Mis años de agregado

Por Israel Zepeda, 21 de julio de 2008


Durante estas vacaciones de verano he vuelto a retomar la lectura de algunos escritos en la web de opuslibros.org. Es mi deseo en los siguientes artículos que les estaré enviando rendir un tributo a todos los que hemos pasado en la labor de agregados en la ciudad de México en los últimos 20 años, los cuales varios de nosotros hemos forjado una amistad durante este periodo. Fuimos una generación en donde compartimos un sinnúmero de anécdotas que fueron determinantes en nuestro paso por la Obra y que, después de todos estos años, la gran mayoría de nosotros hemos podido salir adelante en nuestro crecimiento personal y profesional, a pesar de que algunos fueron abandonados emocionalmente durante el proceso de su salida del Opus Dei.

Fue una época muy pujante de la labor de agregados en donde llegaron a existir 4 Centros: Louisiana, Nápoles, Copilco y Lindavista, con tres apeaderos en la zona de Nezahualcóyotl, Aztcapozalco y Churubusco. El día de hoy sólo existen dos centros y un apeadero con una labor muy disminuida.

Procuraré entrar al baúl de los recuerdos y escribir lo que fueron estos años, llenos de grandes anécdotas así como vivencias de algunos de nosotros durante nuestro paso por la Obra. Estos artículos, como mencioné anteriormente, es rendir un tributo a aquellos que ya no estamos en la obra y que dejamos huella en varias personas que pasaron en nuestro caminar; un tributo para aquellos que siguen estando ahí y que no nos han dado la espalda; un aliento de ánimo para aquellos que siguen ahí y no han tomado la decisión de salirse; un tributo también para los que nos antecedieron y que no los conocimos porque sus nombres fueron borrados de la historia de la Labor de Agd (Mencionaré algunos: Benito Coronado (q.e.p.d.), Antonio A., Sergio A., José de Jesús J., Armando V., Adrián F., Juan R.,Ariel C.) y, finalmente, recordar a los agd que han fallecido y nos dejaron una huella en nuestra vida: Daniel Molina, Chucho Monroy y, recientemente, Don Fili.


El primer contacto con la Obra fue a través del Club Drakkar. Era el año de 1982. Jorge V., supernumerario, (años después también dejó la Obra) amigo de mis padres me habló acerca de una convivencia con chicos de mi edad en una Hacienda localizada en el Estado de Tlaxcala. La verdad me llamó la atención y viniendo esa recomendación por parte de Jorge mis padres no vieron ninguna objeción...

Fue una convivencia de 10 días en la Exhacienda de Mimiahuapán, localizada a unas 2 horas de la Cd. De México. Es una construcción del S.XVIII, si mal no recuerdo, y que perteneció a una Ganadería muy afamada en mi país. Ya para los años 80´s la estaban acondicionando para casa de convivencias y retiros de la incipiente Prelatura (Era el mes de Julio y la aprobación Ut Sit fue en Noviembre del mismo año). Los encargados de la convivencia eran Héctor Z, Luis Enrique M, Antonio A. Curiosamente este Club estaba encargado a los Agd durante esa época y años más tarde pasó a manos de los numerarios cuando se inauguró su nueva sede junto al Centro Cultural Torres en 1983.

Durante esa convivencia conocí al Padre Ricardo S. que tenía unos pocos meses de haberse ordenado (Actualmente está en Aguascalientes y hasta donde sé, está en calidad de castigado por ciertos acontecimientos que sucedieron en la Universidad Panamericana al preocuparse por la necesidad de atender a personas con otras preferencias sexuales y que eran rechazadas). Conocí a varios chicos que provenían de familias muy conocidas dentro de la Obra. En los años subsecuentes varios de ellos pitaron y , de igual manera, abandonaron la Obra. Lo que me llamó la atención de ese campamento fue la cordialidad y la buena camaradería de los asistentes. La verdad me la pasé genial esos días y fue para mí un nuevo lugar para hacer amigos.

Recuerdo a varios de ellos, los cuales, años después dejaron la Obra: David G., Javier G., Agustín C., Alvaro L.O., Enrique C., Rodolfo F., José Arturo L.,Antonio G., Pablo D.

Al terminar el Campamento me puse en contacto con el Club, al cual pertenecí hasta 1984. Tuve la oportunidad de ir a otra convivencia en Mimiahuapan, Al Estado de Michoacán visitando la Laguna de Zirahuén, Al Estado de Veracruz y a las Lagunas de Zempoala. De estos viajes tengo gratos recuerdos y de ahí hice amistad con algunos que hasta la fecha conservo su afable amistad.

Al finalizar 1984 empecé a asistir a Torres.


Era el año de 1984 cuando empecé a asistir a los medio de formación en Torres. Durante esa etapa tuve trato con varios numerarios que, con el paso de los años , dejaron el Opus Dei. Entre ellos Ricardo S., Alejandro S, Eugenio T., Enrique C, por mencionar algunos. Nunca asistí circulo de San Rafael ni me lo propusieron durante esa época, sin embargo, asistía a Curso básico con algunos de mis amigos de la preparatoria (Luis G.V. hoy director jurídico de una institución financiera y Jorge V. director de un canal de televisión estatal). En esos años conocí a mi gran amigo Nacho C., el cuál pitó también de agregado, convivimos muchísimo durante nuestros años de Agd y, hasta hace poco, también dejó la Obra. Ya posteriormente hablaré de los grandes amigos que hicimos en el Centro de Louisiana.

Fue una etapa muy especial por mi paso en el Centro de Torres. Tuve la oportunidad de conocer el modus vivendi de los numerarios. He de destacar que nunca vi nada raro en ellos y eran personas muy afables y sencillas en su trato. Dos de ellos: Antonio A. y Vicente S. (ahora sacerdotes numerarios) son de gran calidad humana, saben escuchar y les tengo un gran cariño aunque tenemos ya varios años de no vernos. Si saben que salí de la Obra y las veces que tuve oportunidad de hablar con ellos, ya estando fuera, ha perdurado la apertura y sincera amistad de años atrás.

Recuerdo con mucha gracia un tertulia con la gente de San Rafael: Era un 2 de octubre y los de SR hicieron una representación del consejo local. Los directores se fueron de espaldas al ver el realismo con el que interpretaban las reuniones de los directores: Todos de gabardina, agendas en mano, hablando en clave “…oye, a fulanito ya le hablaste..., oye que menganito no vino con sus amigos...”,etc. La verdad la pasamos muy bien. Todavía no se decretaba la “Ley Seca de D. Alvaro” y ese día circuló el Bacardí y el Don Pedro a todo su esplendor.

Hablaré de mi pitaje: Es curioso: nunca me lo propusieron o me lo insinuaron, sino que yo fui el “que empujó la puerta”. En ese momento me atraía el ser numerario, ya que era lo único que conocía, aunque como les comenté en un escrito anterior, que tuve la oportunidad de conocer Louisiana por mi trato con LEM que conocí en el campamento en Mimihahuapan, pero no sabía qué eran en si los Agregados. Yo les propuse mi entrada al Opus Dei en enero y no fue hasta en mayo de ese año que me propusieron el ser Agregado. Cuando me dijeron puse mi cara de What! (en alusión de un anuncio de una escuela de Inglés). Me dijeron que seguiría viviendo con mis papás, que nunca me casaría (la verdad en ese momento ni me pasó la idea por la mente) y que era una entrega en su totalidad a Dios. La verdad me pareció bien la propuesta y para festejar tal acontecimiento a los dos días me fui al cine con mis amigos. Ja ja. (Cuando le conté al Director mi plan apostólico de ese día, puso los ojos como la fotografía de Tía Carmen y me explicó que los numerarios y agregados no íbamos al cine cómo un acto de nuestra entrega y pobreza).

En junio asistí a mi primera convivencia especial. la cual hablaré de ella en mi próximo escrito, así como los últimos meses de mi estancia en Torres antes de pasar al Centro de Louisina.


A los pocos meses de haber pedido la admisión, mi padre tuvo sufrió un infarto debido a las presiones económicas que teníamos en mi familia en esa época. Durante la estancia en el hospital fue a verle e P. Guillermo V. A la fecha estoy muy agradecido con este gesto de parte suya. A los pocos días falleció. Fue un golpe fuerte para mi madre y mis hermanas. Estaba por entrar al último año de preparatoria y afortunadamente al Colegio donde asistía, me dieron una beca de estudios por orfandad paterna. Durante esa época éramos 5 de casa en la Preparatoria: 4 numerarios y yo (3 nos hemos ido y los otros 2 siguen en la Obra)...

He de decir que por muchos años el CUM (Centro Universitario México) dirigido por los Hnos. Maristas, fue un semillero de vocaciones para la región de México. Se llegó a comentar que en la década de los 50´s, 60´s y 70´s llegó ha haber varias generaciones de numerarios, agregados y supernumerarios en dicha institución y que tuvieron cierto prestigio entre los alumnos y los mismos Hnos. Maristas. Ya varios de ellos han fallecido o se han salido del Opus Dei y unos cuantos son los que quedan. He de destacar que nosotros fuimos la última generación de gente de la Obra en dicha institución y que después ya no hubo nadie más. Con esto quisiera hacer una reflexión de cómo el Opus Dei buscaba la forma de captar gente en esta Preparatoria, que durante muchos años, fue la más prestigiosa en el país. Ahora prácticamente concentran su captación de gente en las labores corporativas (Cedros, Yaocalli, UP) y prácticamente ya no hay una labor del Opus Dei en nuestra clase media muy golpeada por las recurrentes crisis económicas del país.

Después de este breve paréntesis comentaré de mi primera convivencia especial: Mi padre tenía pocos días de haber fallecido, traté de dejar a un lado el dolor por su muerte y considere que era mejor irme a mi convivencia especial. Pasando los años reflexiono acerca de ese acontecimiento y la verdad no fui más conciente de la situación familiar que pasábamos en esos momentos críticos. Sólo recuerdo que mi madre pagó mi curso y nada más. Ésta se realizó en Montefalco (El Molinoviejo Mexicano) localizado en el Estado de Morelos. Ahí conocí a gente de Guadalajara, Monterrey, Hermosillo, Culiacán y del Peñón. Recuerdo que éramos varios en convivencia especial. Recuerdo algunos nombres: Fidel, Santiago, Félix, Raúl. Tres de ellos provenían del Peñón y creo que fue la última generación de Campesinos que pitaron ahí. Ya ninguno de ellos está en la Obra y sólo quedan los que iniciaron la labor en los 50´s: Chente G., Chávalo V. y Toño S. He de comentar que ellos tuvieron la dispensa de Mons. Escrivá para vivir en familia en el centro de numerarios siendo ellos agregados. No sé si existe o existió un caso similar así en España. También quedan Aquilino (que es de está época pero no vivió con ellos) y José P.

Recuerdo que mi primer encargo fue llevar el diario de la convivencia especial. La verdad no me acuerdo que fue lo que escribí pero si recuerdo que diariamente el director hacía las correcciones en el mismo. Los Directores del Curso Anual eran Andrés A. (ahora sacerdote), El Dr. Núñez (Prof. de Filosofía en la UP), El Dr. González (arrumbado y empastillado en algún centro de mayores), El Dr. Guerrero (magistrado de justicia y de los poquísimos que ejercen su profesión alejado del enviciado ambiente de las labores corporativas) y Carlos M. (un tipo que tiene bastante empuje con la gente pero ahora lo tienen arrumbado y deprimido en un colegio de Guadalajara). Los sacerdotes eran el P. Fernando D. y el P. Pedro de la G.

Recuerdo que Carlos M. en una de las charlas nos contó una anécdota simpática: En una convivencia especial de numerarios, un mayor al darles la charla acerca del Símbolo Atanasiano, al preguntarles si sabían que era el Quiqumque y al notar su falta del conocimiento del mismo, les dijo que era un garrote de madera y que con ello se golpeaba uno la espalada mientras se recitaba el Credo en latín. La verdad nos dio mucha risa esa anécdota.

Recuerdo que mi primera corrección fraterna fue por un comentario que hice con respecto a la carta pidiéndole la admisión al Padre. Yo decía que a todos los que íbamos a ese curso nos hicieron hacer y firmar la carta. Yo lo decía con mucha candidez ya que consideraba que era una broma sencilla pero parece que al que me hizo la corrección fraterna le cayó mal dicho comentario. Creo más bien que le caló ya que dejó la obra tres años después.

En este Curso conocí a los agregados de esa primera generación en los 50´s: Héctor L., Carlos A., Chávalo V., Chente G., Toño S. y Bob V. Este último se decía en esa época que era el primer agregado de la región. La verdad no se sabe a ciencia cierta si es así ya que recuerdo en alguna ocasión haber visto una crónica muy antigua donde se hablaba del primer Curso anual de Oblatos en México y se mencionaba que eran alrededor de 10 los asistentes al mismo.

Recuerdo que Toño y Aquilino nos platicaban de su paso por Italia en Salto de Fondi, que era una especie de Colegio Romano para agregados en Italia. Parece ser que fue un proyecto en donde llegaron agregados campesinos de España y los tres únicos que fueron de México. Nunca se menciono quién fue el tercero que iba y no se sabe si fueron más de México allá.

Recuerdo que en las tertulias se hablaba de las diferentes labores de agregados: El Colegio Jarales en Jalisco, La labor en la U.A. de Nuevo León, en la U. de G., en Hermosillo y en el Peñón. Recuerdo que en ese Curso anual sumábamos alrededor de 90 agd entre jóvenes y mayores, sin contar los que habían asistido a su respectivo Curso en Guadalajara y Monterrey.

Creo que si hago un breve balance de esa época, creo que todavía en los 80´s hubo una labor fructífera con los agregados, la cual se mantuvo a principios de los 90´s y que en los años subsecuentes fue decreciendo. Los números hablan: De principio de los 80, hasta el día de hoy, solamente en la Ciudad de México, ha habido más de un centenar de agregados, de los cuales, solamente hay 25. Eso indica que en 25 años nos hemos salido casi un 75% del Opus Dei. Eso sin contar de los años 50´s a los 70´s, de los cuales no tengo datos.

En mi siguiente escrito ya hablaré de mi paso por Louisiana y de los Cursos Anuales del 87 y 88, los cuales considero que fueron los más geniales para todos los que asistimos al mismo.


Al terminar la preparatoria empecé a trabajar en el Centro Universitario Panamericano (CUP). Este Colegio surgió a principios de los 80´s en las inmediaciones de Ciudad Satélite, que se localiza en el Estado de México y al norte del Distrito Federal. Esta zona metropolitana surgió a mediados de los años 60´s. en donde la gran mayoría de las familias eran provenientes de una clase media pujante que se había consolidado en los años 50´s. Es una zona hasta el día de hoy en donde las familias son de gran tradición católica y en cierta forma con 2 o más hijos por familia. Para los años 80´s la labor del Opus Dei se forjó con los supernumerari@s de la zona y de ahí empezaron a surgir los primeros numerari@s de esta parte de la ciudad. Para los años 80´s se tenían 2 centros de numerarios: Satélite (jóvenes) y Buenavista (mayores), el Instituto Ptolomeo (kinder, Primaria y Secundaria, el cual surgió por los años 70´s) y el colegio antes mencionado (Preparatoria)...

