Programa de formación inicial (B-10), Roma, 1985/Apartado IV 17

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SEGUNDA PARTE: SOBRE LA LITURGIA Y LOS SACRAMENTOS233

17. LA LITURGIA Y LOS SACRAMENTOS EN GENERAL


Cristo y la liturgia de los sacramentos

  • "Cristo el Señor realizó esta obra de la redención humana y de la perfecta glorificación de Dios (...) principalmente por el misterio pascual de su bienaventurada pasión, de su resurrección de entre los muertos y de su gloriosa ascensión"234. "Lo que la Iglesia anuncia y celebra en su liturgia es el Misterio de Cristo" (Catecismo, 1068).
  • "Con razón se considera la liturgia como el ejercicio de la función sacerdotal de Jesucristo en la que, mediante signos sensibles, se significa y se realiza, según el modo propio de cada uno, la santificación del hombre y, así, el Cuerpo místico de Cristo, esto es, la Cabeza y sus miembros, ejerce el culto público"235. 'Toda la vida litúrgica de la Iglesia gravita en torno al sacrificio eucarístico y los sacramentos" (Catecismo, 1113).
  • "Sentado a la derecha del Padre y derramando el Espíritu Santo sobre su Cuerpo que es la Iglesia, Cristo actúa ahora por medio de los sacramentos, instituidos por Él para comunicar su gracia" (Catecismo, 1084).

233 En las clases 17 a 25 se expone la doctrina sobre los Sacramentos. Para enlazar con los temas anteriores, se puede explicar que la Redención obrada por nuestro Señor Jesucristo una vez y para siempre, se hace presente en las acciones sagradas de la Liturgia de la Iglesia, particularmente a través de los siete Sacramentos.

"La Liturgia es el cielo en la tierra; en ella, el Verbo que asumió la carne penetra la materia con una potencialidad salvífica que se manifiesta de forma plena en los sacramentos: allí la creación comunica a cada uno la potencia que le ha otorgado Cristo. Así, el Señor, inmerso en el Jordán, transmite a las aguas un poder que las capacita para ser baño de la regeneración bautismal" (JUAN PABLO II, Carta Orientale lumen, (2-V-95), 11).

"¿Qué son los sacramentos —huellas de la Encarnación del Verbo, como afirmaron los antiguos— sino la más clara manifestación de este camino, que Dios ha elegido para santificamos y llevamos al Cielo? ¿No veis que cada sacramento es el amor de Dios, con toda su fuerza creadora y redentora, que se nos da sirviéndose de medios materiales? ¿Qué es esta Eucaristía —ya inminente— sino el Cuerpo y la Sangre adorables de nuestro Redentor, que se nos ofrece a través de la humilde materia de este mundo —vino y pan—, a través de los elementos de la naturaleza, cultivados por el hombre, como el último Concilio Ecuménico ha querido recordar? (cfr. Gaudium et spes, 38)" (Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer, 115: homilía del 8-X-1967).

234 CONCILIO VATICANO II, Const Sacrosanctum Concilium, 5. Cfr. Catecismo, 1067.

235 CONCILIO VATICANO II, Const Sacrosanctum Concilium, 1. Cfr. Catecismo, 1070.


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Los sacramentos: naturaleza, origen y número

a) Naturaleza. "Los sacramentos son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia por los cuales nos es dispensada la vida divina. Los ritos visibles bajo los cuales los sacramentos son celebrados significan y realizan las gracias propias de cada sacramento" (Catecismo, 1131).

— "Los sacramentos son signos sensibles (palabras y acciones), accesibles a nuestra humanidad actual" (Catecismo, 1084).

