Anonimato e impunidad

From Opus-Info
Revision as of 11:41, 3 April 2023 by Bruno (talk | contribs) (Created page with "Por Noob, 20/03/2023 Cuando me fui, como otros muchos y muchas, fui instantáneamente convertido en anónimo. No se decía, no se explicaba, no se hablaba del asunto. Como muchos, yo me fui calladamente, aunque por ser parte de una obra corporativa la gente allí de uno u otro modo se tuvo que enterar. Yo estaba viviendo en el exterior, lo cual habrá hecho más fácil ocultar mi desaparición... Las obras corporativas y las labores personales también tienen una par...")
(diff) ← Older revision | Latest revision (diff) | Newer revision → (diff)
Jump to navigation Jump to search

Por Noob, 20/03/2023


Cuando me fui, como otros muchos y muchas, fui instantáneamente convertido en anónimo. No se decía, no se explicaba, no se hablaba del asunto. Como muchos, yo me fui calladamente, aunque por ser parte de una obra corporativa la gente allí de uno u otro modo se tuvo que enterar. Yo estaba viviendo en el exterior, lo cual habrá hecho más fácil ocultar mi desaparición...

Las obras corporativas y las labores personales también tienen una parte anónima, que se encarga de asignar puestos de gobierno, juntas directivas de corporaciones de fomento, y otros aspectos claves de control de tales empresas. Ese ente anónimo es la Comisión regional, la delegación, la asesoría, o incluso el Consejo general o la Asesoría central. Me consta de primera mano. Los estatutos prevén mecanismos por los cuales personas de absoluta confianza en la obra, numerarios o numerarias, y algunos supernumerari@s de probada fidelidad, sean los que controlen. Esto no es extraño pues en muchísimas empresas o iniciativas de todo tipo se crean mecanismos semejantes para que la gestión siga in manos de quienes tienen interés. Igualmente pasa con los asuntos económicos, aunque allí la poca transparencia se convierte en opacidad laberíntica.

Este tipo de sistema permite a los directores de la obra controlar anónimamente esas entidades, y decir que no son de la obra. Eso es especialmente útil cuando aparecen 43 señoras a decir que por favor les paguen los salarios y seguridad social que esas empresas hábilmente les escamotearon por muchísimos años. Es muy útil cuando se van destapando modos de captar, movilizar internacionalmente, adoctrinar, y hacer trabajar de 6:30 am a 23:00 a esas personas cuando eran menores de edad. Y la obra hace pocos días ha publicado una ‘defensa’ diciendo que el hecho de que hasta la fecha no se hayan presentado denuncias civiles o penales es prueba de que ellas mienten. Por favor! Bájense de esa nube, Dr. Ócariz y demás director@s. La verdad de a puño de esos abusos está cada día más clara, no sólo en el cono sur de Suramérica sino en todos los países donde la obra ha reclutado, manipulado, y evadido la responsabilidad por sus acciones institucionales contra muchísimas ex numerarias auxiliares (ex nax).

En la obra hay muchas personas, especialmente entre sacerdotes y la sección de mujeres, a quienes todo ese abuso les consta, pues lo ejercieron, lo vieron, o lo mandaron. Y de todo ello conservan documentación, que han usado por ejemplo para publicar en Romana la ‘historia’ de los comienzos de esa labor en Argentina.

El secretismo, dizque natural, es parte importante del anonimato. No sale una ex directora regional a decir explícitamente; “ Yo fui encargada de nax en Argentina de tal a tal fecha, y conocí a fulanita y menganita, y les pido perdón porque les hicimos esto y lo otro”. Ni pío. Oiga usted, ¿dónde tiene su conciencia? “Pues en el bien de la obra!”, supongo que me contestará. ¿Y Dios? “Dios se lo dijo a san Josemaría como tenía que ser todo.” Yo no sé si el fundador recibió un carisma o no, pero luego lo que hizo con eso, fue lo que a él le fue pareciendo, con todas sus limitaciones humanas naturales, de su tiempo, de su carácter, de su historia. Y eso se convirtió en dogma hasta el modo de encender las velas o no ponerse pantalones. Y los documentos fundacionales fueron secretamente guardados, con demanda de por medio a OpusLibros, para seguir preservando el anonimato. Así siendo, pues claro que las exdirectoras se pueden esconder, como los directores y el Prelado, detrás de esa etérea obscuridad que les brinda la institución que no tiene nada pero que lo tiene todo.

Francamente, me indigna mucho. Si se tratara de una corporación empresarial con agresivo ánimo de lucro, sería todo eso pan de cada día de Wall Street. Pero una institución de la Iglesia Católica, que además se precia de ser la salvadora de la doctrina cierta y demás, me parece tan miserable. Tal vez será que efectivamente se trata de una de esas corporaciones con agresivo ánimo de lucro. Ciertamente con agresivo ánimo de impunidad. “Pero es que lo hicimos siguiendo a Dios” y “el que obedece nunca se equivoca”. Pues si se equivocaron, y se siguen equivocando en su miedo a afrontar la verdad. Algunos de ustedes son personas que conozco personalmente, no me son anónimos. Igualmente, varias de las 43 ex nax han tenido la extraordinaria bondad de compartir sus historias, sus sentimientos, etc., conmigo. Quiero que se termine este anonimato absurdo. Pongan la cara, Dr. Ocáriz y demás involucrados en este asunto.

¿Les tiemblan las piernas de pensar que la obra cometió injusticias laborales, de trata de menores, de irresponsabilidad mayor contra personas vulnerables? Pues sí, deben temblarles, como terremoto. Pero ante el derrumbamiento de las labores, a pesar de seguir aún con mucha fuerza económica, ¿Qué quedará de la obra? Qué absurdo seguir tratando de mantener esas apariencias aristocráticas salvacionales cuando los fondos morales están vaciándose como una represa colapsada. Pónganse de rodillas al menos una vez, y pidan perdón, no por haberse distraído en la oración, sino por haber llevado a cabo semejantes atropellos. Entonces tal vez puedan encontrar esa paz de Cristo.

Les escribo desde mi corazón, y en verdad sería algo épico verlos actuar de frente y con rectitud. Pero no se estila en la obra. Lo escribo sobre todo para tratar de dar voz a quienes no la tienen, porque han sido sumergidos y sumergidas en el anonimato por el peso inmenso de la impune prelatura. La obra, ya sea a través del acoso o del abandono, tiene a su disposición muchísimas personas con gran habilidad de ridiculizar, de sembrar miedo y vergüenza, de despreciar a los que no siguen los altos silbidos del pastor (que no es el bueno, en este caso). Amanecerá y veremos.

Quiero expresar mi agradecimiento al 90% de las nax aún dentro de la obra que no firmaron la carta esa que se hizo pública hace un tiempo, tildando a las ex nax de mentirosas. Su apoyo a esas hermanas y a ustedes mismas no ha pasado desapercibido.



Original