La Diputación de Lleida culpa al Opus Dei de estar tras el acuerdo con el Obispado de Barbastro sobre el arte en litigio

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LLEIDA, 13 Jul. (EUROPA PRESS)


El presidente de la Diputación de Lleida, el republicano Jaume Gilabert, responsabiliza al Opus Dei del acuerdo entre los obispados de Barbastro-Monzón y de Lleida por el que el leridano se comprometió el 30 de junio a devolver en 30 días 88 piezas de arte sacro, un acuerdo que según él no compromete al consorcio del Museo Diocesano de Lleida, en el que se conservan las obras.

"Estamos hablando de una polémica que no es eclesiástica, que es política dentro de la Iglesia, es un tema del Opus. El Opus quiere que el Obispado de Barbastro crezca, quiere que tenga un buen museo. Es un tema político dentro de la Iglesia", afirmó Gilabert en declaraciones a Europa Press.

Según el presidente, "hace 20 años el Obispado de Barbastro era muy pequeño que tenía que desaparecer porque no tenía contenido. Por la presión y la influencia de Torreciudad la Iglesia decidió coger las iglesias de la diócesis de Lleida que pertenecían a la provincia de Huesca y darlas a Barbastro para que el Obispado tuviera un contenido. Gilabert se refería así a Barbastro por ser el lugar de nacimiento del fundador del Opus Dei, san Josemaría Escrivá de Balaguer, "a 15 kilómetros tiene Torreciudad, el embrión del Opus"...

El presidente de la Diputación dijo que cuando se acordó la segregación "aquí todo el mundo se calló, el obispo de aquí por obediencia eclesiástica baja la cabeza y políticamente la Generalitat de Catalunya y las instituciones no dijeron nada". Insistió en que la segregación de las iglesias de la diócesis de Lleida que pertenecían a la provincia de Huesca ha sido un caso único en España y puso como ejemplo al Obispado de Tortosa, del que es obispo el administrador apostólico de Lleida, Xavier Salinas que tiene parroquias en Teruel y en Tarragona. "Allí no pasa nada y en Barbastro sí y eso es porque a 15 kilómetros tiene Torreciudad, el embrión del Opus".

Según Gilabert, como la Iglesia es una institución muy jerárquica, muy rígida es entendible el acuerdo entre los obispados.

"Es lógico que el obispo de Lleida le sientan en una mesa con el obispo de Barbastro y le dicen firme un documento, la obediencia eclesiástica hace que lo firme. A partir de aquí, este documento, en el Consorcio del Museo de Lleida no nos sentimos en absoluto obligados a los acuerdos que hagan entre obispados. Desde el Segrià, el Ayuntamiento de Lleida y la Conselleria de Cultura de la Generalitat", dijo.

El presidente de la Diputación afirmó que el Obispado no ha comunicado al consorcio el acuerdo y tampoco los argumentos del Tribunal de la Rota por los que no ha admitido a trámite el recurso en el que el Obispado de Lleida pedía que tuviera en cuenta la documentación sobre la propiedad de las obras.

Sobre la entrega de las obras, Gilabert está convencido de que no ocurrirá. "No pasará nada. Estas piezas están en un museo expuestas al público, como en todos los museos del mundo, están protegidas por una ley que las protege, forman parte de una colección museística".

"Aunque alguien se volviera lelo y dijera las hemos de devolver, las hemos de dar, porque sería dar no devolver, no lo podría hacer. No lo podría hacer ni el conseller, porque sería saltarse una ley aprobada por el Parlament de Catalunya", dijo Gilabert que insistió en que para que salieran las piezas tendría que cambiar la ley. "Y si cambia la ley podrán salir las del Museo de Lleida, las del Museo de Vic, las del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona y las de muchos museos", concluyó.

El conflicto entre los dos obispados surgió en 1995 con la segregación de 111 parroquias de La Franja (Huesca) de la diócesis de Lleida y que se añadieron a la de Barbastro, que pasó a denominarse Barbastro-Monzón y comenzó a reclamar las obras al Obispado de Lleida. Todas las resoluciones de la Iglesia --la primera, en 1998-- han sido favorables a Aragón. El momento más complicado llegó en 2005, cuando la Congregación para los Obispos ordenó la devolución de las obras. El entonces obispo de Lleida, Francesc Xavier Ciuraneta, presentó un recurso de súplica en la Signatura Apostólica y a la vez pidió permiso a la Generalitat para devolver las obras. Obtuvo negativas en ambos casos.

Un año después, el Parlament aprobó una moción que proclamaba la unidad de la colección. También en 2006, Ciuraneta presentó el recurso en el Tribunal de la Rota Romana que ahora no ha admitido a trámite.

El 30 de junio, el administrador apostólico de Lleida, Xavier Salinas, y el obispo de Barbastro-Monzón, Alfonso Milián, firmaron el polémico acuerdo que en la práctica se remite al acuerdo de la Congregación para los Obispos de 2005 y establece el mismo plazo de entrega que entonces, 30 días que ahora el Obispado de Lleida ya ha dicho que no cumpliará. El Obispado no tiene intención de pedir permiso, al menos hasta septiembre, a la Conselleria de Cultura para disponer de las obras, trámite necesario porque están en el Museo de Lleida, entidad gestionada por un consorcio que preside el conseller de Cultura, Joan Manuel Tresserras.

La Plataforma Cívica por la Unidad del Museo Diocesano ha convocado una manifestación para el próximo miércoles día 23 en Lleida para reclamar que las obras se queden en Lleida.