  • Origen. "Adheridos a la doctrina de las Santas Escrituras, a las tradiciones apostólicas y al sentimiento unánime de los Padres", profesamos que "los sacramentos de la nueva Ley fueron todos instituidos por nuestro Señor Jesucristo"236.
  • Número. "Hay en la Iglesia siete sacramentos: Bautismo, Confirmación o Crismación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio" (Catecismo, 1113). "Los siete sacramentos corresponden a todas la etapas y todos los momentos importantes de la vida del cristiano: dan nacimiento y crecimiento, curación y misión a la vida de fe de los cristianos. Hay aquí una cierta semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida espiritual" (Catecismo, 1210). Forman un conjunto ordenado, en el que la Eucaristía ocupa el centro, pues contiene al Autor mismo de los sacramentos (cfr. Catecismo, 1211).
  • Los sacramentos significan tres cosas: la causa santificante, que es la Muerte y Resurrección de Cristo; el efecto santificante o gracia; y el fin de la santificación, que es la gloria eterna. "El sacramento es un signo que rememora lo que sucedió, es decir, la Pasión de Cristo; es un signo que demuestra el efecto de la pasión de Cristo en nosotros, es decir, la gracia; y es un signo que anticipa, es decir, que preanuncia la gloria venidera"237.
  • El signo sacramental, propio de cada sacramento, está constituido por cosas (elementos materiales —agua, aceite, pan, vino— y gestos humanos —ablución, unción, imposición de las manos, etc.), que se llaman materia; y también por palabras que pronuncia el ministro del sacramento, que son la forma.
  • En la liturgia de los sacramentos existe una parte inmutable lo que Cristo mismo estableció acerca del signo sacramental, y partes que la Iglesia puede cambiar, para bien de los fieles y mayor veneración de los sacramentos, adaptándolas a las circunstancias de lugar y tiempo238. "Ningún rito sacramental puede ser modificado o manipulado a voluntad del ministro o de la comunidad" (Catecismo, 1125).

236 CONCILIO DE TRENTO: DS 1600-1601. Cfr. Catecismo, 1114.

237 SANTO TOMAS DE AQUINO, Summa Theologiae III, q. 60, a.3. Cfr. Catecismo, 1130.

238 Cfr. Catecismo, 1205; CONCILIO DE TRENTO: DS 1728; PÍO XII: DS 3857.


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Efectos y necesidad de los sacramentos

  • Todos los sacramentos confieren la gracia santificante a los que no ponen obstáculo239. Esta gracia es "el don del Espíritu que nos justifica y nos santifica" (Catecismo, 2003). Además, los sacramentos confieren la "gracia sacramental", que es la gracia "propia de cada sacramento" (Catecismo, 1129): un cierto auxilio divino para conseguir el fin de cada sacramento.
  • No sólo recibimos la gracia santificante, sino al mismo Espíritu Santo. "Por medio de los sacramentos de la Iglesia, Cristo comunica su Espíritu, Santo y Santificador, a los miembros de su Cuerpo" (Catecismo, 739)240. El fruto de la vida sacramental consiste en que el Espíritu Santo deifica a los fieles uniéndolos vitalmente a Cristo (cfr. Catecismo, 1129).
  • Los tres sacramentos del Bautismo, Confirmación y Orden sacerdotal confieren, además de la gracia, el llamado carácter sacramental, que es un signo espiritual indeleble impreso en el alma241, por el cual el cristiano participa del sacerdocio de Cristo y forma parte de la Iglesia según estados y funciones diversos. El carácter sacramental permanece para siempre en el cristiano como disposición positiva para la gracia, como promesa y garantía de la protección divina y como vocación al culto divino y al servicio de la Iglesia. Por tanto, estos tres sacramentos no pueden ser reiterados (cfr. Catecismo, 1121).
  • Los sacramentos que Cristo ha confiado a su Iglesia son necesarios —al menos su deseo— para la salvación, para alcanzar la gracia santificante, y ninguno es superfluo, aunque no todos sean necesarios para cada persona242.

Eficacia de los sacramentos

  • Los sacramentos "son eficaces porque en ellos actúa Cristo mismo; Él es quien bautiza, Él quien actúa en sus sacramentos con el fin de comunicar la gracia que el sacramento significa" (Catecismo, 1127). El efecto sacramental se produce ex opere operato (por el hecho mismo de que el signo sacramental es realizado)243. "El sacramento no actúa en virtud de la justicia del hombre que lo da o que lo recibe, sino por el poder de Dios"244. "En consecuencia, siempre que un sacramento es celebrado conforme a la intención de la Iglesia, el poder de Cristo y de su Espíritu actúa en él y por él, independientemente de la santidad personal del ministro" (Catecismo, 1128).
  • El hombre que realiza el sacramento se pone al servicio de Cristo y de la Iglesia, por eso se llama ministro del sacramento; y no puede ser indistintamente cualquier