Hago un pequeño paréntesis, antes de que la memoria se me borre: Hubo un proyecto muy fuerte a mediados de los 70´s en poner un Colegio del Opus Dei en la Herradura que, en esos años y hasta el día de hoy, sigue siendo una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México. El encargado de ese proyecto era el Dr. Mario G. (numerario que después de 41 años en el Opus Dei la dejó en los años 90´s) junto con otros profesores que se estaba “pirateando” del Cedros. En esos años estaba muy fuerte la candidatura del Lic. Mario Moya Palencia, del PRI, que en esos años, era el partido oficial en el poder. Pues bien, parece ser que su esposa era o fue supernumeraria o cooperadora y se quería que se hiciera un Colegio con gente de la Obra en esa zona de la Ciudad. Cómo el Lic. Moya no fue el candidato sino el Lic. José López Portillo, el proyecto se vino abajo. Por lo que se supo se les prometió a los profesores que iban a trabajar ahí hasta automóvil para su uso personal y unos jugosos sueldos.

Volvamos a la historia: Cuando llegué al CUP era director el Dr. Raúl M. (agd que dejó la Obra hace un par de meses después de 25 años ) y el Subdirector era Mauricio de E. (numerario, dejó la obra en el 87). Durante los tres años que ahí trabajé estuvieron conmigo Jorge M. y Carlos L. (agds que dejaron la obra hacia el 88 y 89), el Ing. Juan O. ( numerario que actualmente trabaja en la UNAM, de mucho prestigio y alejado de los desmanes y vicios de las obras corporativas, además de que es una persona fabulosa y que nunca nos ha negado su saludo y amistad con varios ex) y otros que pasaron desapercibidos y continúan en el Opus. Durante mi estancia en el Colegio se hacía una fuerte coacción con varios alumnos para que pitaran de numerarios. Era una escuela de unos 50 alumnos, en donde llegaron a ser varios numerarios. Recuerdo a algunos de ellos: Gonzalo M., David S., Carlos L., Renato S., el Gordo M., el Negro A., Einar A., Alfonso H., Marcelo T. De esa generación sólo quedan 2 (Paco G. que está en delegación en papel de cuasi-prelatureitor, Alfonso E. que lo volvieron a aceptar como supernumerario por estar en “buen plan”). Recuerdo a uno, parece ser que se llamaba Francisco, el cual lo presionaron mucho para hacerse numerario. Solamente fue de casa por unas horas ya que al día siguiente que escribió la carta al Padre ya nunca se volvió a pararse por el Centro y por la Escuela.

Durante esta etapa hice mucha amistad con mis alumnos. Reconozco que algunos los empujé para que pitarán. A otros los invité a la labor de San Rafael. Sin embargo, hace poco en Facebook me he reencontrado con varios de ellos y hemos nuevamente estrechado nuestros lazos de amistad.

Cuando Mauricio de E. dejó la Obra en 87 se hizo alrededor de su salida un ambiente de silencio y sin muchas explicaciones. Sin embargo seguí teniendo contacto con él después de su salida. Estuve en su Boda. Le perdí la pista cerca de 10 años y, por azares del destino, nuevamente pude contactar con él hace poco. Me dio mucho gusto saber de él, de su familia y de que nuestra amistad sigue firme después de todos estos años.

En el otro Colegio, el Ptolomeo, trabajaban Luis Enrique M. (agd que vive en San Luis Potosí ), Chucho Monroy ( agd ya fallecido, una persona de gran calidad humana y que en un artículo posterior le haré un homenaje) y Félix R. (agd, un gran tipo pero menospreciado por el Opus Dei por ser una persona no muy agraciada físicamente): De éste último si ha sido una gran injusticia y una gran discriminación hacia su persona. Nunca fue bien visto en las labores corporativas por parte de los directores. Es una persona con una gran preparación docente, además de que fue un pilar fundamental en la labor de agds en el ya desaparecido Centro de Copilco.

Sin duda alguna estos años que estuve en el CUP fueron muy determinantes en mi inicio en el Opus Dei. Aunque veía que algunos se iban saliendo del OD, no los juzgaba y continuaba mi trato con ellos, a pesar de las negativas de mi director, al cual una vez si me enfrenté con él , ya que comparaba mi trato con los ex como si estuviera tratando al exmarido de mi hermana. Esta actitud me incomodó y sí le increpé su comentario. Posterior a este suceso ya no hubo ningún comentario de mi director aunque si considero que a partir de ahí me anotaron en la “lista negra”.


Al mismo tiempo que ingresé a trabajar en el C.U.P. me incorporé al Centro Cultural Louisiana que, junto con Copilco y Lindavista, eran en esos años los tres centros de agregados que había en la Ciudad de México. El Director era Andrés A., el Subdirector 1 Rodrigo M., el Subdirector 2 Guillermo E. y el Secretario José Luis L. Los dos primeros Numerarios y los últimos dos agradados. En la actualidad los 4 son sacerdotes. Recuerdo que al llegar al Centro conocí a Adrián Fonseca (q.e.p.d.), Sergio A., y Antonio A. Fueron los primeros que me tocó conocer que abandonaron la Obra en el transcurso de unas cuantas semanas después de mi llegada y, obviamente, no se comentó nada del asunto. Antes de la llegada del Consejo local antes mencionado, el anterior habían abandonado el Opus Dei: el Director, el Subdirector 1, el Secretario y el sacerdote del centro, el cual se secularizó, se casó y ha fallecido hace un par de años. Tengo entendido que con esta salida del Consejo local otros agregados aprovecharon para salirse. La historia se volvió a repetir años después entre el 2002 y 2003 en donde nuevamente el Director, el Subdirector, el Secretario y el Celador del grupo se fueron del la Obra. Sólo se quedo el Sacerdote del centro...

Recuerdo con mucho agrado los retiros mensuales (rm). Lo que sucede es que cada vez que teníamos el rm nos juntábamos los agregados de los tres centros y era una excelente oportunidad para conocerlos, además de que siempre teníamos un suculento desayuno que preparaba Javier G. (todavía sigue en el Opus Dei aunque bastante olvidado y amargado) junto con su socio Nicolás R. (ex agregado ya casado). Decíamos entonces que en vez de tener retiro mensual teníamos “desayuno mensual”. Estos desayunos se retiraron cuando, en una ocasión, el desayuno lo preparó Jorge S., el cual también tenía excelente mano en la cocina, y el sacerdote del centro, Don Miguel Antonio N. (un tipo formidable pero recluido en su mundo y arrumbado en su centro. En otros escritos hablaré de él) le empezó a “picar la cresta” a Javier G. diciéndole si puede superar el deguste para el siguiente retiro, el cual coincidía un 2 de Octubre. Javier, cuya humildad era muy de notarse, aceptó el reto y en el siguiente retiro llevó un desayuno digno del Waldorf Astoria en donde todo mundo nos sorprendimos y lo disfrutamos en verdad. El Director se quedó con los ojos tipo retrato de Tía Carmen y, en el círculo posterior al retiro, se dio la nota de ya no tener desayunos en el retiro mensual y que cada quien se las arreglara para su propio desayuno.

Vayamos al tema propuesto de mi escrito anterior: El Curso Anual de 1987 se realizó en la casa de retiros situada en las cercanías de Jaltepec, Jalisco, en los alrededores del hermosísimo Lago de Chapala.

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Foto del Centro Educativo Jaltepec. Colegio para mujeres en capacitación de Hotelería. Anexo a la Casa de Retiros.

En esa ocasión nos reunimos alrededor de 70 agds provenientes de la Cd. De México, Guadalajara, Monterrey, Hermosillo, El Peñón, Culiacán y de los pueblos cercanos a Guadalajara. Quisiera comentar que en esos años todavía era pujante la Labor de los agregados en el país y llegué a conocer algunos campesinos del Peñón. (Félix G., José P., y otros dos más que no recuerdo sus nombres, de los cuales ya nadie queda), a Jesús V. (el único agregado obrero hasta el momento conocido, nunca supe si hubo más anteriormente y que años después también dejó el Opus Dei), a Candelario, Santiago, Fidel que eran oriundos de los Altos de Jalisco (también salieron del OD), a Raúl Parga (fallecido hace poco y que su esquela sí aparece en el Romana publicado hace poco en la web del Opus Dei y en donde nada se dice de nuestro querido D. Antonio Petit). Los directores del curso anual eran Andrés A., Francisco H., Francisco M. (numerario que inició la labor en Aguascalientes y que meses después dejó el OD) Ramón G. (numerario Catalán que dejo la Obra años después) y un ecuatoriano que no recuerdo su nombre; estuvo en la Cd. de México, estudió en el Tec de Monterrey y que después regresó a su país en donde también dejó la Cosa.

Conocí a un agregado de Monterrey, Manuel G, que era cocinero y mesero; Los hermanos Crescencio, Pedro y Alejandro, los tres ingenieros de la Autónoma de Nuevo León; Los hermanos Carlos y Goar P. de Guadalajara; José Luis y Enrique N. de Monterrey; Isaac y Pablo R. de San Luis Potosí, Carlos M. de Culiacán; Noé e Ismael M, del DF, Gerardo P. de Hermosillo. Por mencionar algunos. Todos ellos ya fuera del Opus Dei.

Una de las anécdotas curiosas de ese curso anual lo protagonizó un agregado llamado Juan Daniel G. (dejó la Obra a mediados de 1999 después de estar 14 años). En el curso anual del 86, en la Tertulia final, protagonizó a un personaje muy conocido en esos años cuyo lema era “Quureeeemoosss Roock” el cual causó muchas risas en esa tertulia. Pues bien: Estábamos en una tertulia musical nocturna con Ramón G. y Carlos M. los cuales nos interpretaban canciones en catalán de Serrat en la zona de la alberca. Algunos vimos que Juan Daniel se retiró de manera misteriosa de la tertulia a la cual ya no regresó sino hasta la hora del examen de conciencia, por lo cual pensaba aplicarle una infaltable corrección fraterna. Al día siguiente algunos vimos que los Directores le estaban llamando la atención acerca de lo ocurrido en la Tertulia con los Mayores. Después nos enteramos que Juan Daniel se disfrazó nuevamente del personaje antes mencionado y, de manera sorpresiva, irrumpió en la tertulia con los agregados mayores con su grito de “Quureeeemoosss Roock”. En la tertulia estaba el Lic. Alberto Pacheco, el cuál pensó que había entrado un marihuano a la Casa y que algunos ya estaban dispuestos en irlo a atrapar y golpearlo. En el momento alguien mencionó: “Es Juan Daniel” y ahí se aplacó el asunto. Sin embargo algunos mayores tuvieron un ataque de taquicardia por el susto.

Uno de los sacerdotes del curso anual eran Don Francisco F. el cual era un apasionado de la Política. En su juventud estudió periodismo y ejerció su profesión. La Verdad las clases eran muy divertidos ya que empezábamos con Teología Dogmática y terminábamos hablando de los posibles sucesores en la Presidencia de México.

Una Noche, en la casa de mayores, era frecuente oír los fuertes ronquidos de Pedro O. (actualmente es el Director de la Escuela para gente de escasos recursos en el Municipio de Ixtapaluca, cerca del DF. Es un agregado con más de 45 años en la Obra, arrumbado y olvidado, y en una de esas se oye un grito en la penumbra: “Ya callen a ese cabrón”. Ni más ni menos que el buen Carlos A. (Uno de los primeros Adis, con cerca de 55 años en el OD., enfermo y deprimido, residente en una pensión con otros agregados en Monterrey). ¡Vaya con el tiempo de la noche!

En uno de los días libres fue histórico el hecho de que unos se perdieron y regresaron al día siguiente, después de perderse algunas horas en la carretera. Los protagonistas fueron Andrés G. (trabaja en el ICAMI de Monterrey), Pablo L.O. e Isaac R. (ambos ya fuera del Opus Dei). El hecho fue representado de manera cómica en la tertulia final.

Otra anécdota simpática fue la que nos contó Candelario: En una semana santa fueron con otros agregados y chicos de san Rafael a una representación de la Pasión en Juanacatln, Jalisco. Al ser elevado el personaje de Cristo en la Cruz, uno de los petardos paso cerca de él, precisamente por sus partes nobles. En ese momento en vez de oír “Padre, perdónales porque no saben lo que hacen!” se oyó decir “órale, pendejos, no estén aventando cuetes” En términos castellanos: “Mierda, Jilipollas, los petardos a sus tías”. Tal fue la frase que en esos momentos hasta la Magdalena, Dimas, Gestas, el Centurión, el Terremoto, el párroco del pueblo y la de los tamales se escandalizaron y se oyó a lo lejos al Iscariote decir: “No maldigas Señor”. Pues todos estábamos muertos de la risa, al grado que a uno estaba tirado en el piso por más de 15 minutos.


Mis condolencias y solidaridad a todas las víctimas del reprobable atentado en la Universidad de Navarra. Espero que con este hecho se quite esa presunción y soberbia de algunos que dicen que el OD y sus instituciones son invulnerables a estas situaciones. Un abrazo a todas las víctimas, sus familias y a todos los de la UNAV, sin distinción de pertenencia.

Antes de empezar mi escrito encontré esta liga en Internet en donde hablan del Opus: http://www.conelpapa.com/quepersigue/opusdei/index.htm ya que en ella encontré la foto que necesitaba para el relato del día de hoy. En la sección que aparece del libro” Soñad y os quedareis corto” de Pedro Casciaro, en la historia del Paso de los Pirineos cortan la foto en donde aparece Miguel Fisac. Nuevamente la novela de Orwell se aplica. Les paso el dato de dicha página estar al pendiente de lo que se publica ahí...

El curso anual del año 1988 se realizó en la Ex Hacienda de Montefalco. Una de las tres casas de retiros en la zona centro del país y a unos cuantos km. de la Cd. de México. ¿Por qué fue muy especial este curso anual? En ese año hubo un ca en Jaltepec en semana santa, al cual sólo asistieron solo 8: Arturo Ch., Félix R. y Sergio M.Q. del D.F; Candelario V. y Chui V. de Guadalajara y Aquilino M., Chente G. y José P., del Peñón. Por lo que este curso anual en Montefalco fue multitudinario ya que asistimos alrededor de 90 agds de todo el país excluyendo posiblemente a 5 que por diversas razones (trabajo, enfermedad o decisión de ya salirse del Opus Dei) no asistieron al mismo.

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Foto de la Iglesia y parte del casco de la Ex-Hacienda de Montefalco

Los directores del curso anual eran Raúl P., Andrés A., Rodrigo M. Los sacerdotes eran el P. Jaime S. y Don Julio B. No recuerdo bien qué materias tomamos en ese curso pero si era relevante que varios de los mayores estaban en curso de estudios, el cual parece ser era el primero que se hacía en la región para los agregados. Durante ese año se vivía en México una efervescencia por la democracia ya que los tres principales candidatos a la Presidencia de México estaban muy en disputa, principalmente el de la izquierda, el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas del Frente Democrático Nacional (Ahora el PRD), Manuel de J. Clouthier del Partido Acción Nacional (PAN) y Carlos Salinas de Gortari, del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Era interesante que en la sobremesa se comentara del asunto con algunos y dábamos nuestras opiniones sin ninguna línea y censura.

En una tertulia que tuvimos con el Ing. Jorge Zamora (q.e.p.d.) nos habló de los primeros años de la labor en México y nos comento del primer numerario mexicano que fue Jesús K. (Años después fue ministro de Salud en México) y ahí cayó la supuesta leyenda de que nos decían que fue don César G. el primero.

