Estuve en crisis 21 de los 22 años que estuve en el Opus

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Por CMV, 23/02/2024


Fui numeraria 22 largos años. Nací en una familia de supernumerarios, soy la 5a. de 10 hermanos. Creo que en México fui la última “vocación” de numeraria antes de la Prelatura, escribí mi carta a finales de octubre de 1982 a los 14 años y medio en Ipala, un centro en Guadalajara, Jalisco, México. Este año cumplo 20 de que me salí del Opus y aún sigo “encabronada”. A mí me engañaron, manipularon y usaron...

Uno de los grandes ENGAÑOS de la institución lo descubrí estando en Roma al estudiar en el Colegio Romano de Santa María, -lugar donde preparan a las futuras directoras de los países y a quienes mandan a “iniciar la labor” a nuevos lugares-. Tengo que decir que me enviaron a Roma para intentar, después de haber puesto TODOS los medios, que aceptara con alegría la vocación “recibida por Dios desde toda la eternidad”. En ese momento llevaba ya 12 años y lloraba a diario por tener que vivir según las exigencias de la vocación de numeraria. Sin embargo, apostaron por mí porque les “servía” como expondré más adelante.

Estando en Roma estudié el libro “El Opus Dei en la Iglesia” escrito por Fernando Ocáriz, actual cabeza de la institución. Creo que tuvo la honradez intelectual de poner por escrito lo que, “teológica“ y jurídicamente ocurre -según ellos-, cuando alguien ingresa a la institución como numerario(a), aunque NADIE te lo diga.

Primero que nada:

Jurídicamente, NO empiezas como numerario (a) sino cómo supernumerario (a) aunque no se te informe. Al hacer la Oblación (al año y medio) pasas a ser numerario(a) y sin saberlo. Yo no quería hacer la Oblación como numeraria, porque, aunque el carisma del Opus me gustaba, las exigencias del celibato me ahogaban en plena adolescencia y sin yo quererlo, el confesor y a directora me “orientaron“ a hacer la Oblación, empezando ahí una crisis que duraría 21 años. La carta que, en su momento, me sugirieron que escribiera para mi admisión, NO decía nada de ser primero supernumeraria para posteriormente decidir si daba o no el paso a ser numeraria, no se mencionaba que iniciaba un periodo de prueba, de discernimiento, ¡NO! Era ya un compromiso cerrado con la institución hasta la muerte.

El segundo gran ENGAÑO fue enterarme que la vocación al celibato era DISTINTA A LA VOCACIÓN DEL OPUS DEI. Me enteré de eso a los 15 años de pertenecer a la Obra, lo supe en una clase con Fernando Ocáriz el actual Prelado, lo menciona también en su libro. ¡Llevaba 15 años presionada para ser fiel a la vocación del celibato, no a la del Opus! ¡Esa vocación se la inventaron! En esos años romanos (1994-1998), en la Obra se esmeraban en repetir en todo momento que la VOCACION AL OPUS DEI ERA UNA SOLA, LA MISMA para todos los miembros (célibes y no) y como a mí no me cuadraba, porque por años me habían hecho pensar que no ser célibe era dejar de ser del Opus, pensé ilusamente que había encontrado la salida leal, correcta… Lo expuse como un gran descubrimiento creyendo que me dejarían pasar a ser Supernumeraria porque estaba claro que yo no tenía la “vocación del celibato”, pero lejos de eso, el nuevo argumento manipulador fue el de la “Comunión de los Santos”. Me argumentaron que yo recibía un tipo de gracias denominadas “Gratias, gratis date “que Dios me daba para pasarlas a otras personas y ayudarles, aunque a mí no me hicieran efecto, donde yo era solo un cauce. ¿Cómo podría negarme si con esas gracias yo ayudaba a ser fieles a las numerarias en crisis?

El Opus no solo ENGAÑA, también SE ENGAÑA, (es mentirosa). Meses antes de hacer la fidelidad, mi madre enfermó gravemente y yo acepté hacer la fidelidad a cambio de su salud. Me pregunto ¿cómo pudieron tomar por válido mi compromiso /vínculo de fidelidad si lo hacía como un sacrificio a cambio de la vida de mi mamá que tenía un cáncer mortal? ¡El sacerdote del centro y de la delegación, así como la Directiva del Centro de estudios en 1990 lo sabían! Yo hice la fidelidad y mi mamá murió a los pocos meses; me sentía amarrada, porque digan lo que digan, la Fidelidad se me presentaba con la misma fuerza que un sacramento o el equivalente a un voto perpetuo de un religioso. En esos escenarios no caben la deserción.

Me MANUPULARON también porque me daban “dirección espiritual” con los argumentos ya conocidos, donde irte no era opción válida, correcta, leal, honorable, responsable, ni segura respecto a la salvación eterna.

Estuve en crisis 21 de los 22 años que estuve en el Opus, lo que ocasionó un desgaste psíquico muy fuerte y fue ante la posibilidad de volverme loca, lo que me hizo tomar la decisión de dejar la institución. Empecé a tomar medicamentos psiquiátricos y me di cuenta de que me deterioraría como estaba ocurriendo con muchas otras a mi alrededor, por lo que pensé: “loquita” no le voy a servir al Opus, solo seré una carga. Ese argumento me liberó y tomé la decisión, que fue aceptada dándome la “dispensa” varios años después de implorar que me dieran “permiso para irme”.

Al final, la directora de la Delegación me mandó llamar y me dijo que no sabía qué había pasado conmigo porque había hecho TODO lo que me habían dicho y no logré aceptar, asumir ni querer la vocación. Me dijo” vete en paz, fuiste generosa”. Esa numeraría fue la misma que 10 años atrás en el Aster, me mandó a Roma para ver si se podía “salvar mi vocación”. 21 años de insensibilidad ante mi rompimiento interno que nadie escuchó, vio, ni le importó.

A la par me USARON porque tenía liderazgo, facilidades de mando, vocación docente y todo el tipo de “niña bien” que les suele gustar y esto, aunado a mi ortodoxia, rectitud y “buen espíritu”, hacían de mi la candidata perfecta para que me usaran de directora en los centros, cursos anuales e incluso colegios.

Digo también que me USARON porque mi propia experiencia de lucha continua en crisis de vocación, me cualificó para atender (dar dirección espiritual) a todo tipo de personas “difíciles” incluso mucho mayores en edad que yo. ¡Pobres mujeres… Perdón por el daño!

En el Opus EL FIN SÍ JUSTIFICA LOS MEDIOS, por eso digo y grito que, aunque HAGA cosas buenas, no ES una institución BUENA, es una institución MALA, TÓXICA porque neurotizó su proyecto. ¿Cómo podrán separar carisma de institución? Tendrían que refundar el opus y lo veo difícil por el fanatismo con el que se venera al fundador.



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