239 Cfr. CONCILIO DE TRENTO: DS 1606.

240 La obra del Espíritu Santo en nosotros "es que vivamos la vida de Cristo resucitado" (Catecismo, 1091); "une la Iglesia a la vida y a la misión de Cristo" (Catecismo, 1092); "cura y transforma a los que lo reciben conformándolos con el Hijo de Dios" (Catecismo, 1129).

241 Cfr. CONCILIO DE TRENTO: DS 1609.

242 Cfr. CONCILIO DE TRENTO: DS 1604.

243 Cfr. CONCILIO DE TRENTO: DS 1608.

244 SANTO TOMAS DE AQUINO, Summa Theologiae, III, q. 68, art. 8.

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fiel cristiano, sino que necesita ordinariamente la especial configuración con Cristo Sa cerdote que da el sacramento del Orden245.

c) La eficacia de los sacramentos deriva de Cristo mismo, que actúa en ellos, "sin embargo, los frutos de los sacramentos dependen también de las disposiciones del que los recibe" (Catecismo, 1129): cuanto mejores disposiciones tenga de fe, conversión de corazón y adhesión a la voluntad de Dios, más abundantes son los efectos de gracia que recibe (cfr. Catecismo, 1098).

La Liturgia

a) La liturgia cristiana tiene una doble dimensión: ascendente y descendente246.

  • "Las acciones litúrgicas no son acciones privadas, sino celebraciones de la Iglesia..., pertenecen a todo el Cuerpo de la Iglesia, influyen en él y lo manifiestan, pero afectan a cada miembro de este Cuerpo de manera diferente, según la diversidad de órdenes, funciones y participación actual"247.
  • Los sacerdotes. "Los miembros no tienen todos la misma función" (Rom 12,4). Algunos son llamados por Dios para un servicio especial en la Iglesia. "Estos servidores son escogidos y consagrados por el sacramento del Orden, por el cual el Espíritu Santo los hace aptos para actuar en representación de Cristo-Cabeza para el servicio de todos los miembros de la Iglesia" (Catecismo, 1142).
  • Los demás fieles no se limitan a asistir pasivamente, sino que participan en las acciones litúrgicas en virtud del sacerdocio común248.

— La participación en las celebraciones litúrgicas, aunque no abarca toda la vida sobrenatural de los fieles, constituye para ellos, como lo es para toda la Iglesia, la cum-

245 El sacerdocio ministerial "garantiza que, en los sacramentos, sea Cristo quien actúa por el Espíritu Santo en favor de la Iglesia. La misión de salvación confiada por el Padre a su Hijo encamado es confiada a los Apóstoles y por ellos a sus sucesores: reciben el Espíritu de Jesús para actuar en su nombre y en su persona (cfr. loann 20,21- 23; Le 24,47; Mt 28,18-20). Así, el ministro ordenado es el vínculo sacramental que une la acción litúrgica a lo que dijeron y realizaron los Apóstoles, y por ellos a lo que dijo y realizó Cristo, fuente y fundamento de los sacramentos" (Catecismo, 1120).

Aunque la eficacia del sacramento no proviene de las cualidades morales del ministro, sin embargo su fe y devoción, además de contribuir a su santificación personal, favorece mucho las buenas disposiciones del sujeto que recibe el sacramento y, por consiguiente, el fruto que de él obtiene.

246 "Por una parte, la Iglesia, unida a su Señor y «bajo la acción del Espíritu Santo» (Lc 10,21), bendice al Padre «por su don inefable» (II Cor 9,15) mediante la adoración, la alabanza y la acción de gracias. Por otra parte, y hasta la consumación del designio de Dios, la Iglesia no cesa de presentar al Padre «la ofrenda de sus propios dones» y de implorar que el Espíritu Santo venga sobre esta ofrenda, sobre ella misma, sobre los fieles y sobre el mundo entero, a fin de que por la comunión en la muerte y en la resurrección de Cristo-Sacerdote y por el poder del Espíritu estas bendiciones divinas den frutos de vida «para alabanza de la gloria de su gracia» (Ef 1,6)" (Catecismo, 1083).