Durante el curso anual se hizo una parodia de lo que se vivía en el país en esos meses. Rosalío Rivera (exagd) representó a la Izquierda; Cávalo V. a la Derecha; Chucho M. al Trotskismo y Andrés G al partido Oficial. Durante el curso anual aparecían en ciertas zonas de la hacienda algunas propuestas de campaña, al grado que hubo una disidencia en donde quería hacer competencia a los demás.

Hubo un mini-debate entre los candidatos, en la cual Chucho M. propuso: “Tomaremos la cocina, sí compañeros, tomaremos, no más aguas frescas” la cual arrancó los aplausos de los presentes y algunas risas a 5000 km. Rosalío nos invitó en el día libre a asistir a un balneario cerca de ahí y que el ponía los camiones. En efecto así fue y la gran mayoría asistimos a tal lugar. Nos la pasamos súper ya que era un lugar muy agradable, con gente y algunos bikinis..jeje. Recuerdo que uno de Monterrey ya estaba invitando a una chica a que se aventara con nosotros en la alberca del Tobogán. Parece ser que le aplicaron la infaltable corrección fraterna y años después ya no se supo de él. Vaya asunto.

Una noche nos proyectaron la película “El bombero atómico” con Mario Moreno Cantinflas. Es sin duda una de sus mejores películas y recuerdo que la disfrutamos mucho ya que nos reíamos no de la película, sino de las carcajadas de Roberto C. (ahora sacerdote coadjutor en Guadalajara, primer agregado del lugar que se ordena) además de que la película está llena de doble sentido.

Porqué he mencionado que este fue un curso anual muy importante. Son varias las razones:

  1. Fue la última vez que tuvimos la oportunidad de conocer a los agregados de distintas partes del país y saber de las labores de cada región ya que a partir del año 89 cada delegación tendría su propio ca para los agds. Esto demostraba en esos momentos que la labor aparecía ser más estable y que el crecimiento tenía buen ritmo.
  2. Fuimos el último bloque generacional (de mediados de los 80´s a mediados de los 90´s ) en donde hubo varios pitajes de agregados en el país, especialmente jóvenes universitarios. Muchos de nosotros, hasta la fecha, mantenemos contacto y una excelente amistad.
  3. Los consejos locales eran únicos en cada delegación. A partir del 90 empezaron ha dividirse el centro de mayores y de jóvenes. Esto marco un parte aguas ya que la convivencia entre mayores y jóvenes empezó a alejarse y esto trajo consecuencias, hasta el día de hoy, de una labor demeritada y sin ninguna convivencia entre los mismos agds.

Al cerrar este artículo, he tenido noticias de dos agds mayores que dejaron la obra después de casi 43 años y 26 años de pertenencia. Algunos amigos y yo hemos estado poniéndonos en contacto con ellos para decirles que no están solos y que cuentan con nuestra amistad.

¿Cuál es la realidad al día de hoy en la Ciudad de México? Tres grupos de agregados jóvenes: 4 en el Centro de Arenales, 6 en la labor del Colegio Atoyac y 4 en la Labor del Colegio de San Fco. Acuautla. Y 12 en el Centro de Mayores (ahora Nápoles antes Louisiana). Lo que ha sucedido es que cierto personaje prelatureitor ha mantenido el poder como director de agregados y esto ha causado una tremenda deserción, al grado que ningún grupo sabe lo que sucede en el otro y menos con los mayores.

Centro Cultural Universitario Louisiana

Este Centro se instaló a principio de los años 80´s en la calle de Louisiana, en la céntrica Colonia Nápoles, a unas cuantas cuadras del WTC Cd. de México. Anteriormente era sede del Centro Cultural Torres (Numerarios), la cual se mudó en su dirección actual enfrente de los Viveros de Coyoacán. Cuando Louisiana pasó a formar parte de la sede de los Agregados tenía un oratorio provisional en el 2º. Piso, que consistía en un Altar de Madera, un sagrario muy modesto pero bonito y un cuadro de la virgen de Guadalupe, el cuál se nos decía que fue pintado por un agregado de Culiacán, Sinaloa, el cual firmaba como José de Jesús M ó H. Por lo que se supo después dejó la Obra por esos años...

La casa tenía un frente muy amplio, con una puerta de entrada y una Cochera, la cual ese lado era el lugar por donde entraban las Numerarias Auxiliares cuando era centro de numerarios. La estancia era aproximada de 30 m2. con una escalera de caracol con bordes de madera. A mano izquierda era la sala de biblioteca, en donde se tenían las diversas actividades de meditaciones y tertulias. Al lado tenía un cuarto que fungía como bodega y biblioteca. Al final de la biblioteca había un patiecito muy pequeño en el cual se tenía otra puerta de acceso a un pasillo, el cual conectaba a la oficina del Secretario, un baño completo, la oficina del sacerdote y se terminaba con una sala de tertulias, la cual llamábamos la sala hawaiana, debido a los cojines de la sala los cualas eran muy pintorescos. En el segundo piso se tenía una sala para las charlas fraternas, otra pequeña salita para círculos, el oratorio y la oficina del director, además de dos baños pequeños. La verdad la casa era muy acogedora y se tenían actividades entre semana: Circulo de San Rafael, Círculo de agregados, además de diversos cursos de Matemáticas y algunos de iniciación a la computación, el cual consistía en una vieja computadora Apple y una Commodore 64 que llevaron algunos del centro para dichas actividades.

En esos años el consejo local lo conformaban Andrés A., Rodrigo M., Guillermo E. y José Luis L., Los dos primeros numerarios y los dos últimos agregados. Los 4 en la actualidad son sacerdotes, siendo José Luis L. y Guillermo E. el primer y segundo agregados que se ordenan en México. El sacerdote del centro era Don Miguel A. N.

Andrés A. llegó con una tarea titánica de levantar la labor de los agds ya que a principios de los 80´s se dio una gran desbandada en el centro de Copilco, además con el antecedente de que el anterior consejo local había abandonado la Obra incluyendo al sacerdote del centro. No recuerdo bien los nombres de ese consejo local. Me parece que el Director era un tal Fito T. y el sacerdote era Don Humberto A., el cual como comenta AlChile en uno de sus escritos, se secularizó y se casó con una ex-numeraria.

En aquellos años cuando llegué al centro de Louisiana estaban adscritos:

  1. Héctor L. (Pitó en el año 53, Profesor fundador de la UP. Se desapareció del centro por algunos años después de que falleció su mamá y se volvió a reintegrar al centro en este año).
  2. Don Filiberto Barragán (Fallecido este año. Ver mi escrito Agregados con Prestigio).
  3. Juanito G. (Pitó en los años 60´s, ha tenido diversos trabajos).
  4. Adrián N. (Dejó la Obra este año después de más de 40 años de pertenencia)
  5. Pedro O. (Trabaja en Ixtapaluca, lleva ya varios infartos y apoya en la labor de esa zona de la ciudad. Muy demeritado por el Opus Dei.)
  6. Félix R. (Ya platiqué de él en uno de mis escritos. No sé si siga en el Opus)
  7. Juan R. (Hno. de Félix R. Se fue)
  8. Fernando P. (Sobrino del P. Alberto P.)
  9. Javier G. (Varios familiares están en el OD)
  10. Nicolás R. (Gran amigo de Javier G. Socio de él en varios negocios. Se fue)
  11. Adrián F. (Se fue. Ya fallecido)
  12. Daniel Molina (Ya fallecido. . Ver mi escrito Agregados con Prestigio)
  13. Daniel V. (Vive en Hermosillo)
  14. Esteban P. (Vive en Guadalajara)
  15. Alfonso M.(Se fue. Trabaja en una Universidad de los Legionarios)
  16. Ernesto B.(Se fue. Tiene varios negocios. Buen amigo)
  17. Pablo L.O. (Se fue. Son 14 hnos. casi todos ellos estuvieron en el OD. Tiene un hermano sacerdote).
  18. Chucho Monroy (Ya fallecido. Un gran tipo. Lo mencionaré de manera particular en un escrito como homenaje a él)
  19. Jorge Gaviño (Ya fallecido. Ya platiqué de él en mi escrito Agregados con Prestigio)
  20. Ariel B. (Trabajaba en la Parroquia de la Santa Veracruz. Se fue)
  21. Ernesto R. (Estuvo un año en Suecia. Coincidió durante los primeros años de la labor en ese país. Fue a trabajar allá por motivos de trabajo. Se fue.)
  22. José de A. (Trató de hacer un doctorado en Química en Alemania, regresó deprimido. A los cuantos meses se fue.)
  23. Isaac L. (Master en el IPADE. Lo echaron del OD. Nunca se supo el motivo.)
  24. Jorge S. (Arquitecto, buen amigo. Dio clases en una Universidad de los Jesuitas hasta que un director genio le prohibió seguir trabajando ahí.)
  25. Ignacio P. (Oftalmólogo.)
  26. Ismael M. (Se fue a Francia a estudiar y ahí se casó)
  27. Noel M. (Unos meses fue agd. Después pasó a ser Supernumerario. No sé si siga)
  28. Ernesto S. (Pasó a ser Supernumerario. Parece ser que se fue)
  29. Francisco Q. (Tuvo mucho poder en el Colegio Atoyac. Vive por su cuenta. Sigue dentro)
  30. Luis Enrique M. (Vive en San Luis Potosí : No sé si siga dentro)
  31. Sergio M.Q. (Hno de Francisco Q. Un gran amigo. Sigue dentro)
  32. Rosalío R. (Vivió en Chicago y estuvo en el centro de Midtown. No sé si siga)
  33. Carlos L. (Se fue. Comunicólogo)
  34. Jorge M. (Ingeniero del IPN. Se fue)
  35. Juan Daniel G. (Se fue. Trabaja como profesor)
  36. Raúl M (Dejó la Obra hace poco después de casi 25 años. Un gran amigo)
  37. Javier S. (Se fue. Trabajo muchos años en las tardes en el Bachillerato de Copilco hasta su cierre por un Director genio. Fue un par de años a EUA buscando fortuna)
  38. Armando G. (Se fue. Trató de irse a estudiar al extranjero pero no lo dejaron. Afortunadamente al tercer intentó lo logró )
  39. Gabriel E.(Se fue. Vive en León, Guanajuato)
  40. Gustavo G. (Se fue. Su salida fue muy peculiar. Ya hablaré del asunto en otra ocasión. Buen amigo)
  41. Arturo Ch. (Ya hablé de el en uno de mis artículos.)
  42. Ignacio C. (Dejó la Obra este año después de 23 años. Estuvo adscrito en centro de numerarios por algún tiempo)
  43. Héctor Z. (Filósofo.)
  44. Isidro P. (Pitó primero de numerario, después de hizo agregado. Este año dejó el OD después de casi 25 años )
  45. José Luis R. (Filósofo. Trabaja en la UP)

Estos éramos los que estábamos adscritos en el Centro de Louisiana en un lapso de 2 años. De los cuales sólo permanecen de manera certera 12, 1 está desaparecido, 4 hay duda si permanecen, 3 fallecidos dentro del Opus Dei y uno ya fuera, y 24 que nos hemos ido. No incluyo a los que pitaron a partir del 88 hasta el día de hoy.

Estos datos que menciono son hasta el año de 1987 sin contar los que estuvieron antes cuyos datos se los agradeceré si los conocen. Ya Goro en un escrito suyo menciona algunos nombres, posiblemente del segundo lustro de los años 70´s.

En estos días nuevamente me adentraré en el baúl de los recuerdos y estaré describiendo las actividades del Centro.


En mi escrito anterior mencioné una lista de los que éramos durante esos años durante la etapa del 85 al 88. Durante esos años todos teníamos nuestros medios de formación en el Centro y la labor apostólica estaba dividida en Louisiana, Copilco y Lindavista.

En Louisiana estábamos un grupo conformado por estudiantes de la UNAM, Exalumnos de la UP Universidad y Profesores de la UP Preparatoria y Universidad esencialmente. Algunos del centro iban a atender un apeadero a la cd. de Toluca, en el vecino Estado de México. Recuerdo a uno que provenía de allá, Marco Antonio, el cual nunca pitó pero era el típico chico de sr [san Rafael] que asistía una vez al mes al ctr [centro] proveniente desde esa entidad. También asistían varios que no recuerdo su nombre y que nunca se hicieron de la Obra pero eran los incondicionales de la labor de sr: Uno de ellos estudiaba medicina en la UNAM y era de origen japonés, Otro trabajaba como cajero en el desparecido Banco del Atlántico, otro trabajaba en la portería del Centro de Dickens (ctr de numerarios), el cual nunca pitó y fue muy amigo de Don Pedro Casciaro, Dos que trabajaban como empleados en la Refaccionaria de Ernesto B. (Pitó primero como agd [agregado], posteriormente pasó a ser n [numerario] y años después dejó el Opus Dei)...

Es esa época se tenía un Catecismo en la zona del Cerro del Chiquihuite, al norte de la cd. Se tenían varios cb [club de bachilleres] y círculos de sr En esta época pitaron Sergio M.Q., Carlos L., Jorge M., Javier S-, Armando G., Gabriel E., Gustavo G., Arturo Ch., José Luis R., Juan Daniel G. e Ignacio C., éstos dos últimos pitaron en Centros de Numerarios y posteriormente pasaron a Louisiana. A todos ellos los menciono en mi artículo No.8.

Se supo de pitajes de agds en centros de numerarios pero nunca se conocieron bien los nombres de los mismos ya que duraban algunas cuantas semanas y caían en el olvido. En el caso de Louisiana hubo dos, en Lindavista posiblemente algunos 3, en el ctr Asturias uno y nada más. Esperemos que con el tiempo podamos conocer el nombre de estos agds.

