Los viajes de Mons. Escrivá y del Prelado del Opus Dei a México

Por Trinity, 20.07.2009


Al acabar su Carta de Julio el Prelado nos anunciaba que en este mes iría a Alemania, Puerto Rico y México. Y nos pedía: «Acompañadme en la oración que pienso hacer ante la Virgen de Guadalupe, bien unidos a mis intenciones, como hicimos todos con nuestro santo Fundador cuando viajó a México en 1970».

Como han transcurrido casi 40 años, la mayoría de l@s fieles de la Prelatura desconocerán lo que sucedía en aquellos momentos. Al acabar el Concilio Vaticano II, la Santa Sede pidió a las distintas instituciones de la Iglesia que revisaran sus constituciones para renovarse y ponerse al día. El Opus Dei, que se había mostrado renuente a realizar ese proceso de aggiornamento -aduciendo que aún estaba vivo su Fundador- y que había recibido varias negativas de Pablo VI a su pretensión de convertirse en una estructura jerárquica, empezó a ser investigado por una comisión vaticana: momento en que nuestro Fundador viajó a Guadalupe para conjurar lo que él entendía como una conspiración contra su Obra desde dentro de la misma Iglesia.

No puedo asegurar qué estará pasando exactamente en estos momentos, aunque una se imagina cosas, hilando con las noticias que nos llegan. Pero si ahora nos tocan arrebato para reeditar la unión de peticiones de 1970, no hace falta ser demasiado perspicaz para suponer que Mons. Echevarría se siente en estos momentos tan acosado por la Iglesia como Mons. Escrivá en 1970 y que, igual que éste entonces, nuestro Prelado entiende las investigaciones eclesiales que puedan estar dándose en estos momentos, no como una solicitud materna para reconducir a la comunión eclesial los dislates que existen en la Obra, sino como una conspiración maléfica que pretende acabar con nuestro carisma.



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