Un supernumerario feliz de serlo

From Opus-Info
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Hola.

Me he leído los principios que decís promueven esta página y, confiado de que realmente respetáis toda las opiniones, en este caso a favor de la Obra, me he propuesto compartir unas líneas, por si pudieran ayudar a alguien.

Como he dicho, soy supernumerario y estoy feliz por mi decisión. Esta vez hablaré de irse de la Obra pues creo que o alguien no ha entendido que es eso de la vocación o alguno no ha hecho correctamente su trabajo y no se ha explicado como debe (lo digo por quien corresponda comunicar al afectado su nueva situación).

Primero, todos los que habéis pertenecido al Opus Dei, sabéis que, salvo unas personas determinadas, la mayoría debe renovar su voluntad de pertenecer a ella una vez al año, ¿a qué viene entonces eso de que la gente no puede irse o que la intentan enganchar cuando es joven e indefensa?. Existen esos mecanismos dentro de la Obra para que, en el supuesto caso de que alguna persona hubiera sido "engañada" o forzada tenga una oportunidad anual de plantearse el seguir en la Obra o no. Y esto forma parte de los estatutos del Opus Dei. Creo sinceramente que no hay trampa ni cartón al respecto. Si quieres perteneces, si no quieres lo dejas. Al menos así lo vivo yo y las personas que conozco. Situaciones diferentes a esta son irregularidades que deben ser denunciadas, por el bien de los afectados e incluso de la propia institución.

Segundo. Según cuentan algunas de las personas afectadas, parece que si una deja la Obra debe sentirse como una apestada o como dejada de la mano de Dios y tampoco estoy de acuerdo. Quien nunca se ha sentido mejor persona que las demás por pertenecer a la Obra, tampoco debe sentirse peor por dejar de serlo pues ni va con el espíritu de la Obra ni es real. Otra cosa es que por determinadas personas demasiado clasistas, que de todo hay, cierren filas y hagan un poco de mobbing, pero esto, como lo anterior, no es la norma. Conozco varias personas que han dejado la Obra y que viven sin complejos y sin rencores, con la naturalidad de haber tomado otro camino. ¿Por qué entonces esos revanchismos o ese afán de hacer un frente común?.

Sinceramente, creo que es duro cambiar de vida, sobretodo cuando la decisión no es bilateral, pero no por cargarse de ira la adaptación, el nuevo ritmo, va a ser mejor. Entiendo que haya gente que ha sufrido y, sí, me solidarizo totalmente con todos vosotros/as pero esos casos, aunque hayan sido varios, no son la norma. Creo que muchas veces, se podría haber tenido más comprensión, más humanidad y más empatía por parte de las personas responsables de la Obra , pero, por favor, no confundamos la excepción con la regla.

Un abrazo muy fuerte a todas/os las que sufrís.

Luis, 31.03.2006


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