tuvo necesidad de ir a otro". También denuncia cuando con pretexto del evangelio, se quita libertad a las almas de elegir a su director espiritual: "tu de tal manera tiranizas las almas y de suerte que las quitas la libertad y adjudicas para ti la anchura de la doctrina evangélica". Escrivá cae en ello, y se adjudica el evangelio interpretando a su modo el texto del pastor y las ovejas en San Juan X, 3-5. A partir del texto Escrivá niega validez a los demás directores espirituales que no sean de la obra. Ver la carta del 28-III-1955, citada por Compaq y Brian.

Con los criterios del opus dei es probable que la dirección espiritual de una persona no se haga apropiadamente. San Juan de la Cruz dice que es imposible que un pastor tenga oficio "para todas las almas que no dejas salir de tus manos; porque a cada una la lleva Dios por diferentes caminos, que apenas se hallará un espíritu que en la mitad del modo que (el director la lleva) convenga con el modo de otro espíritu". Es decir, que no hay dos almas iguales, y que por tanto un director espiritual no ha de pretender tener la solución para todos. Escrivá lo pretende cuando alega que "Los que no tienen misión dada por el Padre o por los Directores Regionales, no pueden ser buenos pastores".

El vademécum no admite "otras actitudes" por parte de nadie. Si un asociado decide salirse, "Se procurará hacerle comprender que otra actitud, al cabo del tiempo, le llenaría de pena y le avergonzaría delante de Dios, de su conciencia y de los hombres" pg. 53 del Vademecum.

En resumen, observamos como un Doctor de la Iglesia defiende la libertad de elección en la dirección espiritual. Por otro lado, Escrivá la niega y busca argumentos en el Evangelio de San Juan para negarla. En la obra se considera "de mal espíritu" acudir a sacerdotes externos. Y puedo dar testimonio de que me aconsejaron confesarme si lo hacía.

La última piedra y el Evangelio

Personalmente nunca sabré lo que Dios reveló a Escrivá, aunque en la Obra se dice que todo el carisma fue revelado. "En todas estas anotaciones se trasluce la naturaleza exclusivamente sobrenatural de esta labor" dice el Vademecum de Los Consejos Locales en su introducción. Pero creo que Dios no revela cosas contrarias al Evangelio. En esta segunda entrega ofrezco unas reflexiones sobre la insistencia opusina en la perseverancia. Me parece que es actuar contra el Evangelio.


1. Veamos primero cual es la práctica en la Obra.

El Vademecum de los Consejos Locales dice que poner "La última piedra es lo interesante. En la existencia, si no se consigue poner la última piedra, la vida entera no sirve de nada". "¡Vale la pena ser fieles, vale la pena aspirar a poner la última piedra, con la ayuda del Señor!" Pg. 46.

Es una frase muy fuerte, pues solo Dios en su omniescencia sabe de qué sirve la vida entera de uno, y no un consejo local. Afirmar que "la vida entera no sirve de nada" es ejercer una violencia de la palabra sobre la persona. Nadie debe decirlo, y menos una institucion religiosa como el Opus Dei. ¿Es una frase así, como afirman "exclusivamente sobrenatural"?

La cantidad de fuertes medidas que emplea la obra para conseguir la fidelidad a la vocación consituye una presión indecible para quien no la ha experimentado. No voy a ahondar aqui en ejemplos, porque hay abundantes testimonios en esta Web. Personalmente guardo muy malos recuerdos, porque esa presión me llevó a una neurosis depresiva, diagnosticada -cómo no- por un siquiatra de la obra.

Cuando alguien se replantea su situación en la obra, los directores tienen asignada una labor muy detallada: "En concreto, convendrá enterarse con prudencia de qué clase de amistades cultiva; si tiene intimidad con alguna persona; si se aconseja con algún eclesiástico (ajeno a la Obra), en lugar de hacerlo con sus hermanos; qué correspondencia envía y recibe, pues quizá escriba a parientes, a amigos o a otras personas que le hagan muy poco bien; qué libros lee". Del Vademecum, pg.50. "Nada de lo que se refiera a los demás, por pequeño que sea, puede resultar indiferente". Pg. 47.

A pesar de lo anterior, la obra dice que no fuerza a nadie: "porque ninguno se siente nunca coaccionado o forzado humanamente a seguir el camino"; Pg. 48 Abundan testimonios de que esto no es cierto. La obra incumple su propio vademecum.

