Anhelos frustrados sistemáticamente

Por Jacintaunzue, 14.06.2006


Vivía yo a una cuadra de un centro de la Obra y me cruzaba diariamente con las numerarias con las que había vivido tiempo atrás...

Bueno, un día caminaba con mi marido por la calle cuando nos encontramos con María (la llamaré así por las razones obvias) quien fuera compañera mía de colegio en uno de esos colegios que no son, pero que sí son. Durante nuestra época de estudiantes secundarias las dos éramos numerarias, o aspirantes a numerarias que es lo mismo. Habían pasado los años y desde que yo había dejado la Obra un año antes de mi encuentro con María, nunca nos habíamos vuelto a ver. Entonces la saludé y para mi sorpresa me devolvió el saludo y paró para conversar conmigo (y eso que estaba con mi marido a mi lado!!!) Me contó que estaba tratando de conseguir alguien que le financiara el Master en Derecho en la Universidad Austral y que estaba ilusionada porque estaban por contestarle...

Nos despedimos y seguimos caminando. Y ahí tuvo lugar un díalogo interesante... "no entiendo, tu amiga es del Opus, no?"... "si"... "y la Univ. Austral es del Opus, no?"... "si"... "y el Opus tiene interés en que sus miembros destaquen profesionalmente, no?"... "si"... "y fomentan el desarrollo profesional de hombres y mujeres por igual, no?"..."bueno, en teoría sí"... "entonces por qué no le dan facilidades a esta mujer para hacer el Master? por qué no le financian los estudios?"... "te dirán que no tratan a los candidatos de forma desigual y por eso su condición de numeraria no influye en nada... pero la realidad es muy diferente! a María le hacen las cosas mucho más difíciles que a la gente que no es de la Obra... si María, con todas sus cualidades y méritos, no fuera de la Obra estarían haciendo lo posible para facilitarle el Master y así tener la oportunidad de engancharla.. en síntesis es una discriminación negativa hacia sus propios miembros"... "sigo sosteniendo que carece de toda lógica"... "tenés razón, no busques lógica en el Opus"...

La situación de Maria no solo es ilógica... también es injusta!! porque como numeraria (y todos sabemos que es así, porque muchos hemos pasado por lo mismo) no dispone de su dinero. Trabaja, gana un sueldo y lo entrega todito al consejo local. No existe ninguna posibilidad de que elija reducir sus gastos para ahorrar y así costearse sus estudios.

Han pasado los años y sigo pensando en María... y en mi propia experiencia... porque si hay algo que siempre me dio rebeldía (y siempre me la tragué porque yo era una numeraria dócil y de buen espíritu) era que en la Obra a través de clases, círculos, meditaciones, tertulias, más clases, más meditaciones, más tertulias, nos llenaban el corazón y la cabeza de anhelos de excelencia, de destacar en el trabajo y los estudios, de cambiar el mundo, de influir en la sociedad, etc, etc, etc... Pero llegado el momento de poner los medios para transformar esos anhelos en realidades, sistemáticamente te negaban el acceso a esos medios. Para destacar en el estudio hay que dedicar muchas horas al estudio... para sobresalir profesionalmente hay que capacitarse más que los demás... y para ello hay que invertir tiempo y dinero!!! Es "elemental Mr. Watson!" Pero en la Obra nunca había dinero disponible para ese gasto... ni que decir del tiempo que debía ser usado para la Obra y nada más.

Un ejemplo que me parece terriblemente humillante, pero es muy ilustrativo es el siguiente. Durante una época nos insistieron mucho... pero mucho... en estudiar idiomas para estar disponibles "para llevar la semilla de la Obra a otros países" Pues bien, volví a la carga y le plantée a la directora que quería estudiar inglés (no era la primera vez... y no sería la última) la respuesta fue "y cómo lo vas a pagar?"..."con mi sueldo, claro!"... "no, no tenemos plata para esos gastos... si te conseguís que te lo pague alguien, adelante!" Y así partí a los 22 años a pedirle a mi padre que me pagara las clases... me dijo que sí... y fui solo una vez a buscar el dinero... después cancelé las clases... me resultaba absurdo que yo no pudiera costearlo con mi sueldo.. que no pudiera comprar libros para estudiar!!!! (aclaro que me dedicaba a estudiar Filosofía y si bien los centros contaban con una buena cantidad de libros de filosofía, todos eran manuales y bastante anticuados... nada de autores contemporáneos, que además no se podían leer!!!)