Durante el segundo lustro de los 80´s hubo anécdotas muy significativas, algunas divertidas y otras no tanto pero ejemplifica lo que se vivieron durante esa época:

  1. He de mencionar de que Louisiana era un Centro en el cual, durante esos años, ningún agd vivía en él. Cuando llegué ahí el conserje era Luis P., el cual unos años después pitó de agd y en los 90´s se fue. Posterior llegó un muchacho recomendado por el P. Pedro de la G. (en esos años era el párroco de la Iglesia de la Santa Veracruz) proveniente del Estado de Oaxaca. Su nombre era Moisés. Era una persona muy afable y cuidaba muy bien del Centro aunque en ocasiones si era algo flojo para la limpieza del mismo. En una ocasión Javier G. y Nicolás R. le preguntaron si sabia leer y escribir, al cual el contesto “A Güevo” (en términos castellanos: “Por supuesto, soy un petardo”). Javier puso unos ojos estilo retrato de Tía Carmen y vaya que los que estábamos ahí cerca nos reímos mucho.
  2. Louisiana era también un lugar para los agds que tenían algún problema en casa de sus padres o para alguna alma en pena recomendada por algún sacerdote numerario que, por su prestigio, no se le podía cuestionar nada. Este fue el caso de Alfonso M. (por temporadas) y Thomas M (Llegó de Monterrey por los años 90´s y se quedó a vivir casi un año en el cuarto de la azotea del ctr), ambos ex-agds. Había un chico que llegó al centro por recomendación del Padre Roberto R. el cual necesitaba alojamiento por tres días mientras se colocaba en algún trabajo digno. Pues el cristiano mencionado vivió más de un año, no se sabía en qué trabajaba y parece ser que por las noches, junto con el que cuidaba el centro en esa época se traían algunas amigas para que no pasaran frío en la noche.
  3. En la época en que empezaron las remodelaciones del que ahora es el centro actual, los albañiles que trabajaban en la construcción terminaban de laborar a las 6 de la tarde. Posteriormente se aseaban y estaban dejando el lugar alrededor de las 7 de la noche. En una ocasión, mientras Don Miguel A. predicaba la meditación, un miércoles si mal no recuerdo, durante un instante que se hizo silencio en el Oratorio provisional, en el 2º piso, se oyó a lo lejos el siguiente diálogo de los albañiles:
    - Albañil 1: “Páajaroo”
    - Albañil 2: “Que pedo Güey”
    - Albañil 1: “Ta-ta-ta-ta-ta (en silbido, que significa “Chinga tu Madre”) y para que te acuerdes por los siglos de los siglos”
    - Todos los albañiles: “Amén”
    En ese momento Don Antún, de manera magistral nos dice: “Dejemos que los pajaritos hagan su oración” y en ese momento se terminó la meditación con la carcajada de todos.
  4. En esa época en que empezaron las remodelaciones en el centro varios de nosotros buscamos donaciones para la construcción del mismo. Algunos entregaron objetos de oro y plata, así como material de construcción. Una de las que ayudaron mucho en esa época era la famosa “Tía Pancha”, en alusión a una n., sobrino suyo, que fue subdirector del Ctr y que se llama Francisco E. Aquí quisiera ejemplificar de cómo hay gente de buena voluntad que hace donaciones a los ctr y que, cuando ya no le son útiles al Opus Dei, pasan al olvido. Así fue el caso de ella, a la cual le tenemos varios un recuerdo afable. Con los años ella se mudó al norte del país junto con su familia.
  5. Todos los sábados, durante la tertulia con los chicos de sr. se pasaba la bolsita (cepillo) para donar algunas monedas para las flores de la virgen. Dicha bolsita se guardaba en uno de los muebles de dirección y sin llave. Pues vaya que nos ayudó a varios de nosotros en tiempos de vacas flacas. Yo en lo personal creía que era el único “pillo” que sacaba algunas monedas de la bolsita para comer algo o para completar el pasaje del día. Cual no sería mi sorpresa cuando un día que estábamos algunos en el centro, sin que estuviera alguno del cl [consejo local], uno de los mayores, entra al despacho, saca la bolsita, y con eso completó para pagar el taxi que lo había traído al centro. Con el tiempo me enteré que eran varios los que usaban dicha morralla para emergencias y, de acuerdo a nuestras posibilidades, volvíamos a reponer dicha cantidad.
  6. Una última anécdota: Don Antún era muy ocurrente en las meditaciones, ya que siempre sacaba algún chistorete para los ahí presentes, tanto los de casa como los de sr. En una ocasión se aventó todo un tratado teológico acerca de los 40 mártires de Cebaste: De cómo fueron heroicos en el momento de la prueba y que eso lo lleváramos a un plano sobrenatural en nuestra vida. Durante la media hora toda la meditación fue con una gran profundidad, sin ningún chistorete de su parte. Uno volteaba a los lados de cómo los de casa apuntaban algunas consideraciones en la agenda y de cómo iba calando el Espíritu Santo en nuestros propósitos de lucha ascética. Coincidía que en ese año éramos exactamente 40 agds en la región y en nuestra alma sentíamos el impulso de salir al mundo y traer vocaciones a la Obra. En el momento de concluir la meditación, Don Antún dijo: “Al terminar la oración, no sé por que se me vino a la mente una analogía con Alí Babá y los 40 ladrones”. En ese momento se vio al Director salir del Oratorio con un ataque de risa, le siguieron el subdirector, el secretario, el ángel custodio del sagrario, una mosca que volaba por ahí y todos los ahí presentes. Por supuesto ya no hubo la oración de acción de gracias de la meditación.

Crónicas Navideñas I

Hace poco, con un buen amigo que asistía a los medios de formación allá por los años 80´s, estábamos platicando de cómo la memoria de anécdotas se van borrando al pasar los años y sobre la importancia de ir escribiendo la historia de aquellas épocas. Al empezar este artículo haré un gran esfuerzo en recordar las fiestas navideñas que se vivían con los agregados durante ésta época del año.

Recuerdo que teníamos tres actividades de importancia:

1.- La posada con los chicos de San Rafael:

En México, cómo en otros países, se tiene la costumbre de las posadas, las cuales consisten en recordar, mediante una serie de preces y cantos, el pedimento de posada por parte de la sagrada familia previo al nacimiento del niño Jesús. En el centro se acostumbraba tener la posada con la gente que asistía a los medios de formación. Empezábamos con las preces y las canciones para pedir posada, posteriormente era el romper la piñata la cual, en algunas ocasiones, lo más apreciado eran las cajetillas de cigarros que caían al romperse la misma....

Posteriormente se disfrutaba de un buen ponche caliente, unos tamales y unos exquisitos buñuelos. Era también una ocasión de festejo por aquellos que pitaban durante la novena a la inmaculada. En algunas ocasiones no se tenía la oportunidad de hacer estos festejos ya que por algunos años se tuvieron los cursos anuales durante el mes de diciembre. Éstos se llegaron a tener en la ex Hacienda de Mimiahuapan y en Montefalco. Ahora sí la memoria me falla y no recuerdo los años en que tuvimos estos cursos anuales. Lo que sí recuerdo eran los adornos navideños tradicionales mexicanos que armonizaban con la arquitectura de dichas Haciendas.

2.- La Meditación navideña y convivio con las familias de los agregados en el centro:

Sólo recuerdo dos en especial: La primera fue a predicar el P. Salvador V., el cual a la hora de convivir con las familias, prefirió quedarse sólo cenando en la cocina. Esto fue notado por los presentes y no fue invitado nunca más.

La segunda fue memorable: Después de varias semanas de gestión por parte del Director, aceptó predicar el P. Antún. Todos pensamos que iba a guardar la compostura ante las familias presentes en la hora de la meditación. Los primeros 10 minutos fueron profundos acerca de cómo debíamos abrir las puertas de nuestro corazón al niño Jesús en esta temporada tan significativa para toda la cristiandad. Pasando los 10 minutos 1 segundo empezó lo bueno:

- Si claro, en esta época en que todos damos besos (smac,smac) no falta la típica torpe que le dice a su mamí: ¡Ay mami, ya no aguanto al torpe de mi marido! Claaaro, si la hija es igual de descerebrada que la mamá e igual a la abuelita, es más: AAQUII HAY UNA ABUELITA!….

- Y ahí ves a la hija, arreglándose la princesa por más de una hora, claro con su cutis de nalga de princesa….

- Y ahí va tu hijo el apóstol, el cual al llegar a la casa todo mundo guarda silencio: ¡A callar ya llegó la basura, perdón, el apóstol!-

El Director, al pasar los minutos, no sabía en dónde esconderse mientras que los ahí presentes estábamos muertos de la risa de todo lo que decía Don Antún. Los papás felices. Al terminar la meditación todos convivimos con nuestras familias y Don Antún estaba con todos nosotros conviviendo. Creo que fue la reunión más memorable en el centro con los papás.

3.- La entrega de regalos en el centro:

Estos eran muy divertidos ya que eran dos tipos de regalos: El que pedía en su carta al niño Dios y otro era el que en realidad le entregaban (Pedid y no se os dará..jaja). En verdad era el que uno pedía y otro era de broma. Generalmente el regalo de broma era de acuerdo a la personalidad o a la vivencia de alguien que tuvo durante ese año. Recuerdo que en una ocasión a Fernando P., le dieron dos regalos de broma y el bueno se lo dieron después ya que el encargado de comprarlo se hizo bolas. Había regalos muy buenos que algunos pedían cómo cinturones, suéteres o algún CD. No faltaba el típico que pedía un evangelio, un misal, una foto del Padre en turno, un rosario o un crucifijo. Don Antún, en alguna meditación de Navidad con los agregados, tuvo la siguiente puntada: “Con respecto a la pobreza, no faltará el agregadius que escriba en su carta: Querido niño Dios, en este año sólo te pido vocaciones y para mí no te pido nada ya que nada me hace falta” ..tan tan.

Crónicas Navideñas II

Antes de empezar he recibido un par de correos en donde he podido contactar con un viejo amigo que estuvo en Louisiana y Lindavista. Le agradezco sus palabras de aliento y estaremos en contacto para intercambiar información. Continuamos con la secuencia del escrito no.10:

Realmente era una época muy especial en el centro ya que siempre contábamos con el buen gusto de Jorge S. y de Javier G. para adornar el centro. En la estancia estaba por lo general el nacimiento con flor de tierra, musgo, figuras tradicionales del nacimiento y con una cascada artificial. El árbol navideño estuvo en algunas ocasiones también en la estancia antes mencionada y la mayoría de las veces en la sala del Centro...

La figura del niño Jesús era prestada por la famosa “Tía Pancha”, el cual era de porcelana fina española y con una antigüedad de más de 80´s. Dicha figura la ponían en el Oratorio para el ósculo que se le daba cuando alguien estaba en el Oratorio y permanecía hasta el día de los Santos Reyes. La imagen de la figura mostraba a un niño Jesús recostado hacia su costado izquierdo y con los ojos cerrados.

En México existe un dicho en el cual durante casi un mes uno vive las tradiciones más arraigadas en mi país. Le llamamos el Maratón “ Guadalupe-Reyes” en el cual consiste en celebrar la Fiesta de la Virgen de Guadalupe, Las Posadas, la Nochebuena, Navidad, Año viejo y año Nuevo y termina con la Fiesta de los Santos Reyes (La Epifanía). Es tradición que en la víspera de la Fiesta de Guadalupe, varias familias asistan a la Basílica para cantarle las mañanitas a medianoche. Varios de nosotros llegamos a ir con gente de casa y amigos nuestros a estas peregrinaciones. Es una experiencia muy especial para quien la ha vivido y único en el mundo.

Días previos a la Navidad nos reuníamos en el Centro para tener el círculo y meditación antes de Navidad. En esas ocasiones teníamos nuestra entrega de regalos por parte del niño Dios y una breve comida o cena de Navidad, dependiendo el horario en que se nos citaba. Era una etapa muy emotiva ya que nos juntábamos todos los agds del DF y era oportunidad para conocer a la gente de casa, sin distinción de edades. Desgraciadamente este trato se perdió con los años debido a la estúpida decisión que se tomó en su momento en que cada quién en su Grupo y que el contacto entre los distintos agregados se fue perdiendo. Esta decisión llegó al grado de que un cierto director genio comentó que era causa de corrección fraterna si uno visitaba otro grupo de agds si no pedía permiso al consejo local al que pertenecía. Esto trajo como consecuencia de que cuando teníamos actividades comunes, especialmente el retiro anual, había una clara división en el mismo: Los mayores y los jóvenes; Los que estaban en los mejores cuartos y los que dormíamos en cuartos compartidos. A los que vinieron al Opus Dei ya entrados los 90´s solamente conocían el ambiente de los jóvenes y de la gente mayor no sabían casi nada y tampoco se tenía interés en saber. “Divide y vencerás” comentó de manera acertada un buen amigo agregado durante esa época y que fue visionara para lo que vemos hoy en día.

Para aquellos agregados y exagregados de mi centro que compartieron lo que he estado escribiendo y han estado leyendo en OpusLibros saben que no miento. Posiblemente ha habido algunas imprecisiones y omisiones pero he tratado de escribir con la verdad. Mi propósito es y siempre será rendir un tributo para todos aquellos que compartimos un mismo ideal y que al pasar los años vimos la terrible verdad. Es muy fácil manipular a la gente en el nombre de Dios pero decimos todos los que estamos fuera: ¡Ya no se engañen a ustedes mismos y no sigan engañando a los demás con esta utopía del Opus Dei! Si volviera a nacer volvería hacer lo mismo, no por el OD, sino por la gente fantástica que conocí ahí y por los amigos que he hecho en esta vida. De corazón perdono a aquellos directores que, por buena fe o ignorancia, creyeron hacer un bien en varios de nosotros y no fue así. Pero hay otros que espero que rectifiquen y dejen su aire de poder y soberbia porque sus días están contados. Recuerden que la vida es una rueda de la fortuna.

Aprovechando de que ya estamos entrando en el tiempo de Navidad desearles a cada uno de ustedes que la Sagrada Familia De Nazaret esté en sus corazones y que el año 2009 sea de paz y prosperidad para cada uno de ustedes y sus familias. Un abrazo a todos.

Cerrando los 80's

Durante estas fiestas decembrinas fue muy grato reencontrarme con viejos amigos de aquellas épocas y que pudimos hacer remembranzas de vivencias durante nuestra estancia en el Opus.

En conversación con uno de ellos me comentó acerca del P. Andrés A. que, durante la década de los 80´s, fue el director de agds en la región. He de reconocer que la labor de Andrés fue darle un lugar muy importante a la labor de los agds después de muchos años en donde hubo mucha dejadez y no había una valoración de las personas. Andrés llegó en momentos en donde tanto el consejo local anterior como integrantes del centro habían abandonado el Opus Dei. Prácticamente llegó a reconstruir la labor y darle empuje junto con los agds que quedaron de esas generaciones. Durante su gestión se remodeló el centro, hubo un crecimiento notable en la labor estableciéndose tres centros: Louisiana, Coplico y Lindavista. He de reconocer que Andrés seguía teniendo contacto con varios que habían dejado la Obra y estaba al pendiente de los mismos. Recuerdo que en una ocasión, uno de ellos, Antonio A. visitó el Centro y aprovechó la ocasión para saludar a los que estábamos ahí presentes. De igual manera enviaba tarjetas de Navidad entre ellos a Esteban G. y Sergio A. que un par de años habían dejado el centro. Sé por testimonios de algunos que en su mismo centro en donde vivía Andrés le hacían burla de su cargo y el decía que no le importaba. En algunos ambientes los Agregados eran tachados de nacos y de escasa formación cultural. Andrés dio libertad para que varios pudieran estudiar fuera del país (Alemania, Suiza, Italia, Suecia, España) y había un fuerte impulso en la formación profesional. Además consolidó bien al consejo local y hubo buen equipo de trabajo, incluyendo al P. Antún N., durante la primera mitad de los 80´s...

A partir del 85 llegaron al consejo local Rodrigo M., Guillermo E. y José Luis L. El primero numerario y los dos siguientes agregados. Todos ellos actualmente sacerdotes. Rodrigo como Subdirector fue tomando algunos lineamientos de Andrés aunque años después tomó una actitud revanchista; Guillermo E. representaba la línea típica del Opus: Dura, intolerante y disciplinada. José Luis era más conciliador y amigable.

Durante esa época hubo mucha libertad profesional y en verdad eran pocos los que trabajaban en obras corporativas y personales. Jorge G. en la Secretaría de Gobernación, Isaac L. en Banco del Atlántico, Ernesto R. en Ericsson, Pepe de A. en la Fac. de Química UNAM., Pedro O. como Ingeniero., Nicolás R. y Javier G. en su empresa de pieles. Varios de nosotros estudiantes de la UNAM, del Poli, de la Salle, del Tepeyac y de la UP.

Al hacer un recuento de lo ocurrido en esos años considero que Andrés tuvo un liderazgo en el centro y que, por lo mismo, años después fue removido de su cargo para dar paso a una generación de consejos locales que, salvo algunas excepciones, empezó a darle al traste a la labor y empezó el endurecimiento en la libertad personal. Por la juventud de varios de nosotros creímos ciegamente en el sistema pero que al empezar los 90´s nos dimos cuenta de varias incongruencias en el ambiente y empezó la salida de varios de nosotros.