Como señalé en la primera entrega, Escrivá decía a los directores que podían cometer un pecado grave si no cumplian bien el cometido. Desde que se incorpora a la obra -en los medios de formación y en las lecturas internas-, la persona ha ido recibiendo gravisimas advertencias del tipo "no se salvarán", o "son desgraciados" los que abandonan. Esto crea huella en el fuero interno. Cualquier intento personal de marcharse la obra se define como "estar cegado u obcecado", "tapujos de su soberbia" "apegos desordenados"; o si la ayuda se la presta otra persona es un "cariño mal entendido". Entonces la Obra procura aconsejar "la conducta más acertada para disipar esos obstáculos, quizá aparentes, y así, irle conduciendo poco a poco, como por un plano inclinado muy tendido". No se plantea si la persona librememente no quiere y no debe seguir en la obra. No se plantea que Dios puede ser -a través de la conciencia- quien señala otro camino.


2. Veamos que dice el Evangelio. Lo observamos en el misterio de Pedro y del Discipulo amado, en S. Juan 21, 15-23.

"Pedro se vuelve y ve, siguiendoles detrás, al discipulo a quien Jesus amaba, que además durante la cena se habia recostado en su pecho y le habia dicho: "Señor, quien es el que te va a entregar?" Viéndole Pedro, dice a Jesús: "Señor, y éste, ¿que?" Jesús le respondió: Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿qué te importa? Tú, sigueme."


3. Interpretacion del Evangelio en relación a la actuaciones de la Obra.

Jesús le acaba de decir a San Pedro "apacienta mis ovejas", y "sígueme". Y San Pedro se interesa por el futuro de ese discípulo. Jesús le responde: ¿qué te importa? Acaba de dejar bien asentado que lo único que debe preocupar a un Cristiano es el seguimiento propio a Jesús. Porque le dice Jesús a Pedro "Tú, sígueme". Todo lo demás queda al arbitrio de Jesús que tiene cuidado de cada uno de los suyos.

A mi modo de ver, es un ejemplo muy claro, porque Jesús le dice a San Pedro, el primer Papa, que no le ha de importar si el discípulo amado le sigue a Pedro o no.

En cambio, en la Obra según lo ya comentado, esto seria una falta gravísima de espíritu. Al director que no le importase si un miembro sigue o no, puede caer en pecado grave, según Escrivá. Posiblemente sería destituido si replicase "que no le importa" cuando alguien prefiere siguir otro camino.

Creo que una persona puede llegar a la santidad en la Obra, pero la Obra ha de comprender que el Evangelio señala que no importa el camino que se siga. Por tanto, el modo de actuar de la obra es muy dudoso.

Jesús sabe que hay muchas maneras distintas de seguirle, y que tiene reservado un puesto concreto diferente para cada uno. El Evangelio nos enseña que lo importante es el seguimiento individual. El lograr "la última piedra" en el Opus Dei es otra cosa.


4. En Resumen.

Despúes de escuchar a Jesús, el mismo San Pedro tampoco insiste a San Juan para que le siga en su camino. En la Obra, no solo se insiste, sino que "se crea" un pecado grave si no cumplen con esa insistencia. Jesus, en cambio, indica el criterio a seguir en 3 palabras: "qué te importa?"

Consideraciones sobre la labor de San Rafael

Cuando Cristo llamó a sus discípulos, todos eran adultos, excepto, quizás San Juan. En la obra no esperan a que seas un adulto para que pites.

"La obra de San Rafael es el semillero del Opus Dei" "para eso hemos de tomar a los chicos jóvenes, con el fin de darles en la primera juventud los medios para la lucha ascética, y les sea así mas fácil recibir la llamada de Dios". De nuestro padre, carta 24-X-1942. Y texto de meditación para el día de San Rafael en la Obra.

Dicho de otra forma, se aspira a prepararles para "pitar" cuando son jóvenes.

"El caudal mas numeroso debe venir de allí" "es necesidad urgentísima y absoluta, sin excepción de ningún estilo, de comenzar y continuar este trabajo apostólico" "con mas obligación cuando yo muera" De nuestro padre 5-III-1963.

