La crítica en el interior de la Obra

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Por Madreselva, 16.11.2007


Me gustaria en este escrito, contar un poco como percibí la crítica en el interior de la Obra, tanto cuando estaba dentro como cuando he estado fuera. Los lectores se darán cuenta entoces, de que la crítica en el interior de la organización a menudo es intensa, y con frecuencia estimulada y bien acogida. Sin embargo, en vista de los resultados, estéril. ¿Cual es el motivo?. Yo no lo puedo saber. Solo puedo imaginar razones, como que la estructura rígida y jerárquica de la institución, experimente "cortes" en el fluir de la comunicación de abajo a arriba, a distintos niveles, impidiendo que las críticas lleguen diáfanas a dónde se toman las decisiones importantes. Eso, en el mejor de los casos y presuponiendo la "buena voluntad" de las partes implicadas.

Y continúo con mi experiencia personal. Un año (de los dos que estuve en el centro de estudios) apareció un sacerdote que nos pidió que exprésáramos todo aquello que no nos parecía bien de la Obra. Posiblemente es una de las personas que más respeto del Opus Dei, y por entonces, tenía un cargo importante a nivel regional. Las del centro de estudios rondábamos los 20 años, y en esa ocasión, se nos trató como a personas completamente adultas (lo que no era frecuente). El sacerdote citado, no se limito a dar la consigna general de que sacáramos a relucir aquello que no nos gustaba. Sino que durante meses, nos avisó que le encontraríamos por la tarde en el confesionario, con el único objetivo de escuchar lo que tuviéramos que decir al respecto. Y bueno... la cola era larga y nutrida. Las ya no tan niñas de 20 años, teníamos mucho que decir y por fin habíamos encontrado el cauce perfecto. Años más tarde, yo misma me sorprendí leyendo unas directrices internas de la Obra, que parecía copiadas de uno de los escritos más vehementes que había escrito con mi experiencia. Al contrario de lo que había imaginado, parece ser que ese escrito fué tomado en serio. Luego, pienso que "unas pocas" críticas sí eran escuchadas.

Después de ser de la Obra, he tenido oportunidad de hablar con muchas personas que todavía lo son. En cuanto se caldeaba el ambiente, me resultaba inevitable sacar a relucir modos de funcionar en la Obra con los que me encuentro muy en descuerdo, en un intento de contribuir a su mejora (sobretodo lo hacía con mis familiares, pero no sólo. En el fondo, siempre he deseado que la Obra no sea reprobable). Y la actitud de recepción, en general ha sido muy positiva, de reconocimiento casi total de los errores y deseo de cambio (no me topé con actitudes cerriles e irracionales).

Entonces me pregunto... ¿por qué si incluso los miembros quieren que las cosas cambien, continúan haciéndose mal "erre que erre"?, ¿es que la Obra no tiene "capacidad" de mejora?, ¿tan anquilosada e ineficaz es su estructura para el cambio?.

Que no lo se, pero las injusticias continúan. Al igual que las faltas de caridad inadmisibles en una institución que se dice cristiana. Los errores se repiten y no de un modo excepcional, atribuibles a "la debilidad humana", sino consentidos por los directores y promovidos desde los medios de formación: institucionalizados.

Comprendo que cuando a sus miembros se les abren los ojos, se marchen sintiéndose vacíos y decepcionados tras años de intentar promover el cambio desde dentro. Pues hay muchas situaciones que son sencillamente inadmisibles, atentan contra la caridad y la justicia, y los hombres-mujeres que se sienten de Dios no están dispuesta@s darles juego por tiempo ilimitado.


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