En conclusión: Los 80´s fue un repunte en la labor de los agregados, el cual se mantuvo hasta mediados del 93 y de ahí vino el declive, el cual continúa hasta el día de hoy. Aunque ha habido algunos pitajes en estos últimos años, mi pregunta es, ¿Cuanto durarán? ¿Cuál es la realidad que les pintan? ¿Cuál es la historia orwelliana que les contarán acerca de los agregados?

Por último, dedico este video de Gloria Trevi: Hoy me iré de Casa a tod@s l@s que piensan dejar la Obra este año. Esta canción fue muy popular en México precisamente en los 80´s.

Iniciando los 90´s

Década en que la economía de México supuestamente se estaba perfilando para ser una potencia a nivel mundial; Se preparaba con mucho entusiasmo la 2ª visita del Papa Juan Pablo II a nuestra patria; México no participaría en el Mundial de Italia 90 por la situación de los “cachirules”; Se consolida la popularidad de Michael Jackson a nivel mundial y en nuestro país destacan las canciones de Gloria Trevi, Magneto, Garibaldi y Luis Miguel...

Durante esta época muy pocos habían dejado la Prelatura: Adrián F., Pablo L.O., Carlos L., Juan R., Ernesto R., Alfonso M. y Ariel B. En un par de meses Andrés A. dejaba de ser el director e irse en Septiembre al Colegio Romano. Pasa a ser Director del Centro Rodrigo M., Héctor L. Subdirector 1, Luis Fernando V. Subdirector 2 y José Luis L. Secretario. Guillermo E. deja de ser el secretario y se regresa a su natal Monterrey. Este último se formó en la línea dura del OD. En muchas ocasiones mostraba una actitud demasiado cuadriculada por lo que muchos se alejaban de la labor del Centro. En una ocasión en la charla fraterna al preguntarle acerca de una inquietud personal sobre la vocación me platicó de uno que había dejado la Obra y que semanas después regresó al centro suplicando con lágrimas que había sido un error dejar la Obra y que nuevamente lo aceptaran, a lo cual el Consejo local le contestó un rotundo no, que con Dios no se juega y que estaba en juego su salvación eterna. Recuerdo que en su expresión mostraba una dureza y una actitud inquisidora acerca de esta anécdota.

En esta época se empiezan a dar los últimos toques en la remodelación de Louisiana, especialmente al Oratorio. En estos primeros años de los 90´s se realizan los Cursos Anuales en Diciembre en la Ex-Hda. De Mimihahuapan. Se consolida de manera especial los Grupos de Louisiana Mayores, Louisiana jóvenes, Lindavista y Copilco. Se empiezan establecer apeaderos para la labor: Azcapotzalco, Nezahualcóyotl y Churubusco. Aquí el punto importante de esta época inicial de los años noventas es la llegada de Don Florencio Sánchez Bella a la Ciudad de México y, especialmente, a la labor de agregados.

Comentando con AlChile, Don Florencio llegó a dar un fuerte jalón a la labor de los agregados que a la larga dicho estirón la “ahorcó”. Recuerdo que en las meditaciones hablaba mucho acerca de dar una fuerte expansión apostólica cuyo resultado se reflejó en la apertura de los apeaderos antes mencionados y que a los pocos meses se cerraron porque no rindieron el fruto esperado. Ciertamente en estos años fue el último pitaje masivo que se dio en la labor y que a la postre de los años hemos visto demeritado. También Don Florencio empezaba a indagar quién podría irse a Pamplona para los estudios eclesiásticos. A mi personalmente, en un viaje en automóvil en el cual lo estaba llevando a la RUP me propuso que si me interesaba ordenarme y que según su perspectiva sería yo un buen canonista. Recuerdo que tal propuesta me dejó estupefacto pero en el momento le dije rotundamente que muchas gracias pero que no me interesaba. ( De seguro para muchos prelatureitors esta respuesta les hubiera escandalizado al decir: “ Oye tío, mira quién te lo propone..y tu le dices que no”).

La verdad la personalidad de Don Florens (así le decíamos entre la raza) era muy peculiar: Si uno no le ayudaba en verdad a vestirse para la Misa, toda el Alba quedaba descuadrilada y las borlas del cordón estaban arrastrándose. Es esa época yo era el encargado del Oratorio y la verdad Don Florens no le echaba mucho vino en la consagración. Yo, con mucha maña, llenaba la vinatera hasta el borde y lo que sobraba era para “Miguelito” en el momento de guardar todos los ornamentos y utensilios de la Misa.

Tenía algunas manías: En varias ocasiones la homilía la predicaba en el altar cara al pueblo y ponía el Misal encima del Cáliz en vez del atril; Se quitaba la capa pluvial en las bendiciones de manera desenfadada sin darse cuenta si el ayudante la recibía o no. En varias ocasiones se refería a Álvaro en vez del Padre durante esos años (Se le chispoteaba, como diría el Chavo del Ocho).

Ese “jalón” que dio Don Florencio a la labor de agregados y que terminó “ahorcándola” si dio en el momento en que se establecieron los consejos locales para Nápoles (mayores), Louisiana junto con Copilco y Lindavista. A partir de ese momento cada quién estaba en su centro y no podía ir a otro. Nadie sabía que se hacía en un grupo u otro. Empezó la desbandada en Copilco al pasar de 15 a sólo 4, en el cual a 4 los pasaron a otros grupos y los restantes 7 se salieron. En Lindavista fue desapareciendo el grupo ya que algunos los pasaron a otros centros y los demás fueron saliendo. De esta etapa hablaré en mi artículo siguiente.

La década de los 90´s - Parte I

En mi artículo anterior hablé acerca de la figura y personalidad de Don Florencio Sánchez Bella durante su paso por la labor de agregados. En esa etapa hubo cambios en el consejo local. Sale Rodrigo M. como director y llega Esteban M. Los subdirectores permanecieron (Luis Fernando V. y Héctor L.). La estancia de Esteban en la labor fue breve ya que meses después partió a Hungría a iniciar la labor junto con otros. Su trato era afable. Recuerdo que en la labor de jóvenes no se apareció mucho debido a que él estaba encargado del grupo de los agds [agregados] mayores y Héctor L. estaba con nosotros...

Para ese entonces el ambiente en nuestro centro empezó a sentir mucha presión por parte de los directores ya que la afluencia de nuestros invitados y amigos empezó a disminuir y esto se debió a que había una cierta política de que la gente que asistiera a la labor cubriera un cierto perfil: Estudiantes de primeros semestres y que tuvieran cierta docilidad a la asistencia a los medios de formación. Esto posiblemente se debió a que en esos años asistían algunos estudiantes de la UNAM, la UAM y la UP, principalmente, con cierta formación crítica y que cuestionaban los temas que se tocaban en los cursos básicos, círculos y temas en general. Fue una etapa muy interesante ya que conocimos a gente de mucha valía y que con los años varios de nosotros hemos mantenido su amistad. Ellos no se incorporaron al Opus Dei. Recuerdo a algunos: Edgar M. (Ejecutivo de Cuenta), Marcos R. (Entrenador de Perros), Ricardo C. (Abogado), Guillermo M.(Pedagogo), Jorge A. (Ingeniero), Rubén T. (Ingeniero). Leonardo F. (Periodista), Salvador E. (Ing. Químico), Sergio Arturo A. (Contador), Alfredo A. (Filósofo), Manuel O. (Dr. En Filosofía), Roberto R. (Ingeniero), Gil S. (Dr. En Matemáticas), Hugo Z. (Actuario), los Hnos. César y Gustavo de la C (Los dos ingenieros).

Para entonces empezó un cierto desencanto ya que hubo momentos en que era más importante el número de gente que asistía a los medios de formación que un verdadero afán de hacer amistad con ellos. Fue en esa época en que empecé a valorar más la amistad verdadera que los lineamientos que se nos decían cada semana en el círculo. El colmo de esta situación fue un sábado en que Héctor L. se disparó un círculo “breve” con más de dos horas de duración y el tema era recurrente: Los amigos a invitar a los medios de formación y que era lo que Dios nos pedía en ese momento. Los que estábamos en ese círculo nos mirábamos las caras con cierto fastidio por el tiempo excesivo del mismo. Hubo momentos en que el mismo Héctor L. no te dejaba salir del centro solamente porque se le pegaba la gana y la explicación era “¿A que vas? ¿Con quién vas?, Acaso no es pérdida de tiempo lo que me dices, bla, bla, bla...” En otras ocasiones te hablaba a altas horas de la noche y no precisamente para saludarte sino para darte indicaciones de hablarle a zutanito y a fulanito para que fuera a la meditación del sábado.

En el ambiente se empezaba a sentir ya la ausencia de varios que empezaron a dejar la prelatura: Gabriel E., Raúl A., Luis Fco. M., Juan Antonio G., Aarón C., Isaac L., Jorge M. y la explicación era la misma:”No perseveraron pero encomienda a las nuevas vocaciones para que perseveren”.

Para esos años empecé a trabajar en una labor corporativa. Desde que entré era muy evidente la separación entre numerarios y los pocos agregados que trabajábamos ahí. Nos daban los trabajos que los numerarios no querían hacer: Ir por los grupos a la misa mensual, llevar a los alumnos a la comunión diaria, pasar la lista de confesiones, dar clases en los tres primeros años de primaria, entre otros. Pero a los numerarios les daban los grupos de primaria superior y secundaria, les pagaban mejores sueldos y prerrogativas para faltar al trabajo por causa de cursos anuales, retiros y convivencias de San Rafael. En cambio para nosotros y los demás trabajadores del Colegio era todo un ritual el pedir faltar un día de trabajo por alguna razón real y justa. En cambio a los numerarios no se les cuestionaba nada.

Los profesores nos veían como bichos raros ya que teníamos nuestro propio cubículo de trabajo y no convivíamos en la sala de maestros. Sin embargo yo empecé a romper con este círculo vicioso al grado de que los mismos profesores me llegaron a invitar varias veces a sus reuniones en casa de alguien o en alguna cantina del centro de la ciudad. En verdad hago un gran reconocimiento a varios de ellos ya que me ayudaron mucho en mi trabajo como docente y se estableció una verdadera amistad que perdura hasta el día de hoy. Algunos todavía trabajan ahí y otros ya dejaron el Colegio: Edgar C., Damián O., Juanito J.,Pedrito P., Juan F., Juan Carlos O., David B., Jaime C., Rafael T., Bernardino M., El Dr. Olivo (Supernumerario ya fallecido), Dr. Francisco O., y el Padre Juan Manuel D. (Supernumerario de la SSS+) .

Ahí mismo, en las tardes, era un Bachillerato Técnico. Daba clases de formación junto con otros agds (Javier S., Arturo Ch., Sergio M.Q., Juan de Dios M.,José Luis R.). Algunos supernumerarios apoyaban con las preceptorías. En esa época trabajaba en el colegio Guillermo G. (fue numerario), abogado. En una ocasión llegó a clases con unas “copitas de más”. A los alumnos presentes les pidió el cuaderno de Derecho para firmárselos. Cuando plasmaba la firma en el cuaderno era de tal tamaño que se podía ver a 20 m. de distancia, como si fuera la constitución de los EU. Varios de los alumnos no llevaban el cuaderno y le presentaban de otra materia. El buen Memo de todas maneras plasmaba su firma.

El bachillerato de la tarde trabajaba de manera muy eficaz. Varios de los alumnos asistentes eran de diferentes edades, la gran mayoría trabajaba y con los estudios buscaban superación. No se necesitaba de propaganda para anunciar al colegio ya que varios llegaban por recomendación de amigos y familiares. Aquí conocí a dos grandes amigos: Carlos Camino (Contador de gran prestigio. Falleció de un ataque de asma en E.U. ) y a Uriel S. (Hoy compadre mío).

Unas anécdotas simpáticas: En una ocasión pasé al salón de computación a preguntar si alguien quería salirse a confesarse. Juan Carlos R., que era el profesor en ese momento, hizo el siguiente comentario al grupo: “Aprovechen jóvenes, a ver si confiesan de que no estudiaron para el examen”. En ese momento uno de los alumnos que salía a confesarse el profesor le dijo: “Y tu dile especialmente que eres un huevón” a lo que él contestó: “Sale vale”.

En otra ocasión fuimos a comer a casa del Prof. Bernardino. Nos trajo para la comida barbacoa y curado de fresa (pulque) traído directamente del estado de Hidalgo. La verdad el curadito de fresa estaba riquísimo y varios de los asistentes gozamos del elixir de los Dioses Aztecas. Ya entrada la tarde varios de los ahí presentes necesitábamos regresar al Bachillerato ya que impartíamos clases o se atendían las preceptorías. Pues ahí vamos 6 personas apretujadas en un VW Brasilia. Con el golpeteo de los baches-topes existente en el camino se nos fermentó el pulque ingerido. Al llegar a clase ya estaba bastante contento. Recuerdo que solamente entré de manera abrupta al salón y me puse a apuntar en el pizarrón el tema del día. Al terminar dicho apunte me senté en el escritorio y quedé en fase de dormitación. Lo simpático del asunto es que uno de los alumnos ahí asistentes, Eduardo R. (Fue Supernumerario por unos meses. Lo hicieron pitar y después lo obligaron a salirse del OD) había estado conmigo en la reunión y venía igual o peor que yo. Resulta que en las mañanas Eduardo era Profesor de Inglés y en las tardes era alumno del Bachillerato. Sus compañeros le decían “El Profe” y era un tipo excelente. Aqui hago un breve paréntesis con respecto a lo que comentaba en mi escrito anterior. El caso de Eduardo para que pitara de sn [supernumerario] fue una etapa de prueba ya que Don Florencio lo presionaba para que se hiciera agregado. No soportó la presión y se fue del Colegio y del Opus Dei a los pocos meses.

En mi siguiente escrito comentaré algunas otras vivencias en el Colegio así como mi salida del mismo.

La década de los 90´s - Parte II

Durante estos meses he tenido la oportunidad de conversar con algunos que estuvieron en mi centro y, que al pasar los años, hemos podido reencontrarnos. Durante estos encuentros hemos estado reflexionando de los últimos tres lustros en donde la labor con los Agregados ha tenido un crecimiento casi nulo en comparación con aquellos que han dejado la Prelatura. Uno de ellos, que estuvo cerca de 40 años en la obra me platicaba de cómo había conocido la obra y que en su momento no entendía muchas de las cosas que le decían, al grado que todavía en sus primeros meses de pertenencia al Opus salía con sus amigos a fiestas y bailes teniendo en puerta su boda con su todavía prometida. Me comentaba que el rompimiento con su novia fue muy duro pero en ese momento actuaba a lo que consideraba que era correcto de acuerdo a las indicaciones de los directores. Aquí vemos de cómo el Opus Dei, aprovechándose de la buena fe de muchas almas, las hace pertenecer a la Obra y les van destruyendo sus aspiraciones profesionales y, principalmente, el proyecto de vida que uno va construyendo...