"De esa labor generosa llegan muchas vocaciones a la obra"

"el Señor lo quiere así y suscita en las almas de muchos, la aspiración a una vida de entrega, formados al calor del espíritu de la Obra, la aspiración a un a vida de entrega con diversos matices, pero siempre la misma y total". Del meditaciones para el día de San Rafael, pg. 261. Este texto se medita en la Obra hoy, porque es el dia de San Rafael.

Nos hemos de plantear si realmente "el Señor lo quiere así". Porque, puestos a decir, se pueden decir muchas cosas. Poner en boca de Dios que "lo quiere así", es algo muy serio, y yo personalmente no me lo creo. Por dos motivos.

Primero, por la falta de intervención de los padres.

En las bodas de Caná, su madre la Virgen, permitió que Jesús comenzara su misión pública. En la Obra no dejarán que los padres se enteren, ni que participen en la decisión. De entrada, cuando se escribe la carta, te aconsejarán que "no se lo digas a tus padres". Jesús no comenzó sin el consentimiento de su madre, pero tu no harás lo mismo en la Obra.

Recuerdo lo que aconsejaba la Madre Teresa de Calcuta sobre la entrega. "Cuando optamos por la vida religiosa, cada uno de nosotros ha debido hablar con sus padres para decirles que quería irse y pedirles su bendición" (Del libro, Los 5 minutos de la Madre Teresa Ed. Claretiana, pg.102).

Lo que hacen las Hermanas de la Caridad me parece más en consonancia con el Evangelio. Esconder una incorporación a la Obra a los padres no es Evangélico, y no me creo que Dios "lo quiere así".

Yo me hice de la obra a los 17 años. Sin embargo, no les comuniqué nada a mis padres hasta mas de un año y medio después, previo consentimiento de mi director. Durante ese tiempo, soporté una continua sensación de esconderles algo a mis padres.

El segundo punto, que me hace considerar que Dios no lo quiere así es porque la obra esconde la verdad a los jóvenes que se entregan.

Humildad y opus Dei

Recientemente comimos juntos cuatro ex miembros de la obra, dos de ellos habían estado dentro mas de 20 años. La conversación derivó hacia aquellos aspectos de nuestro carácter que en la charla semanal el director aconseja que cambiásemos.

El primero de nosotros, un hombre de carácter expansivo, emotivo, de mirada picara, y sonrisa fácil, le indicaban sus directores que él no tenia que ser tan espontáneo. Le decía que debía ser mas reflexivo, mas pensativo.

El segundo, un hombre de carácter reflexivo, de mirada inteligente, algo secundario porque se piensa primero las cosas. Le decían sus directores que tenia que ser mas emotivo, mas vivaz, que tenia que "soltar un taco" de cuando en cuando.

En ambos casos, las indicaciones eran ser lo contrario a lo que cada uno era. Resultados: confusión personal, pensar que no hacían lo correcto, y poca valoración de si mismos.

La tercera amiga, ex numeraria ella, con muchos años en la obra. Cada vez que había hecho algo bien en su trabajo tenia que sufrir los siguientes comentarios.

Ella explicaba a la directora en la charla semanal: "he organizado esto, y ha salido muy bien. Pasamos algunos apuros, pero al final todos quedaron muy contentos". Le respondía la directora: "eres vanidosa porque crees que haces bien las cosas."

Ella participaba en la tertulia explicando: "qué bien nos apañamos en aquella situación... (explicaba lo sucedido), realmente salió el muy bien el asunto, con las prisas que tuvimos". Le hacían una corrección fraterna ese mismo día: "te crees que haces las cosas bien,.. deberías ser mas humilde". "Has mostrado una falta de humildad porque has dicho en la tertulia que has hecho las cosas bien"

Me contaba ella que durante años se había confesado de lo mismo: "soy vanidosa, porque pienso que hago las cosas bien". El sacerdote respondía: "Si crees que los servicios que haces están muy bien hechos, entonces es que no eres humilde, pídele perdón al Señor."

He de decir, que se trata de una mujer muy esforzada y realmente competente. De carácter competitivo, le gusta ponerse metas, siendo una persona sonriente y amable. Esto son virtudes a los ojos de cualquiera. Ella no se veía así por la deformación recibida durante años.

Hasta aquí los hechos ocurridos a estas tres personas. Me dan pie al comentario que sigue.

Es una falta de caridad sugerirle a una persona que sea como lo que no es. La persona se vuelve voluble, incierta, despersonalizada. No es nada buen consejo de dirección espiritual además de ser sicológicamente dañino.

