Una productora del opus

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Por Hal_9000, 27.11.2009


Es realmente curioso que nada se haya escrito aquí sobre una de las pocas incursiones conocidas del opus en el mundo de la música. Una incursión institucional porque es el opus el que paga. Quizá es porque no es relevante en el mundo de la cultura; quizá es simplemente porque sus protagonistas han aprendido a camuflarse entre la gente del mundillo.

Como es sabido en el opus no se fomenta ningún tipo de actividad artística, al menos entre los numerarios, ya que éstas tienden a sacar al individuo del control férreo al que es sometido. El arte no entiende mucho de horarios ni de normas, y la gente de las Bellas Artes es considerada en general de moral distraída. Poco actor numerario, poco músico numerario, poco pintor. Abogados, economistas... los que quieras. Actores y músicos de ocasión con motivo de la captación de un incauto: los que quieras...

Es la productora del opus porque sus dos hombres fuertes no han tenido jamás un trabajo exterior al opus, entendiendo como tal uno que no se haya desarrollado en la sede empresarial de otro miembro o en un colegio del opus, y como “tapadera”. Ambos han dedicado y dedican la mayor parte de su tiempo a labores internas. La producción viene a ser una labor interna más, la introducción del opus en el mundo de la música y de los musicales “para toda la familia”. Supernumerarios que paguen la entrada no les van a faltar, ni dinero inyectado directamente desde el opus a la productora. Imagino que algo parecido aunque a lo grande, están haciendo con “There Be Dragons”.

La cosa empezó en Valladolid, con un formato llamado “Ópera Rock”, que no era otra cosa que un argumentillo con algunas versiones de canciones rockeras de toda la vida, organizado principalmente para inyectar un poco de vidilla en los alumnos y padres de alumnos del colegio masculino del opus de la ciudad.

Como sabemos Asturias pertenece también a la delegación del opus de Valladolid, y en Oviedo se cocinó algo parecido en el colegio opusiano masculino, un poco más en forma de auto sacramental, dirigido por el curilla del centro de allí.

Éstas “Óperas Rock” resultaban un estupendo caldo de cultivo para las vocaciones, especialmente si a los alumnos más interesantes se los ponía en papeles protagonistas. Servían para acercar a la gente más indecisa a los colegios, y para captar nuevos alumnos, más dinero.

Posteriormente ambos autores decidieron unir sus fuerzas y han coescrito los guiones de todas las Óperas Rock posteriores, uno de ellos con el seudónimo de D.Y., con el que firma supongo para no dar a conocer su condición de cura numerario que actualmente dedicado a la Sección Femenina.

Se empezaron a introducir mejoras técnicas y en los dos últimos montajes realizados en Valladolid se implicaron por completo los dos colegios del opus, a 500 kilómetros de distancia pero en el mismo escenario.

La fórmula tuvo tanto éxito que llamó la atención de los jerifaltes en Madrid, quienes pusieron un hombre de confianza como “productor ejecutivo” al lado del verdadero creador. Un auténtico dóberman opusiano cuyo objetivo fundamental era rentabilizar todos estos montajes en beneficio del opus. Y así es como nació la productora.

La primera medida fue trasladar al creador y a la Ópera Rock a un colegio madrileño, para ver si se repetía el éxito. Debido a una mala gestión de los derechos de autor de la exitosa Ópera Rock vallisoletana nuestro amigo D.Y. tuvo que hacer un refrito de guión y con unas canciones de medio pelo y peores alumnos-actores se procedió a representar la nueva Ópera Rock, con el resultado de que en el estreno estaban además de Emilio Aragón, al que llevaron para dar lustre al asunto, todos los numerarios, supernumerarios y familia de la delegación de valladolid, llegados ex profeso para la ocasión. No era la Plaza de San Pedro y tampoco tuvieron problema para colgar el cartel de “lleno”.

Debido al fracaso que supuso este montaje nuestro creador decidió “profesionalizarlo”, y para ello se liquidaron a los alumnos “actores” y a alguna gente que participaba en el montaje sólo por ser del opus, que eran unos cuantos. Siguen siendo algunos, porque el opusiano estándar tiene a los restantes opusianos en general por buenos profesionales sólo por pertenecer al mismo club santificador del trabajo, o porque les hacen descuentos especiales, pero ya bastantes menos. Por eso son más “invisibles”.

Posteriormente recompraron o recuperaron los derechos de la original vallisoletana e hicieron una gira representándola para familias de supernumerarios y algún que otro despistado en algunas capitales de provincia, con desigual éxito entre estos últimos.

Pero he aquí que la protagonista de la última Ópera Rock vallisoletana es una virtuosa de la interpretación -sin saberlo en un principio: participaba por ser alumna del colegio del opus de valladolid-. Así que se le fomenta el tema de la carrera musical con el beneplácito de la familia y se la llevan a Madrid a hacer el refrito último. Posteriormente saca un disco estilo Britney Spears pero de La Moraleja y con pretensiones de profundidad, llamado “permiso para ser yo” y hace alguna entrevista avisando de que no va a enseñar carne, por si a alguien le interesaba saberlo. Excusatio non petita...

Cuentan que tras ser seleccionada como protagonista del musical de Mecano rechazó el papel porque debía aparecer en bikini en una escena cantando “Mujer contra mujer”, y eso y algún pecho al descubierto que salía (no suyo) le parecía una indecencia como la copa de varios pinos, albares para más señas. Normal.

Posteriormente ha aparecido en el musical “A” de Nacho Cano. Cuentan también que Nacho, admirado por la radical decisión sin precedentes ni motivos humanos que había tomado anteriormente la chica, le hizo este musical a su medida. Pero como digo todo eso no son más que rumores de supernumerarias cotillas.

Así que las quinceañeras “en buen plan” o que “están muy bien” y frecuentan clubes del opus no deben preocuparse: el opus les ha facilitado un ídolo musical que encaja dentro de su visión de la vida. Que no les falte de nada!

En cierto modo me da pena la chica: no sabe quién ni por qué le paga las facturas. Como tantos que hemos estado allí dentro. Crees que estás para una cosa y cuando te quieres dar cuenta te han utilizado para otra.

Suerte con el nuevo musical! Por mi parte espero que nuestra Britney simpatizante y/o miembro/a del opus adapte y modernice pronto “Pero Pesca Submarina” o “Pito pa’ que pites tú”. Que ya están un pelín vetustas.

P.S: pido perdón de antemano si existe algún error, imprecisión, omisión o lapsus de cualquier tipo en mi escrito. Es lo que tiene escribir de cabeza...




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