Como comentaba en mi artículo anterior, en estos años trabajé en el Cedros. Durante esa etapa llegué a tener una gran ilusión por lo que hacía, que llegó un momento que lo mío era ser profesor de religión y que ese era mi meta en la vida. En verdad no me daba cuenta de que estaba pasando por una depresión emocional ya que un par de meses antes mi madre había fallecido y no había un respaldo emocional por parte de la Obra. Es más, de manera indirecta a través de con quién hacía la charla en esos momentos, se me planteaba la posibilidad de vender mi casa e irme como numerario estando ya cerca el mes en que estaba programado en hacer la fidelidad. Aquí fue en donde empecé a tener dudas acerca de mi pertenencia al Opus Dei pero fue más mi miedo a perder mi trabajo, además que se me decía que posiblemente lo mío no era el estar en el Opus. Sin embargo me dijeron que sí podía hacer la fidelidad y en un momento sentí que era la mejor solución y dejar todo en manos de Dios para encontrar una respuesta en ese momento a la paz de mi alma. Años después encontré la respuesta y este año celebramos una década en dejar el Opus ¡Gracias a Dios!

Volviendo al tema de mis años en el Cedros recuerdo dos anécdotas con especial cariño: Una de ellas fue el día del niño en que ese día hubo una batalla campal con pistolas de agua en la Primaria en donde varios de nosotros terminamos empapados. La otra fue que diseñé un examen de moral con dibujos de comics en donde aparecía Bart Simpson haciendo los pasos para hacer una buena confesión; en otra parece Bugs Buuny junto con Pedro Picapiedra resolviendo algunos reactivos de opción múltiple. Este test causó revuelo en cierto directivo diciéndome que era irreverente pero a los chicos y varios padres de familia les pareció fabulosa la idea.

Al concluir el año escolar en Cedros, sin pedirme mi parecer, me enviaron a trabajar en la tarde de nuevo al Bachillerato de Copilco. No es que me desagradara trabajar ahí sino que por ser agregado te envíen donde ellos consideran “es el lugar en donde convienes estar”. Empecé el ciclo escolar como profesor titular e impartiendo la clase de religión en 4º año de bachillerato técnico. Aquí tuve una experiencia desagradable que con los años posteriores hicieron cambiar el rumbo de mi vida, sin embargo, fue el parteaguas para recorrer el camino de mi salida en el Opus.

Lo que sucedió es que me dejé involucrar por una problemática fantasiosa de un alumno mío (se decía perseguido político y que le ayudara a salir del país. Me decía que había un complot para desestabilizar al país y que él sabía la verdad) a lo que me llevó a abandonar mi trabajo una tarde y esto fue causa de que me expulsaran de mi trabajo. A lo que voy es que era tal mi inocencia o falta de maldad o mi depresión que me creí todo lo que me dijo. Lo acompañé hasta Veracruz solicitando asilo político en las embajadas de España y de Cuba. Lo curioso del asunto es que yo no pagué ningún quinto en hospedaje y comidas y solamente perdí un reloj de cierto valor sentimental como pago a un trailero que nos llevó de Perote al Puerto de Veracruz.

Fueron dos días lo que nos ausentamos y al ver que no se cumplía su cometido regresamos a la ciudad de México. Al tocar la ciudad me di cuenta de la tontería que estaba haciendo. En un momento de descuido me escapé de su presencia y me fui a refugiar a mi casa. Platiqué del asunto con mis directores y la solución fue que me botarán de Copilco. Hasta la fecha no me explico cómo pasaron las cosas. En ningún momento recuerdo si hubo alguna insinuación de carácter sexual por parte de él o cual era el propósito de involucrarme en dicha situación fantasiosa. Me es difícil transcribirlo en estas líneas pero al hacerlo me queda claro de que actué de buena fe por ayudar a este chico y que resultó ser una farsa todo el hecho.

A partir de este hecho ya no volví a trabajar en ninguna labor corporativa o personal. Eran tiempos de la crisis financiera de a mediados de los 90´s (El famoso “error de Diciembre” en donde el dólar pasó de $3.30 a más de $7) por lo que tuve que buscar trabajo en otras actividades ajenas a lo que venía haciendo. Durante años fui persona “non grata” en Cedros. Pasando los años me enteré que se difundió la historia de que me habían despedido por haber tenido una “aventurilla” con un alumno de Copilco. ¡Como se inventan los chismes!

Con respecto a esta última frase me enteré que dejó el Opus Dei un numerario con más de 40 años de pertenencia. Lo conozco personalmente y es una persona con una gran integridad, fue un gran apoyo en la labor de los agds [agregados] en Copilco y habrá tenido sus motivos para dejar la Prelatura. A lo que voy es que dentro del Opus circula la versión de su salida como persona traidora y desleal cuando en su momento lo ensalzaban como ejemplo de profesionista en medio del mundo. Estos son los héroes que el Opus Dei fabrica, explota y desecha cuando ya no les son útiles.

¡Ya basta!

“[…] si tuviesen realmente una sola chispa de luz divina, no se
equivocarían con tanta arrogancia sino que aprenderían a amar a Dios
con más sabiduría y destacarían tanto entre los demás hombres por su
capacidad de amor como sobresalen ahora con su malicia”.
Baruch Spinoza
Tractatus Theologico-Politicus,Prefacio

Hago una pausa en la secuencia de mis escritos anteriores ante la indignación del maltrato emocional y profesional que ha recibido un agregado con más de treinta años en la llamada Obra que se dice de Dios. Nos conocimos a principios de los años ochentas a través del hermano de un amigo común. El ya llevaba unos años en el Opus Dei al igual que el hermano de mi amigo. Transcurrían nuestros años de preparatoria y en varias ocasiones ya había tenido algún trato con L.H. La primera impresión que tuve de él era de una persona muy afable, futbolero a morir y emprendedor de varios planes campistas...

Cuando pedí mi incorporación al Opus Dei me dio un fuerte abrazo y empezó un trato más estrecho a partir de ese momento (recordando que pité de agregado en un centro de numerarios). Al año de pitar me incorporé a Louisiana para emprender con varios la labor apostólica que se nos tenía encomendado.

Durante esos años L.H. siempre se destacó por interesarse por nuestros planes profesionales y siempre apoyarnos en nuestras metas apostólicas. Era el ejemplo del centro, siempre alegre y servicial con los demás. Estaba al tanto si estábamos de buena salud o teníamos alguna dificultad profesional o económica.

En esos años ya trabajaba él en la Preparatoria de una labor corporativa. Empezó como profesor de tiempo parcial. Posteriormente como profesor de tiempo completo hasta formar parte del cuerpo directivo.

Tras mi salida del Opus Dei hubo un alejamiento en nuestra relación, como sucede en la mayoría de las veces. Un par de ocasiones coincidimos en la calle: algunas veces nos saludamos y en otras evadió el saludarme. Actitudes típicas que el sistema corrompe en las almas al considerar judas y traidores a los que dejan la cosa.

A principios de este año se corre la voz de que L.H. ya no está en la preparatoria. Se crea un ambiente hermético alrededor del hecho. Nadie dice nada y nadie sabe nada. Se crean todo tipos de rumores: Que dejó el Opus Dei, que sufrió una enfermedad (no se sabe cuál) y que estaba en recuperación, de que se había ido a una casa de retiros al sur de la ciudad e incluso que había sufrido un secuestro express. Al indagar con gente de su centro le daban vuelta al asunto y solo decían “encomiéndalo”.

Hace un par de días me telefoneó un amigo común diciéndome que L.H. lo había ido a buscar. Comieron y se reunieron para platicar. Me pasó en la línea a L.H. y pude platicar con él un par de minutos. Solamente me dijo que había tenido una época muy difícil y que ya habría la oportunidad para reunirnos y platicar más ampliamente. Me dio a entender de que seguía en el Opus Dei y que se reintegraría de nuevo a trabajar en su trabajo. En un principio me dio tranquilidad en saber que estaba bien pero yo me preguntaba ¿Qué pasó en realidad con L.H? ¿Qué fueron todos estos meses de él y de su salida de la preparatoria sin explicación ninguna? ¿Por qué el hermetismo en el asunto? ¿Cuál era la verdad?

El testimonio a continuación es del amigo común y confío en la veracidad de su palabra. Al escuchar su relato acerca de lo que hablaron esa tarde me manifestaba su indignación, su tristeza, su impotencia ante tanta injusticia, tanta maldad, yo diría, un atentado a los derechos humanos, un pecado que clama al cielo, un caso más al genocidio emocional y espiritual de una institución que se hace llamar Obra de Dios.

Esta es la Verdad: L.H. manifestó a sus directores que estaba cansado y enfermo y que estaba pensando dejar el Opus Dei y su trabajo en la preparatoria. Le dijeron que lo mejor era descansar, que se recuperara espiritual y emocionalmente y que no se preocupara por su trabajo. Que lo iba a conservar y que se reincorporaría en cuanto ya estuviera sano. Durante los primeros meses del año se reunía con su jefe para comer y platicar como iba avanzando en su recuperación. L:H. lo hacía con la mejor disponibilidad, confiando en el OD y Dios que todo iba a salir bien, convencido en la vocación de más de 30 años y que esta etapa la iba a superar.

A mediados del año le comunican que se tomó otra decisión: Que en realidad no iba a regresar a su trabajo, que se le había levantado un acta administrativa por abandono de trabajo y que esto era causa de despido. Le ofrecieron una cantidad absurda como finiquito por más de dos décadas de trabajo y que ésta era la sentencia: Lo tomas o lo dejas y si te quieres ir del Opus Dei es tu decisión, allá tú. En unos segundos desechan a un ser humano que se entregó por más de 30 años al OD, más de 20 años de trabajo profesional y abnegado, una alma que confío y entregó su vida en una institución que se dice “de Dios”. Lo echaron a la vil calle con tal denigración de su persona, con tal impunidad y sobre sus derechos laborales.

Evocando al inmortal artículo de Emilé Zola sobre el caso Dreyfus:

Yo acuso a sus directores de haber tenido en sus manos el apoyarlo faltando a la caridad y a la confianza depositada en ellos al abandonarlo en sus momentos difíciles.

Yo acuso a su jefe por haberse hecho cómplice, al menos por debilidad, de una de las mayores iniquidades que jamás se hayan visto.

Yo acuso a la gente de su centro al evadir y no apoyar a su hermano en espíritu, cuya unión es más fuerte que los lazos de sangre.

Yo acuso al Prelado por seguir evadiendo la verdad y que continúe este genocidio emocional y espiritual entre tantos miembros después de varios años de pertenencia.

Ante esta indignación solamente concluiría con lo escrito por Zola: “Y el acto que realizo aquí, no es más que un medio revolucionario de activar la explosión de la verdad y de la justicia. Sólo un sentimiento me mueve, sólo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la humanidad, que ha sufrido tanto y que tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma. […] Así lo espero”

¡Ya Basta!

Javier Contreras Saavedra (q.e.p.d.)

Hoy (30 de noviembre de 2009) se cumplen cerca de dos meses de que falleció Javier Saavedra Contreras. Me enteré de la noticia por un amigo común, el cual mantiene contacto con un agregado que trabaja en un Colegio al norte de la ciudad de México. Le dijo solamente que falleció tras una intervención quirúrgica a la cual se complicó y fue la causa de su fallecimiento. Hasta la fecha no hemos podido saber acerca de cómo y con quién vivía, cuál era su situación emocional y económica… en fin, el saber de él...

Nos conocimos en Louisiana a mediados de los años 80´s. Si mal no recuerdo pitó en el año de 1986. No recuerdo cual era la situación de su familia pero fue una etapa muy dolorosa para él y sus dos hermanos al quedar huérfanos de padre y madre en un periódo de dos años. Hacia 1987 empezó a estudiar Ing, Química en la UNAM. Por esos años trabajaba en la refaccionaria que tenía un Agregado como negocio propio. Posteriormente se integró a trabajar en Cedros Sur como Profesor de Religión. En esa época trabajábamos varios agregados en el Cedros y en las tardes en el Bachillerato de Copilco. Durante esos años, como he comentado en alguno de mis escritos anteriores, fue la última etapa en donde hubo un fuerte impulso a la labor de agregados en donde el grupo de Copìlco fue el más numeroso y el más dinámico en la delegación de México, al grado que había meditaciones con cerca de 30 chicos de san Rafael cada semana.

Javier trabajó en el Bachillerato Técnico hasta su cierre a principios de la presente década. Esto le golpeó de una manera emocional a Javier ya que había entregado su vida en sacar adelante este Colegio cuyo cierre se debió a una decisión estilo Opus Dei ya que no había vocaciones en dicho lugar.

Me enteré que tras la canonización del Santo marqués de Peralta estuvo viajando un par de meses por el viejo continente. Posteriormente trató de radicar en EU y regresó al poco tiempo a México. Durante esa época supe que dejó la cosa y ya no supe de él. Un año después me enteré que se incorporó a trabajar en un Colegio en donde trabajaba otro agregado. Estuvo un par de meses ahí y posteriormente salió sin saber nuevamente del paradero de él.

Mucha gente que tuvimos la oportunidad de convivir con él durante esos años lo recordamos con mucho cariño en estas fechas próximas al fin de año. La reflexión que hago en estas líneas es la importancia que a través de Opuslibros o de otras redes sociales la gente que deja la cosa sepa de nosotros y entremos en contacto mutuo para saber de nuestras vidas y darnos apoyo mutuo para seguir adelante en la vida.

En verdad me causó mucha conmoción su muerte ya que deja muchas preguntas tales cómo murió, si murió sólo o acompañado, si estaba bien en su vida… etc. Pero teniendo la confianza y la esperanza de que está en un mejor lugar al de esta vida.

En estas línea no solamente hago un tributo al buen Javier sino aquellos excombatientes que ya han partido de esta vida y que nos alientan a seguir adelante en este caminar hablando y haciendo conocer la verdadera realidad de lo que vivimos en la cosa.

La década de los 90´s - Parte III

Al iniciar el siguiente año estuve buscando trabajo en diversas empresas. Volví nuevamente al centro de Louisiana con el grupo de universitarios. Fueron algunos meses de revisar periódicos, entrevistas de trabajos, visitar a los amigos y ver alguna oportunidad de empleo. Semanas después ingresé a trabajar a las Afores. Fue mi primera experiencia en trabajar fuera de los ámbitos de las labores personales y corporativas del Opus Dei. Estaba sujeto a un horario muy distinto al del ámbito educativo. Era también la primera vez en donde tenía compañeras de trabajo. La paga era baja pero había que pelear por los contratos para obtener buenas comisiones. Empecé a integrarme a grupos de trabajo con compañeros y compañeras: visitábamos diferentes empresas, negocios comerciales, casas habitación; comíamos en la calle generalmente y eran momentos muy propicios para relacionarte con la gente…

Aquí empecé a tener más trato con las mujeres y me daba cuenta que no eran lo que nos pintaban en las distintas charlas, círculos y casques con respecto cómo debía de ser el trato con ellas. Era una sensación de romper ese cascarón que lo envuelve a uno y darse cuenta que hay un mundo más allá de la cosa. Durante esa época en la Afore hice excelente equipo con mis compañeras: Nos echábamos la mano con los clientes, nos repartíamos contratos, nos íbamos a comer con otros compañeros, etc. Actividades muy distintas a la que uno realiza en las labores del opus. Para esa época empezaba a darse muchos cambios en el Opus a nivel nacional y, especialmente, con los agregados. Ya no era un solo consejo local, sino que se habían creados tres: Uno para los agregados mayores (Nápoles), otro para los Jóvenes (Louisiana y Copilco) y el tercero para Lindavista.

