Carta abierta a Pablo Elton, administrador del Opus Dei

Por Drake, 24.05.2006


Estimado Pablo Elton,

Afirmas al periodista de Le Figaro Magazine (12 de abril de 2006) que no tienes mas información sobre las finanzas del opus dei de las que tiene John Allen. En otra entrevista, dices a los periodistas de Bloomberg (26 de abril de 2006) que los números de Allen no son incorrectos, que "por ahí andan”.

Como bien sabes, Pablo, en Estados Unidos de América los informes anuales de las fundaciones están en el dominio publico. Cualquiera los puede consultar. Por eso, decir mentiras a periodistas es un juego peligroso.

Es cierto que te hicieron una pregunta perezosa: que si los números en libro de Allen son correctos. No obstante, tu respuesta “por ahí andan” te habrá requerido unas cuantas restricciones mentales. Si los periodistas engañados deciden indagar un poquito, verán que en dichos informes anuales hay muchos donativos por parte de fundaciones manejadas exclusivamente por socios de la institución a fundaciones manejadas exclusivamente por socios de la institución que se dedican solamente a actividades de la institución. En esas fundaciones generosas apareces tu como miembro de la junta directiva. Y en sus informes se dice que no tiene “ningún” vinculo con las fundaciones a las que hacen donativos.

Pablo, quizá en tu Chile natal donde no había problema en barrer las cosas por debajo de la alfombra. Quizá allá con los españolitos de Roma que se creen inmunes. Pero en un país de litigio como es el del tío Sam… El hecho es que posiblemente tus restricciones mentales vuelan en una corte civil (que no hay vinculo jurídico per se). Lo que no sabes es la acogida (o no) que puedan tener tus duplicidades en la corte de la opinión publica. Y si dichos periodistas se te ponen en contra, y empiezan a hacer preguntas mas concretas, y rascan un poquito (o mucho)…

Tu dilema, Pablo, es de conciencia. Esconderte detrás de las estructuras de pecado (que eso es la verdad a medias) o la aceptación, adopción y defensa de la verdad.

Estaba por poner un punto final a esta advertencia fraterna, cuando veo la siguiente respuesta de tu prelado al mismo Figaro Magazine (21 de abril del 2006):

Pregunta: Quelle que soit l'autonomie financière des associations gérées par des membres de l'Opus Dei, il devrait être facile, à l'ère de l'informatique, d'en dresser la liste et de calculer le montant des fonds qu'elles brassent. Pourquoi ne pas le faire ? Est-ce pour ne pas accréditer l'idée que l'Opus Dei serait «immensément riche» ? Ou au contraire, parce qu'il est plus utile de le laisser croire ?

Respuesta: L'essentiel est l'initiative libre et responsable qui naît de la base. Quelles sont les associations qui sont gérées par les fidèles de la prélature ? Je ne le sais évidemment pas, et mes collaborateurs non plus. Le concept même n'existe pas à mes yeux, c'est une chimère. En admettant qu'il soit possible de faire le genre de calcul dont vous parlez, on obtiendrait un inventaire hétéroclite. Une pomme plus deux chaises, combien cela fait-il de violons ou de ballons de football ? Quelles sont les associations gérées par les riverains de toutes les avenues dénommées «avenue de la République», ou par ceux qui ont les yeux verts et qui jouent au tennis toutes les semaines ? Que pèse leur ensemble ? Dans la pensée de saint Josemaria Escriva, chaque initiative doit être équilibrée au plan financier, le cas échéant moyennant l'aide de comités de patronages et grâce à des donateurs réguliers. Mais l'Opus Dei n'intervient pas et ne veut pas intervenir, notamment en raison d'un sain principe d'autonomie et de respect des compétences : à chacun son métier, et les vaches seront bien gardées !

¿Que no sabe cuales son las sociedades manejadas por los socios de la institución? Ni sus colaboradores tampoco (o sea, que tu tampoco)? ¿Que ni existe semejante concepto? ¿Que es una quimera? ¿Que el Opus Dei no se intromete ni quiere intrometerse?

Mira que por lo menos no dijo que no podía. Aquí hay mucha pregunta retorica por parte de tu prelado. Y muchas restricciones mentales. Ahora veo de donde vienen las tuyas.

Le diré a tu padrecito como el nos dijo una vez en una reunión: es mentira, mentira podrida. Y tu, Pablo, lo sabes. Hazte el favor de no esconderte detrás de las estructuras. En tu conciencia, en este espacio de dialogo con tu Dios, en ese refugio donde eres tu mismo, sin ambajes, allá no esta ni este padrecito, ni el anterior ni el que siga ni nadie mas, sino tú y tu Dios. Allá no esta ni el “consenso” ni la “colegialidad” ni las notas ni los despachos. Allá, Pablo, espero que no niegues la verdad, porque negar la verdad es negarte a ti mismo. Y no ser uno mismo eso si que es descamino.



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