Esta escenita de solicitar los medios para estudiar y que me fueran denegados se repitió desde el inicio de mi carrera. Siempre había cosas más importantes en las que invertir el dinero y el tiempo... Sobre todo en las labores internas... en cuanto entré en el centro de estudios me pusieron a trabajar en la delegación... y en consejos locales... todo compatible con los estudios universitarios y el trabajo para pagar las cuentas. Encargos, encargos, encargos... pero al mismo tiempo, lo más notable era que te exigían resultados académicos de primer nivel... porque somos la aristocracia de la inteligencia!!! Una verdadera máquina de exigir resultados y negarte los medios para lograrlos... demencial!!! Recuerdo que al inicio de mi carrera tenía que dar exámen de un idioma moderno y yo me anoté para dar inglés. La directora me cambió la fecha de exámen para que no me quedara para el verano, así estaba más disponible... cuando argumenté que no podía dar el exámen porque no sabía inglés y tenía que estudiar antes, me contestó "vos andá y dálo... seguro que te va bien y zafás!!" Yo no lo podía creer!!! no les describo el exámen porque fue la situación más humillante de mi vida... me regalaron la nota mínima y me dejaron muy claro que se trataba de un regalo y con una sonrisita irónica me despidieron diciendo "le aconsejo que estudie inglés, es muy útil."

Al mismo tiempo yo ya había notado desde mi época de aspirante que había una categoría de numerarias "intocables" que eran las que defendían sus trabajos y no dejaban que las directoras avasallaran sus derechos... pero esa "intocables" también tenían un "aura" negativo... no eran "de buen espíritu". También había notado que algunas numerarias conseguían que les autorizaran lo que querían cuando sus padres iban al centro a "patalear" o armar un escandalete (como es que mi hija no puede estudiar esto o aquello, leer esto o aquello, ir acá o allá???) y lamentaba que a mí me hubieran tocado un par de excelentísimos supernumerarios de buen espíritu (jajajaja.. hoy no deben pensar eso de mi madre, quien es una mujer inteligente, libre y madura en serio... con lo cual no se traga más la manipulación de la Obra...jajaja)

Se preguntarán qué tiene que ver todo ésto hoy con mi vida... la respuesta es que el tiempo ha pasado y no he podido hacer la carrera que hubiera deseado, aquella cuyos lineamientos fueran dibujados en tantas clases de formación en la Obra.

Obviamente formar una familia, tener hijos, ayudarlos a crecer, es un programa de vida apasionante y de un valor incalculable. Dejar la profesión que se venía haciendo hasta el momento... es una opción sumamente válida. Pero los desafios de la vida doméstica, por más que una intente desarrollarla con el mayor nivel posible (leyendo publicaciones especializadas y poniendo todas las habilidades intelectuales para lograr una administración del hogar eficiente) no se comparan con los desafíos que se plantean en el mundo laboral. Estar frente a una clase de treinta o cuarenta jóvenes, seguros de sí mismos, ambiciosos y ávidos de crecer, lista a esgrimir todos los argumentos racionales y filosóficos para mostrar que las coimas (sobornos, en argentino) son contrarias a la ética y, por consiguiente, llevan a la infelicidad del ser humano, ese nivel de desafío nunca se va a dar en el trabajo de madre y ama de casa. Y a veces, la satisfacción que produce el éxito en el trabajo, se extraña!!! De qué sirven las lecturas de Platón a la hora de hacer un plan de “toillet training”? Qué le importa a mi hija la coalición política alemana, cuando su amigo de Primer Grado que ya no quiere jugar más con ella en el recreo? Ni qué decir el poco impacto que tiene sobre mi hijo autista el análisis del Islam y su relación con los atentados de Londres... a él lo único que le importa es que el exceso de percepción visual que padece, lo desborda y se siente agobiado....

Entre las muchas cosas que he de aprender en esta vida, está el convivir con los sueños que no pudieron lograrse y nunca se concretarán... porque como dice la Escritura hay un tiempo para cada cosa, y el tiempo de hacer una carrera académica como la gente, ya pasó. Pero tengo clarísimo que quise... podría haberlo hecho... y me fue arrebatado por la Obra... porque manipular las conciencias a través de la charla fraterna era mucho más importante que tratar de entender al hombre y al mundo que lo rodea...


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