247 CONCILIO VATICANO II, Const Sacrosanctum Concilium, 26. Cfr. Catecismo, 1140.

248 "La asamblea que celebra es la comunidad de los bautizados que, «por el nuevo nacimiento y por la unción del Espíritu Santo, quedan consagrados como casa espiritual y sacerdocio santo para que ofrezcan, a través de las obras propias del cristiano, sacrificios espirituales» (CONCILIO VATICANO II, Const. Lumen gentium, 10). Este «sacerdocio común» es el de Cristo, único Sacerdote, participado por todos sus miembros" (Catecismo, 1141). Sobre la distinción entre sacerdocio común y sacerdocio ministerial, vid. tema 24, B, n. l.


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bre a la cual tiende toda su actividad y la fuente de donde mana toda su fuerza249. En particular, la Santa Misa es "centro y raíz de la vida cristiana"250.

e) Los edificios destinados al culto divino "no son simples lugares de reunión, sino que significan y manifiestan a la Iglesia que vive en ese lugar, morada de Dios con los hombres" (Catecismo, 1180). En la iglesia se celebra y se reserva la Sagrada Eucaristía. "Debe ser hermosa y apropiada para la oración y para las celebraciones sagradas»251

— Es necesario extremar el cuidado en el decoro de la liturgia, procurar ofrecer a Dios lo mejor que tengamos y del modo más digno. "Todo el lujo, la majestad y la belleza me parecen poco"252.

  • "La Santa Madre Iglesia instituyó, además, los sacramentales. Estos son signos sagrados con los que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia. Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida"253. "No confieren la gracia del Espíritu Santo a la manera de los sacramentos, pero por la oración de la Iglesia preparan a recibirla y disponen a cooperar con ella" (Catecismo, 1670). "Entre los sacramentales figuran en primer lugar las bendiciones (de personas, de la mesa, de objetos, de lugares)" (Catecismo, 1671).
  • "El Misterio celebrado en la liturgia es uno, pero las formas de su celebración son diversas. La riqueza insondable del Misterio de Cristo es tal que ninguna tradición litúrgica puede agotar su expresión" (Catecismo, 1200-1201). "La tradiciones litúrgicas, o ritos, actualmente en uso en la Iglesia son el rito latino (principalmente el rito romano, pero también los ritos de algunas Iglesias locales como el rito ambrosiano, el rito hispánico visigótico o los de diversas órdenes religiosas) y los ritos bizantino, alejandrino o copto, siríaco, armenio, maronita y caldeo" (Catecismo, 1203). "La Iglesia concede igual derecho y honor a todos los ritos legítimamente reconocidos y quiere que en el futuro se conserven y fomenten"254.

h) El latín es lengua oficial de la Iglesia y de su liturgia de rito latino. "Procúrese que los fieles sean capaces de recitar o cantar juntos en latín las partes del ordinario de la Misa que les corresponde"255.

Bibliografía básica:

Catecismo de la Iglesia Católica, 1066-1098; 1113-1143; 1200-1211 y 1667-1671.

249 Cfr. CONCILIO VATICANO II, Const Sacrosanctum Concilium, 10.

250 Es Cristo que pasa, 102.

251 CONCILIO VATICANO II, Decr. Presbyterorum Ordinis, 5. Cfr. Catecismo, 1181.

252 Camino, 527. Cfr. Mt 26,6-16.

253 CONCILIO VATICANO II, Const Sacrosanctum Concilium, 60. Cfr. Catecismo, 1667.

254 CONCILIO VATICANO II, Const Sacrosanctum Concilium, 4.

255 CONCILIO VATICANO II, Const Sacrosanctum Concilium, 54.


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Lecturas recomendadas:

Es Cristo que pasa, nn. 78 y 80

Don Álvaro, Carta 15-X-1991, en Cartas de familia -3.

Cuadernos 6, (Piedad y doctrina): "Vida litúrgica", pp. 143-156.