La Sagrada Escritura enseña que no se ha de crear confusión en las personas. San Basilio el Grande, Doctor de la Iglesia, escribió una magnifica homilía sobre la sentencia "Atiende a ti mismo" (Deut. C.XV, v.9). Este gran Padre de la Iglesia enseña a examinar con diligencia lo propio. Dice "vuelve los ojos del alma para indagar tus propias cosas" y poder evitar muchos males.

Para Escrivá era algo extraño que la persona tuviera compasion de si misma. Dice en Camino 193: "No me seas flojo, blando. -Ya es hora de que rechaces esa extraña compasión que sientes de ti mismo". Uno se puede preguntar: ¿Por qué el tener compasión de ti mismo ha de significar que eres una persona floja o blanda? No existe la causa-efecto en esta afirmación de Escrivá.

Escrivá utiliza el vocablo "singularizarse" como peyorativo. Dice en Surco 263. "Déjame que te recuerde, entre otras, algunas señales evidentes de falta de humildad: buscar o desear singularizarte;" Según parece, dice que es una falta de humildad atenderse a si mismo.

Otra frase destructiva sale de Surco 277: "Ten la humildad de la hierba, que se aplasta sin distinguir el pie que la pisa". Esto poco o nada tiene que ver con la humildad. Me indigna porque la humildad es "andar en verdad" como bien decia Santa Teresa. Y Jesús que era humilde distinguía muy bien quien le pisaba y nos lo enseñó a hacerlo. Nos dejó muchas advertencias contra los fariseos que pisaban a los demás. A la obra le conviene que no se mire quien aplasta. Para la obra eso es la humildad. Dejarse aplastar y no pensar en ti. Otro punto anulador de la persona es Surco 270 que no comento para no alargar esto. Quien quiera que lo lea.

Cuando el esfuerzo por seguir las indicaciones propias del opus Dei lleva a la persona a la cuarta planta de Clínica de la Universidad de Navarra no vale ninguna justificación. Excusas del siguiente tipo: "que si estas cansada", "que si no ves la realidad", "que tienes un desequilibrio emocional". El resultado de la vida en la obra es que esa persona está quebrada. Ruego a los directores del opus Dei, que se pregunten por qué.

Para acabar, veamos que dice Jesus a los apóstoles cuando les explica la parábola del sembrador. Les enseña lo perjudicial que puede ser: "quien no tiene raíces en si mismo y es voluble". (San Mateo 13,21). Jesús amorosamente enseña que tener las raíces en uno mismo es bueno. Es una condición para la siembra de la Palabra en la persona.

El opus Dei confunde lo que es la docilidad espiritual entre el alma y Dios. Más bien lo confunde con una persona voluble que sea útil para la red. Y eso no es la humildad.

La Encíclica 'Deus est Caritas' y un artículo del prelado Javier Echevarría

El pasado Domingo 29 de Enero, La Vanguardia, (un diario de Barcelona) publicó un articulo del prelado Javier sobre la Encíclica “Deus caritas est” de Benedicto XVI. Hoy está recogido en la web de la prelatura.

Me gustaría escribir sobre 4 temas que interesa comparar. Seguidamente, contrasto lo que dice la encíclica con lo que escribe el prelado. 1) La definición de caridad. 2) La caridad y el trabajo. 3) La caridad y el apostolado. 4) La recomendación del prelado. Finalmente 5), -añado yo- algo que me ha impresionado mucho...


1. La definición de caridad.

Escribe el prelado Javier: “Caridad significa servir, comprender, consolar, escuchar, sonreír, acompañar, corregir, animar, pedir perdón y perdonar, dar y recibir.

Dice la Encíclica en su punto 31,a: “La caridad cristina es ante todo y simplemente una respuesta a una necesidad inmediata en una determinada situación: los hambrientos han de ser saciados, los desnudos vestidos, los enfermos atendidos, los prisioneros visitados”. etc. En los puntos 25-b, 31-a y 31-b, la encíclica refiere al buen samaritano como ejemplo de la espontaneidad de corazón. Y dice que éste es el “programa de Jesús”. Lo dice bien claro. También en el punto 15, y en el 40 alude a lo mismo. En total hay cinco referencias.

