Otra manipulación de la historia

A la muerte de Termes se ha vuelto a producir esa manipulación de la historia a la que tan adictos son nuestros amigos y sus cooperadores mediáticos. Se presenta a Rafael como un campeón de la libertad y la única libertad que le gustaba era la de los empresarios.

Su historia está ligada a la actividad delictiva del opus cuando desde un banquito, el Credit Andorrá, se dedicaba a exportar dinero ilegalmente para las obras de Roma. Protector inicial de Ruiz Mateos, entregó su cabeza a los banqueros tradicionales, organizando una de las movidas de odios y rencores más importantes que recuerdo en el interior de la organización. Y eso que el tal Ruiz Mateos no era, ni es, ningún angelito.

Rafael era un fanático de la fé, como se podía leer en sus artículos que El Pais le publicaba gustosamente porque el poder financiero y el mediático siempre se han llevado bien. En su libro "Antropología del capitalismo" sostiene que éste es poco menos que doctrina revelada por Dios.

La revista "El Siglo", en la que suelo colaborar, le dedicó buena parte del número de la semana pasada: "El Opus se ha quedado sin Banco". Claro que esto es puro morbo periodístico. Si con alguien se llevan bien los del opus es con los banqueros.

Por cierto, yo conocí a José María Pemán dentro de la Obra cuando presumía de que el Padre y el coincidian en que Don Juan sería mejor rey de España que su hijo. Luego ambos cambiaron de opinión.