Con los agregados había una cierta estabilidad en la labor (solamente había salido Nicolás R.) pero con los jóvenes empieza la mayor salida al grado que en Copilco solamente quedan cuatro (Javier S.,Arturo Ch., Othón G. y Fernando H.) mientras que en Lousiana quedábamos alrededor de unos 8. Al cabo de un par de meses en Lindavista no queda nadie. Es aquí en donde se hace un parteaguas en la labor con los Agregados en la ciudad de México, ya que aquella estela de vocaciones que se dieron entre los 80´s y mediados de los 90´s empezaron a salirse del Opus. Obviamente cuando esto se estaba dando, Don Florencio Sánchez Bella ya había partido de regreso a España, dejando varias iniciativas sin aplicar (nadie lo pelaba al último) tras un destierro de más de dos años en México y que se la aplicaron en la mismísima Roma.

Tras un año y medio de trabajar en la Afore, tuve el ofrecimiento de trabajar en un Colegio por la zona centro de la Ciudad. Fue una experiencia muy interesante ya que impartía materias como Mercadotecnia, Administración, Control de Calidad y Etica profesional, las cuales no tenía ni idea y aprovechaba en las tardes para informare y preparar las clases. Para esa época ya tenía la disyuntiva de mi pertenencia a la Obra. En el centro sentía que los directores no se interesaban por mi trabajo así como el impulsarme en terminar los estudios universitarios. Ya no tenía ningún tipo de encargo apostólico, sin embargo, con otro agd estábamos por conformar el primer círculo para la labor de San Gabriel en el centro, a pesar de la oposición de un director genio que decía que solamente se debía de hacer labor de San Rafael en Louisiana, y empezamos a invitar a un grupo de amigos a dicha labor. He de reconocer que durante esa época que llevamos a cabo esta labor hicimos un sólido grupo de amigos que, hasta el día de hoy, nos seguimos frecuentando.

Aquel grupo lo conformaban: Leonardo F., Salvador E., Alfredo A., Ricardo C., Guillermo M., Gerardo P. , Roberto R. y el famosísimo Piro (la verdad no recuerdo su nombre). En dicha labor nos apoyábamos Jose I.C. y Thomas M. En mi siguiente escrito hablaré de algunas anécdotas muy divertidas que vivimos en ese grupo y que fue lo que nos unió como amigos.

La década de los 90´s - Parte IV

En el Opus Dei siempre se nos dijo que no instrumentalizáramos la amistad como medio apostólico. La verdad esto era una falacia ya que en los hechos utilizábamos la amistad con fines proselitistas. En verdad me arrepiento de haber utilizado a varios compañeros de la preparatoria y la universidad con el fin de atraerlos al OD y no haber hecho una verdadera y auténtica amistad; sin embargo, procuré siempre mantener a flote una sincera amistad antes que cualquier fin apostólico. Hacia finales de los 90´s un grupo de agds [agregados] y amigos comunes llegamos a tener una verdadera amistad que hasta la fecha seguimos algunos frecuentándonos y, algunos por las circunstancias de la vida, nos separamos para seguir cada quién su camino. He de manifestar también que nos hemos reencontrado con algunos de ellos a través de las redes sociales y nuevamente nos hemos puesto en contacto...

Nos hemos reunido en bodas, bautizos, cumpleaños y entre familias. Recordamos los viejos tiempos en el Opus Dei, los días que teníamos el círculo y las anécdotas que vivimos.

Les contaré algunas:

1.- En verdad era un círculo “heroico”. Lo teníamos a las 9 de la noche en Louisiana todos los miércoles (Hoy ya vendido y está en ruinas literalmente). La verdad todos estábamos bien cansados y más de uno nos dormíamos (inclusive el que daba el círculo). Lo que nos unió fue la una autentica amistad ya que siempre procurábamos tener un refrigerio al final del círculo para convivir un rato y platicar de cosas en común que nos agradaban (la verdad no platicábamos nada apostólico ). Siempre había un buen cafecín y un buen tinto.

2.- Cuando se casó el primero de ellos, organizamos una despedida de soltero en un restaurant bar al sur de la ciudad. En un principio íbamos solamente los del círculo pero se nos juntaron otros invitados del centro e inclusive uno que iba por primera vez. Al llegar al lugar de reunión solamente íbamos a pedir unas cervezas (lo permitido por la ley seca de Don Alvaro) pero empezaron a insistir en cambiarnos de salón ya que al lado estaba el canta-bar con mejor ambiente. Tras estira y afloja logramos cambiarnos al canta-bar. Ahí pedimos una botella de Tequila y que empiezan las rondas. Al momento de que todos alzamos la copa para honrar al amigo que se nos casaba, el buen Memo M. hizo la siguiente reflexión: “Dios, que en su infinita misericordia borrachos nos mantiene, será porque conviene, hágase su voluntad”. En ese momento empezó a tocar el solista “Piano Man” y… aquello se convirtió en taberna con los ahí presentes: Nacho C. andaba muy apostólico y se echó un fervorín con Alfredo A. durante una Hora (Nacho hablando y el otro agachado escuchándolo y moviendo la cabeza asertivamente); termina con Alfredo y se va con Chava por otra hora (los mismos ademanes). En eso Richie le dice a Nacho: “Orale Nacho, un Hidalgo (tomarse una copa de tequila en una sola exhibición) por Leoni”- a lo que contesta Nacho: “ No, ni madres, no voy hacer lo que tu me digas” – Richi dixit: “No lo hagas por mi, hazlo por tu hermano Leoni”- Nacho dice: “Efectivamente, no porque tu me lo digas, sino por Leoni” y “pa´dentro” (los dos se toman el Hidalgo a la vez). Juan A. pierde el norte y ya no sabe donde pedir un Tehuacán (agua gaseosa originaria de Tehuacán, Estado mexicano de Puebla); Gerardo le va a felicitar a Leoni por su cumple (no era su cumple, era el de la despedida de soltero); Thomas, muy acomedido, tomándose los Shots que Nacho no aceptaba; Johnny y Leoni en conversación con los Monsters en el Sanitario; Nacho caminando ya derechito; Memo fumando cigarros del vaquero (no fumaba antes y no volvió a fumar después). El que iba por primera vez al centro y que se nos unió a este convivió quedó impresionado y dijo “Si esto es así todos los sábados, yo me apunto”… qué bueno que no se apuntó sino estaría de lector y escribano en esta página…

3.- En la siguiente boda de uno de ellos, Alejandro se ofreció de chofer del novio. Llegaron tarde a la boda y ya la novia andaba de un genio… Por cierto que esa noche todos nos divertimos (Por supuesto ni avisamos al Centro que íbamos algunos agds a dicha boda).

4.- Antes que el escribano de estas líneas se casara, nos volvimos a juntar para mi despedida de soltero en el lugar citado en el punto nº. 2. Esta vez no hicimos ningún escándalo y la pasamos chévere.

Hacia finales de los 90´s es cuando empiezo mi camino definitivo hacia la libertad. De esto hablaré en mi siguiente escrito.

P.D.¿ Cuál habrá sido la impresión del Dr. Carlos Llano al encontrarse en el paraíso al Mtro. Carlos Monsivais y al gran José Saramago? Un tributo a la memoria y obra de estos grandes seres humanos, con virtudes y defectos.

La década de los 90´s - Parte V

Cuando van pasando los años en la Obra y empiezas a trabajar en un ambiente fuera de las obras corporativas y/o personales, te das cuenta que la realidad del mundo es otra comparada a la que te fue formando el Opus.

Hacia mediados de los 90´s tuve la necesidad de trabajar fuera de las labores corporativas, después de un suceso desagradable que ya he contado en algún escrito anterior. Era la primera vez que me enfrentaba al mundo real: Tener un horario de lunes a sábado, trabajar en parejas o equipos de hombres y mujeres, rendir informe de actividades, comer en donde pudieras, trabajar incluso los días festivos, en fin, un trabajo como cualquier persona común y corriente…

Durante esa época el salario era bajo y ganar las comisiones era lo más redituable. Había días que solamente tenía para comer un bolillo con aguacate y en otros tenía la oportunidad de irme a un pequeño restaurante. Había temporadas que no tenía para pagar la luz eléctrica y tenía que poner mi “diablito” para que no me faltara. De igual manera me cortaron el suministro de agua y tenia que acarrear cubetas del preciado líquido a mi casa. Como podía trataba de mantener mi ropa en buen estado y aquellos zapatos que ya tenían algún agujero en la suela, procuraba arreglarlos para seguir saliendo a trabajar.

En verdad agradezco aquellos amigos y familiares que me auxiliaron, no solamente materialmente sino también emocionalmente, durante esta etapa. Hubo algunos directores de mi centro que sí se preocuparon también por mí, pero como siempre, los demás directores solamente les importaba cuánto podía ingresar al centro y no ser gravoso.

Fue una época en que había dejado los estudios universitarios. Ciertos directores no me impulsaban a que siguiera estudiando y que sólo tratara de sostenerme económicamente. No me tomaban en cuenta en las labores del centro y, en una ocasión que tuvimos una convivencia de labores apostólicas, me sentí desplazado por el director encargado.

En verdad el trabajar en el mundo real me empezó a abrir nuevamente expectativas de vida: volví a mis estudios universitarios; pude poco a poco comprarme ropa; fueron mis primeras salidas a fiestas con compañeros de trabajo; nuevamente empecé a bailar y divertirme como cuando tenía 14 años; me iba a comer con alguna compañera de trabajo y platicar de diversos temas. Fue también época de que mis grandes amigos se empezaban a casar. Obviamente los acompañe en las ceremonias religiosas y en sus recepciones buscando la manera que en el centro no se enteraran, más si se trataba de algún ex miembro.

Antes de concluir mi escrito quisiera hacer la reflexión, ya por muchos conocida o meditada, de que el Opus Dei te roba los mejores años de tu vida y te enclaustra en una vida cómoda sin ilusiones ni ambiciones. Te venden que todo lo haces por Dios, cuando ese Dios que te muestran no es el verdadero y te muestran al Dios que les convienen a sus intereses.

Es una vergüenza y un pecado que clama al cielo que varios miembros de la Obra, sobre todo numerarios y agregados que ya no aportan alguna contribución económica, ya sea por el desempleo o por la situación emocional difícil que pasan muchos de ellos, sean excluidos de la misma mientras tanto construyen ese edificio faraónico en la zona de Santa Fe, una de las más exclusivas de la ciudad de México. ¡Ya dejen su orgullo de un lado! ¿Acaso creen que todo esta bien? ¡Es mucho el daño que han hecho a varios!

Hace 11 años le decía a un agregado de mi centro de que la vida da vueltas y uno nunca sabe que es lo que pueda suceder el día de mañana pero que lo importante era seguir un anhelo en la vida y mantenerse firme en el rumbo. El que me escuchaba ponía una cara como diciendo “Yo seguiré siendo fiel a mi vocación y tú la has dejado, a ver cómo te va en la vida”. Después de estos 11 años, hace un par de semanas, este agregado que me escuchaba contrajo nupcias. ¡Qué tal!

Relación de Agregados en la Cd. de México

Relación de Agregados en la Cd. de México desde principios de los 80´s hasta el día de hoy. Incluye a los ya fallecidos dentro o fuera del Opus Dei, a los que se trasladaron a vivir fuera del D.F., así como aquellos que cambiaron a supernumerarios.