Comentario: El prelado Javier, -en su definición- no menciona el objeto de la caridad: que es el necesitado. Sin un objeto de necesitado, no hay caridad, porque por ejemplo: Un traficante de armas sabe “servir” a otro traficante de armas, un ladrón “acompaña” a otro ladrón, un terrorista “corrige” a otro terrorista, un proxeneta “anima” a otro proxeneta etc. Así sucesivamente con los todos verbos que usa el prelado en su definición de caridad.

Mientras preparaba esto, me vino a la cabeza, una auxiliar que me servia la mesa cuando era numerario. Ella no hacía un acto de caridad. Porque como numerario yo no necesitaba que se me sirviera la mesa, ni yo era persona necesitada. Además yo pagaba por mi mantenimiento al centro. “Sorry” si alguna ex nax se ofende. En fin... continúo en el tema de la encíclica.


2. El Trabajo y la Caridad.

Escribe el prelado: “Santificar el trabajo equivale a convertirlo en expresión de amor a Dios y ocasión de entrega a los demás, impregnarlo de justicia y de caridad.

La encíclica: En su puntos 16 y 18, habla de amor al prójimo y de entrega a los demás, pero sin referirse al trabajo como premisa. La premisa es el encuentro intimo con Dios y la contemplación, no el trabajo.

Comentario: No podía faltar que el prelado Javier hiciera una proclama de la santificación del trabajo. Pero la encíclica NO relaciona la caridad con el trabajo, sino con la atención a los necesitados. Personalmente, si yo miro el curso de mi trabajo profesional, he trabajado mucho y arduamente durante años, y no he hecho casi nada para algún necesitado con mi trabajo, salvo para mis hijos. En cambio, cuando he ido a colaborar a un centro de la Madre Teresa de Calcuta, en mi ciudad, si que he hecho algo para los necesitados.


3. La caridad y el apostolado.

El prelado: “En la caridad radica la clave de la “nueva evangelización” y “de difundir el Evangelio” (yo entiendo se refiere al apostolado).

La encíclica: “La caridad no ha de ser un medio en función de lo que hoy se considera proselitismo. Punto 31,c. No se practica para tener otros objetivos. Quien ejerce la caridad en nombre de la Iglesia nunca tratará de imponer a los demás la fe de la iglesia”.

Sin comentario. Es evidente la diferencia radical entre la encíclica y el texto del prelado.

Bueno, si quiero añadir algo... En el libro “Servir a la Iglesia” del prelado Javier, éste habla de “empujar a parientes, amigos y compañeros por las sendas de amor divino”. Recuerda a la santa coacción de Escrivá.


4. La recomendación del prelado: “si abordamos la lectura y meditación de la encíclica con sana curiosidad...”

Comentario: Quiero felicitar al prelado, porque recomienda la lectura y meditación de la encíclica! En la época del fundador Escrivá, yo nunca escuché en charlas, círculos o meditaciones, ni leí recomendación alguna de leer y meditar las encíclicas de los Papas del momento. Era algo que me tenia intrigado. Por tanto, prelado Javier, si realmente recomienda la “meditación” de esta encíclica a los socios del Opus Dei, le felicito de corazón.


5. Finalmente lo que mas me ha impresionado de la encíclica (en relación con la obra) es el punto 32, donde dice que el ordenando en el rito de su consagración como sacerdote “promete expresamente que será en nombre del Señor, acogedor y misericordioso para con los mas pobres y necesitados de consuelo y ayuda”. Los más de 2,000 sacerdotes del Opus Dei han prometido esto?

Para Escrivá en conversaciones 69 y Forja 382 los sacerdotes “son un apostolado” y “se dedican a servir los fines apostólicos del Opus Dei”. No creo que tengan los sacerdotes del Opus la independencia para dedicarse a los necesitados -como han prometido-, sino que es al revés. Su dedicación a los apostolados del Opus Dei, les impide atender a los pobres y necesitados. En fin, esto es opinable.

Casualmente, cuando he acabado este aportación, me doy cuenta que es el día de San Juan Bosco, un santo que el Papa cita en su encíclica como ejemplo de caridad.

El Opus dei y el Evangelio de la Transfiguración

He dicho varias veces que la Obra usa el Evangelio para sus propios fines, supeditando los fines del mismo Evangelio a un segundo lugar. He aquí un ejemplo.

