Qué tiene uno en el Opus Dei?

From Opus-Info
Revision as of 13:36, 24 July 2009 by Bruno (talk | contribs)
(diff) ← Older revision | Latest revision (diff) | Newer revision → (diff)
Jump to navigation Jump to search

Por Al Chile, 7.11.2008


No me refiero a aspectos jurídicos, teológicos o legales. Ya hay expertos que han escrito mucho y bien al respecto.

Un amigo comentaba a uno que quería divorciarse, que no lo hiciera. ¿Porqué? preguntaba el otro. Y el que daba el consejo le dijo: porque lo que has hecho junto con tu esposa es lo que has hecho en tu vida. Mucho o poco, pero es lo que tienes. Ya en tono de broma le decía: divorciarte y volverte a casar es el mismo infierno pero con distinto diablo...

Ese comentario me hizo pensar: ¿qué tiene un fiel de la prelatura dentro del Opus?.

Pondré un ejemplo que el director de un centro de mayores, el mismo del que hablo en mi escrito del pasado 22 de octubre, contaba a un grupo de directores en una convivencia de consejos locales de hace unos años sobre un profesor-fundador del IPADE en México con mucha iniciativa, que al toparse con pared durante años por proponer ideas de todo tipo prefirió permanecer mudo dentro del Opus:

Un día éste director le dijo: Ernesto, te das cuenta que desde hace varios años ganas el mismo sueldo, que el IPADE ha crecido mucho, cada año sube sueldos y que eres de los peor pagados siendo que eres profesor de los que inició el IPADE. Este profesor cayó en cuenta, fue a pedir un aumento de sueldo y se lo dieron. Carlos Ll. comentaba en los inicios de la UP-IPADE que los numerarios no deberían ganar mucho dinero dentro de las Obras corporativas. Se debía ahorrar en ellos.

Otro numerario mayor al escuchar esa anécdota decía que era perfectamente entendible la actitud del Doctor. Un numerario no puede cambiar la decoración de su casa o hacer arreglos de importancia, comprar activos: relojes, joyas, arte de cualquier tipo, no puede ni comprarse una televisión para él. No tiene nada. Entonces es muy comprensible que no sienta la necesidad de ganar más dinero para tener más, no hay motivación ni incentivo que impulse a procurarse algo material. Hasta hace poco en el Opus, ganara uno poco o mucho tenías casa, comida y sustento. Al menos ropa de la “boutique” como se dice en México a la ropa que otros desechan y uno recoge. Entonces para qué esforzarse. Mejor dedicar las energías a hacer apostolado y vivir tantas indicaciones.

A uno que lo mandaron de vuelta a vivir con sus padres, no le dieron dinero para comprar medicinas que necesitaba con urgencia. Había entregado mes a mes hasta el último centavo del dinero que ganó por su actividad profesional, pero cuando se quedó sin trabajo y necesitó para sus medicamentos, nada. Tuvo que ir a hablar a la delegación y comisión que finalmente accedieron a darle medicamentos por tres meses, después el vería.

También mandaron a otro de vuelta a casa de sus padres después de dedicar más de veinte años a labores internas. Pero en éste caso no lo aceptaron sus hermanos que vivían en casa de sus padres, su padre difunto y su madre con Alzhaimer no pudieron interceder por él. Milagrosamente encontró un trabajo como profesor que le permitió rentar una habitación y para sus alimentos más indispensables. El Opus no se inmutó. Este numerario finalmente mejoró económicamente y regresó a un centro para darse cuenta que estaba mejor viviendo por su cuenta.

Yo entiendo que un numerario después de estar 30 años o los que sean dentro de la cosa no tenga un sentido del dinero y la ganancia económica tan desarrollado como otros temas que ha escuchado semanalmente durante años: que lo primero son las normas, el plan apostólico diario, fé, pureza y vocación, filiación al padre y un largo etcétera.

Pero pensándolo bien si hay algo que uno tiene dentro del opus: sus normas, que para muchos se convierten en un quehacer. Sucedió en un centro de mayores, hace unos meses, que el director ante tantos avisos que habían llegado de la delegación en tan poco tiempo decidió darlos en la charla del retiro mensual. Al final dijo el director: El tema de la charla lo voy a dejar sobre la mesita de la sala para que lo lean los que quieran. Horror. Ya todos habían hecho el Via Crucis, asistido a la charla, El Rosario, la lectura, el examen, las tres meditaciones, el silencio durante las comidas, Misa y otras devociones con lo que creían haber terminado su retiro, pero ahora resulta que hay que leer el tema de la charla. Comienza la inquietud: ¿cómo?, no habíamos completado ya el retiro?, no se cumplió ya con todo el horario?, ahora resulta que no tenemos completo el retiro porque falta leer el tema de la charla que correspondía a este mes, y sólo tenemos una copia para los diez que somos en la casa. Algunos sufrieron y se angustian, lo único que pueden tener, su norma del retiro mensual, que sí es de ellos, estaba incompleto. Alguno se lo fue a decir al director: no hagas esto.

Si uno quiere comprar un coche tiene que pedir permiso y hacer una serie de vericuetos para conseguirlo, si se quiere hacer una compra extraordinaria: ropa más fina, artículos de deporte, accesorios para el coche, una bicicleta, en fin. Trámites interminables y el disgusto de los directores: las labores necesitan muchos recursos, hay que ahorrar en los numerarios. Por eso es entendible que cada quién resuelva en cuestiones económicas como mejor pueda y siempre con poca claridad sino es que a espaldas de los directores.

En resumen, si quieres vivir de acuerdo a la Praxis del Opus, te quitarán todo, no tendrás nada, sólo quedan las normas que se convierten en un quehacer. Otra opción es actuar, cada uno por su cuenta, a espaldas de lo que quiere la prelatura. De todas maneras siempre terminas mal.

Lo digo al Chile



Original