  1. Héctor L. (Pitó en el año 53, Profesor fundador de la UP. Se desapareció del centro por algunos años después de que falleció su mamá y se volvió a reintegrar al centro en este año).
  2. Benito C. ( Se fue. Pedagogo. Ya fallecido)
  3. Sergio L. ( se fue. Murió en un accidente)
  4. Francisco C. ( Fue secretario del Centro por varios años. Vive en Monterrey)
  5. Roberto R. ( Oftalmólogo. Vive en Barcelona y se nacionalizó Español)
  6. Rubén P. (Se fue)
  7. Alberto Ar. ( Se fue)
  8. Alberto Al ( Se fue)
  9. Rafael F.(Se fue)
  10. Pedro L.(Se fue)
  11. Ponciano L.(Se fue)
  12. Ricardo L.(Se fue)
  13. José de J. J. (Se fue)
  14. Armando V.(Se fue)
  15. Esteban G.(Se fue)
  16. Mauricio R.(Pasó a ser Supernumerario)
  17. Don Filiberto Barragán (Ya fallecido. Barman en su natal Tehuacán, Puebla)
  18. Juanito G. (Pitó en los años 60´s, ha tenido diversos trabajos).
  19. Adrián N. (Oftalmólogo. Dejó la Obra en 2008 después de más de 40 años )
  20. Pedro O. (Trabaja en Acuautla. Lleva ya varios infartos y apoya en la labor de esa zona de la ciudad. Muy demeritado por el Opus Dei.)
  21. Antonio A. (Se fue)
  22. Sergio A. (Se fue. Pedagogo)
  23. Félix R. (Ya platiqué de él en uno de mis escritos. No sé si siga en el Opus)
  24. Juan R. (Hno. de Félix R. Se fue)
  25. Fernando P. (Sobrino del P. Alberto P.)
  26. Javier G. (Varios familiares están en el OD)
  27. Nicolás R. (Gran amigo de Javier G. Socio de él en varios negocios. Se fue)
  28. Adrián F. (Se fue. Ya fallecido)
  29. Daniel Molina (Ya fallecido. Maestro de Inglés y entrenador de Béisbol en el Cedros. Cantaba excelente)
  30. Daniel V. (Vive en Hermosillo)
  31. Esteban P. (Vive en Guadalajara)
  32. Alfonso M.(Se fue. Trabaja en una Universidad de los Legionarios de Cristo)
  33. Ernesto B.(Se fue. Tiene varios negocios)
  34. Luis H. (Se fue después de 33 años. Veterinario. Trabajó en la UP )
  35. José Luis L. (Ingeniero. Es el primer agd mexicano que se ordenó. Vive en Monterrey)
  36. Pablo L.O. (Se fue. Son 14 hnos. casi todos ellos estuvieron en el OD. Tiene un hermano sacerdote. Trabaja en Pemex).
  37. Guillermo E. (trabajó varios años en Ingeniería de la UP. Se ordenó como sacerdote y vive en Monterrey)
  38. Chucho Monroy (Ya fallecido. Un gran caballero)
  39. Jorge Gaviño (Ya fallecido. Fue Director del ICAMI y trabajó en Gobernación)
  40. Ariel B. (Se fue. Trabajó en la Parroquia de la Santa Veracruz)
  41. Ernesto R. (Estuvo un año en Suecia. Coincidió durante los primeros años de la labor en ese país. Fue a trabajar allá por motivos de trabajo. Se fue.)
  42. José de A. (Trató de hacer un doctorado en Química en Alemania, regresó deprimido. A los cuantos meses se fue.)
  43. Isaac L. (Master en el IPADE. Lo echaron del OD. Nunca se supo el motivo.)
  44. Jorge S. (Arquitecto. Dio clases en una Universidad de los Jesuitas hasta que un director genio le prohibió seguir trabajando ahí.)
  45. Ignacio P. (Oftalmólogo.)
  46. Ismael M. (Se fue a Francia a estudiar y ahí se casó)
  47. Noel M. (Unos meses fue agd. Después pasó a ser Supernumerario)
  48. Ernesto S. (Pasó a ser Supernumerario)
  49. Francisco Q. (Tuvo mucho poder en el Colegio Atoyac. Ahora trabaja en Cedros Norte)
  50. Luis Enrique M. (Vive en San Luis Potosí )
  51. Sergio M.Q. (Hno de Francisco Q. Trabaja en Cedros Sur)
  52. Rosalío R. (Se fue. Vivió en Chicago y estuvo en el centro de Midtown)
  53. Carlos L. (Se fue. Comunicólogo)
  54. Jorge M. (Ingeniero Químico del IPN. Se fue)
  55. Juan Daniel G. (Se fue. Trabaja como profesor en un Colegio particular)
  56. Raúl M (Dejó la Obra hace poco después de casi 25 años. Trabaja en una Universidad al Norte de la ciudad)
  57. Javier Saavedra Contreras (Se fue. Trabajo muchos años en las tardes en el Bachillerato de Copilco hasta su cierre por un Director genio. Falleció en 2009)
  58. Armando G. (Se fue. Trató de irse a estudiar al extranjero pero no lo dejaron. Afortunadamente al tercer intentó lo logró )
  59. Gabriel E.(Se fue. Vive en León, Guanajuato)
  60. Gustavo G. (Se fue. Su salida fue muy injusta. Trabaja en la zona del Bajio)
  61. Arturo Ch. (Trabaja en un colegio particular como Administrador)
  62. Ignacio C. (Se fue. Estuvo adscrito en centro de numerarios por algún tiempo. Trabaja por su cuenta)
  63. Héctor Z. (Filósofo. Trabaja en la UP y por su cuenta)
  64. Isidro P. (Pitó primero de numerario, después de hizo agregado. Dejó el OD después de casi 25 años )
  65. José Luis R. (Filósofo. Trabaja en la UP)
  66. Ernesto F. (Se fue. Pitó en CEFETI y se dedica a las Artes Gráficas)
  67. Aarón D.(Pedagogo. Trabaja en el Cedros)
  68. Juan Antonio G. (Se fue. Contador Público )
  69. Aarón C. (Se fue. No se sabe de él hasta la fecha)
  70. José Luis T.(Se fue. Ingeniero Mecánico)
  71. Eduardo C. (Se fue. Pitó en CEFETI y se dedica a las Artes Gráficas)
  72. Juan de Dios M.(Se fue. Pitó en la escuela Nocturna Copilco. Es Profesor Normalista)
  73. Jorge R. (Se fue. Trabaja en el Edo. de Morelos)
  74. Mario V.(Informático. Primer agd que se ordena como sacerdote en la Delegación de México)
  75. Félix M. (Se fue. Vive en el Estado de México)
  76. Othón G.(Se fue. Contador Público)
  77. Fernando H. (Se fue. Trabaja como mensajero)
  78. Rodrigo V. (Se fue. Abogado. Trabaja en Políticas Públicas)
  79. Dagoberto S.(Contador Privado)
  80. Jorge L.(Se fue. Es diseñador industrial)
  81. Marco A.T. (Se fue. Estuvo un año en Tajamar junto con Eduardo C.)
  82. José Luis G.(Se fue. Tiene familia en EUA)
  83. Raúl A.(Se fue. Un gran pianista. Parece ser que ingresó a la vida religiosa)
  84. Luis Francisco M.(Se fue. Abogado)
  85. Alejandro S.(Se fue. Trabaja en el Servicio Diplomático Exterior)
  86. José Manuel H. ( Se fue. Contador del IPN)
  87. Takeo F.(Estudió un Doctorado en Química en la Univ. de Navarra)
  88. Marco A.S.(Se fue. Arquitecto)
  89. Luis P.(Se fue. Trabaja en Sistemas)
  90. Francisco J.(Se fue. Trabaja en una compañía automotriz)
  91. Oscar H. (Se fue. Ingeniero Químico del IPN.)
  92. Ricardo M. (Arquitecto. Parece ser que se fue. Trabaja en un Supermercado)
  93. Jorge D.(Entrenador de Fútbol en Cedros) ( ce)
  94. José Luis D. (Pedagogo, hno. de Jorge D. Se fue)
  95. Diego H.(Pedagogo) (ce)
  96. Juan Carlos O. ( Psicólogo. Trabaja en Acuatla) (ce)
  97. Ah-Itzam G. ( Contador de la UP. Trabaja en Atoyac) (ce)
  98. Jasiel S. (Pedagogo, proveniente de el Peñón. Trabaja en Atoyac) (ce)
  99. Luis Gabriel M. (Psicólogo. Trabaja en Atoyac) (ce)
  100. Antonio S. (Trabaja en Cedros sur) (ce)
  101. José Francisco C. (Administrador de Empresas. Parece ser que se fue) (ce)
  102. Isaac G. (Matemático de la UNAM. Se fue)
  103. Fernando D.(Alumno de Atoyac. Parece ser que continúa) (ce)
  104. David M. (Entrenador de Fútbol. Se fue al mes siguiente que pitó)
  105. Jesús R. (Profesor en Acuatla. Ahora es Sn)
  106. J. Abraham P. (Exalumno de Acuautla. Es el farolillo rojo ) (ce)

(ce) ; Centro de estudios de Agregados.

Un breve recuento histórico

En mi último escrito hice una relación estadística de la situación de los agregados en la ciudad de México en los últimos decenios y cuál es el panorama hasta el día de hoy. Durante los últimos meses he tenido la oportunidad de conocer algunos agds de esta última generación y ver cuál es el panorama para ellos en los próximos años. Hay una percepción de que sí hay una crisis pero no pasa nada, que es normal y siempre ha sido así en la historia de las labores en el Opus Dei. Cuando les pregunto ¿qué les han contado acerca de la historia de los agds en México? Solamente les dan unos cuantos datos y nada más. Sin duda alguna hay mucha historia y protagonistas en la historia de esta labor. Son muchos datos que habría que reunir y que se conozca cuál es la verdadera historia que hay detrás con los agds. En estos momentos me vienen algunos puntos históricos...

  1. El grupo de agds que llegaron del norte y occidente del país a iniciar la labor en la ciudad de México. En aquel grupo llegaron Don Carlos A., Héctor L. y otros más que se desconocen sus nombres. Llegaron a vivir a casa de la mamá del P. Elmer H. García (ya fallecido)
  2. Aquel grupo de campesinos de Michoacán que se los llevaron a trabajar al Peñon en donde algunos pitaron como agds, entre ellos Chente G. Y Chávalo V. De igual manera los campesinos que ahí pitaron como agregados y que llegaron a ser un número considerable entre los años 60´s y 80´s.
  3. Los 3 agds que se fueron a Salto DiFondi en Italia: Se sabe que fueron provenientes del Peñon: Aquilino, Toño y ¿Quién fue el otro?
  4. Hubo un grupo de agds médicos de la UNAM en los años 60´s y principios de los 70´s.
  5. Aquellos que pitaron en la nocturna de Copilco y en el centro del mismo nombre durante los años 60´s y 70´s.
  6. Agds del Centro Universitario México durante los años 60´s, 70´s y 80´s: En ese grupo estaban Jorge O. S., Luis H. y Juan D. G.
  7. Los agds provenientes de los altos de Jalisco: Raúl Parga (ya fallecido), Candelario V, Santiago G., Raúl C.
  8. Los agds que pitaron entre los años 60´s y 80´s provenientes de Sinaloa. Uno de ellos era el Lic. Nacho Lomelín (Notario, ya fallecido) y otro fue el que pintó los dos cuadros de la Virgen de Guadalupe que estuvieron en el Centro (ya desaparecido) de Louisiana. Parece ser que éste último se salió de la obra a principios de los 80´s. Sin embrago todavía a principios de los noventas se comentaba que esos cuadros los había pintado un agd de Culiacán. No recuerdo su nombre pero viene su firma en los cuadros.
  9. Un grupo de agds que duraron muy poco en San Luis Potosí entre los años 80´s y 90´s. Lo mismo ocurrió con algunos aspirantes en el Centro de Lindavista.
  10. Estudiantes agds de la Universidad de Guadalajara en los tiempos del Ing. Arturo Alvarez (ya fallecido).
  11. El caso de los agds obreros. Solamente conocí a uno en Guadalajara. Jesús V., del cual ya no se supo de él a principios de los años 90´s.
  12. Agds de otros países y que estuvieron viviendo en nuestro país por un tiempo determinado: Manolo C., Miguel A.S.M., Leonardo V. Y otros vinieron a su curso anual provenientes de Chicago y Montreal y que tampoco se supo ya nada de ellos.
  13. Que por razones de trabajo estuvieron viniendo a la ciudad de México y que pasando los años ya no se supo de ellos: Luis E. (de Guadalajara) y Mariano C. (de Monterrey)
  14. El caso de aquellos que pitaron como agds y posteriormente pasaron a ser Supernumerarios (Mauricio R., Pedro P., Noel M., Ernesto S.)
  15. Agds pedagogos de la UP: Sergio A., Benito C. (qepd), Alfonso M., Isacc L., Isidro P.
  16. Se comentaba en los cursos anuales de un Agregado que era viudo. Nunca se supo quién era.

Espero que algún ex agregado o agregada activos me ayude a escribir estas historias.

Hay que aclarar nuevamente que estos datos pueden tener un sesgo de error ya que no se tienen datos de algunos que pitaron como agregados en centros de numerarios y que no se supo de su existencia, ya sea porque pasaron a ser numerarios al pedir la admisión o a los pocos meses dejaron la Obra.

De estos 26 agds que permanecen en el DF, tenemos las siguiente referencia en cuanto a la década en que pidieron la admisión:

Años 50´s: 1 - Edad promedio: 78

Años 60´s: 2 - Edad promedio: 70

Años 70´s: 6 - Edad promedio: 52

Años 80´s: 4 - Edad promedio: 42

Años 90`s: 4 - Edad promedio: 36

Años 2000-2010: 9 - Edad promedio: 25

Mi salida

En alguno de mis escritos anteriores había mencionado que tenía muchas dudas acerca de permanecer en el Opus Dei, sin embargo el miedo o el estado emocional que estaba pasando esos años al quedar huérfano de mis padres en plena juventud, me convencí que lo mejor era permanecer en la obra y más tarde ver si era el mejor camino el seguir en el Opus Dei. Además me aterraba dejar el trabajo que estaba desarrollando en el Colegio donde daba clases y quedarme sin sustento. Obviamente en esa etapa me estaba aferrando a lo que tenía en ese momento y no podía ver más allá de que tenía que enfrentarme al mundo de afuera, como toda personal común y corriente, y buscar oportunidades de desarrollo personal y profesional. Sin embargo esas fueron las circunstancias por las que pasaba y decidí quedarme y hacer la fidelidad...

Pasaron algunos años sin tocar el tema. Para mediados de los 90´s pasé a formar parte del grupo de los agregados mayores en Louisiana (por la calle donde se ubicaba dicho centro) aunque se le denominaba Nápoles (para diferenciarlo del grupo de jóvenes y por ser este el nombre de la colonia donde su ubicaba el centro). Fue un cambio radical ya que para ese entonces era nula la convivencia entre los jóvenes y los mayores: cada quién tenía su círculo, su curso de retiro mensual y solo llegábamos a coincidir en los retiros anuales o cursos anuales. No se sabía qué es lo que sucedía en cada centro; solamente no daban alguna noticia en el círculo si es que alguno estaba enfermo o había fallecido algún pariente cercano. Fue una etapa tajante en que cada centro tenía su vida propia y nada se sabía de las otras labores.

Hago un sincero homenaje a aquellos agregados mayores ya que varios de ellos han sufrido su pertenencia a la obra y, ya sea por la edad o por algún otro motivo, siguen atados a la cosa. Recuerdo que los días miércoles, que eran los círculos, algunos llegaban al centro, te daban el infaltable “pax”, se metían al oratorio a hacer normas o hacer su charla fraterna. No había oportunidad para platicar con ellos y hablar de algún tema cotidiano. En la tertulia se daba alguna noticia de alguna anécdota de apostolado con los jóvenes, se celebraba algún cumpleaños y al terminar cada quién a su casa. La verdad era un ambiente bastante patético ya que veía a los agds mayores sin ninguna motivación o interés por uno: era nomás verse las caras en el círculo y nada más. Yo en ese momento era el más joven en el grupo (el que seguía después de mí me llevaba 6 años de edad) por lo que los intereses de uno no compaginaban con los intereses de los mayores. Es aquí donde me cuestioné ¿esto es lo que me espera en algunos años cuando sea mayor? ¿una vida sin ilusiones y solamente asistir a tus medios de formación? ¿dejar la vida que solamente vaya pasando y que tus “hermanos mayores” ya cuidarán de ti cuando estés enfermo? Ya para esos años varios amigos míos habían concluido su carrera, estaban haciendo su vida profesional y familiar. Uno veía que los demás iban creciendo y forjando un camino en la vida ¿y uno qué?. Me dí cuenta que no tenía ninguna ilusión en la vida y que solamente era pasar los años haciendo “lo que Dios me pedía a través de los directores”. Es aquí cuando decidí que mi pertenencia a la cosa ya no era.

Un día domingo, en la hoja de la misa al final, venía una reflexión acerca de la entrega a Dios; en resumen decía que en varias ocasiones de la vida nos entregamos a Dios y a los demás cuando en realidad hay un vacío interior y que nos cuestiona si en verdad somos felices. Es aquí cuando decidí dar el paso.

No quisiera aburrir a los lectores de cómo fue mi proceso de salida. Creo que fue como la gran mayoría de los que decidimos dar el paso y enfrentarnos a varios paradigmas que fueron inculcándonos en estos años: la traición a la vocación, de que no iba a ser feliz, muchos problemas emocionales, que tal si uno resulta impotente y no se tiene familia, etc. A lo único que me enfrenté fue a una plática que tuve con el sacerdote del centro que me dijo en pocas palabras que no conocía a ningún ex miembro del Opus Dei que fuera feliz. Sencillamente le dije:”¿usted así piensa? Pues fíjese que yo no comparto su opinión”; me levanté y ya nunca lo volví a platicar con él.

De igual manera en una carta dirigida al director del centro le dije que sencillamente ya no quería platicar con él porque simplemente estaba haciendo las cosas más difíciles y la verdad ya estaba cansado de ese juego emocional que siempre te hacen cuando decides salirte de la cosa. Afortunadamente las últimas veces platiqué con el subdirector del centro, el cual la verdad facilitó mi salida y, hasta el día de hoy, tengo un trato cordial con él.

Ya ha pasado más de una década cuando salí de la obra y éste es el panorama actual de los agregados en la Ciudad de México:

Agds a fines de los años 90´s 32
De estos últimos los que han dejado la obra hasta el día de hoy 13
Los que han fallecido dentro 2
Los que han fallecido fuera 1
Los que han pitado en la década del 2000 al 2010 14
De éstos últimos los que han dejado la obra hasta el día de hoy o ya pidieron su dispensa 6
Total de Agregados en México DF 24

De estos 24 agds que permanecen en México DF, tenemos las siguiente referencia en cuanto a la década en que pidieron la admisión:

Años 50´s: 1 Edad promedio actual: 81

Años 60´s: 2 Edad promedio actual: 76

Años 70´s: 6 Edad promedio actual: 53

Años 80´s: 3 Edad promedio actual: 42

Años 90`s: 4 Edad promedio actual: 42

Años 00-10: 8 Edad promedio actual: 25

Israel Zepeda

Para cualquier comentario: israel.zepeda.mx@gmail.com




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