El Domingo II de Cuaresma el Evangelio es sobre la Transfiguración del Señor. Es uno de los textos del Evangelio que el Opus dei niega en la praxis. Si un Papa dijese a los Católicos que “no han sido llamados al Tabor sino al Calvario”, creo que ese Papa seria calificado de anatema. Es como si dijera “este evangelio (el Calvario) sí es para vosotros, este otro (el Tabor) no lo es...

En el Libro de Meditaciones II, pg. 87, que el Opus Dei usa para predicar a sus socios, se emplea este Evangelio de la Transfiguración para hablar de recogimiento interior y del tiempo de la noche. Para nada se comenta el significado de la Transfiguración. Repito: para nada. Vayan y léanlo en Meditaciones.

El Evangelio de la Transfiguración es importante para un Cristiano porque dice que el suceso “se quedo grabado” en los apóstoles. El Opus dei predica, que no han venido al Tabor. Es un poco raro que algo que quedó “grabado” en los apóstoles, para el Opus se considere como materia insustancial, y no propiamente vocacional: “En el Opus Dei no hemos venido al Tabor...”

En su Libro de meditaciones el Opus dei cita tan solo 6 palabras de la Homilía de San León Magno, Doctor de la Iglesia, sobre la Transfiguración del Señor. En cambio, aporta 17 citas de Escrivá que para nada se refieren a la Transfiguración. Todo va encaminado a la predicación que desea hacer el Opus, y nada sobre la Transfiguración.

Aporto una parte de la homilía de San León para que se pueda leer aqui. Si después de leerla, alguien del Opus dei osa decir que “no se ha venido al Tabor” en mi opinión está lejos del Evangelio. ¿Hubiere Jesús dicho esto? Mas bien al revés, Jesús permitió que se les quedase grabado. He subrayado en la homilía una frase de San Leon que precisamente contradice lo que el Opus dei propone.

San León Magno, Papa (hacia 461) doctor de la Iglesia
Homilía 51/38, sobre la Transfiguración:

“Jesús les prohibió severamente de contar nada de lo que habían visto hasta que hubiera resucitado de entre los muertos.” (Cf. MT 17,9)

La Homilía: Jesús quería infundir en sus apóstoles una gran fortaleza de ánimo y de una constancia que les permitirían coger su cruz sin temor, a pesar de su aspereza. También quería que no se avergonzaran de sus suplicios, que no consideraran como una vergüenza la paciencia con la que aceptaría su pasión tan cruel, sin perder nada de la gloria de su poder. Jesús “tomó a Pedro, Santiago y Juan y los llevó a una montaña alta y se transfiguró delante de ellos.” (Cf. MT 17,2ss) Aunque habían comprendido que la majestad divina estaba en él, ignoraban todavía el poder que quedaba velada por el cuerpo...

El Señor manifiesta su gloria delante de testigos que había escogido, y sobre su cuerpo, parecido al nuestro, se extiende un resplandor tal “que su rostro parecía brillante como el sol y sus vestidos blancos como la luz.” (Cf. MT 17,4ss) Sin duda, esta transfiguración tenía por meta quitar del corazón de sus discípulos el escándalo de la cruz, no hacer tambalear su fe por la humildad de la pasión voluntariamente aceptada... Pero esta revelación también infundía en su Iglesia la esperanza que tendría que sostener a lo largo del tiempo. Todos lo miembros de la Iglesia, su Cuerpo, comprenderían así la transformación que un día se realizaría en ellos, ya que los miembros van a participar de la gloria de su Cabeza. El mismo Señor había dicho, hablando de la majestad de su venida: “Entonces, los justos brillarán como el sol en el reino de mi Padre.” (MT 13,43) Y el apóstol Pablo afirma: “Los sufrimientos del mundo presente no pesan lo que la gloria que se revelará en nosotros.” (Cf. Rm 8,18)... También exclamó: “Habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en dios; cuando aparezca Cristo, vuestra vida, entonces también vosotros apareceréis gloriosos con él.” (Col 3,3-4)

De todo lo anterior, el Opus dei no dice nada en su libro interno de Meditaciones. La doctrina del Opus solo comenta este Evangelio para hablar del tiempo de la noche y el recogimiento interior de los socios. Es decir, para adoctrinar sus propios fines.


Post Data: En la Jornada Mundial de la Juventud, Colonia Julio del 2005, el Tabor se cita -por el Cardenal Meister de Colonia- como un lugar de cercanía de la experiencia de Dios y de la Adoración de Dios.


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