Intentar ayudar y no juzgar a los que siguen en el Opus Dei

Por Voliyo, 10 de octubre de 2005


Han pasado ya algunos meses desde que me fui del Opus Dei. Además de poner al día mi vida, llevo un tiempo con una pregunta en mi cabeza ¿qué paso con…? Relacionada con personas que conocí en los muchos años de numeraria y que dejaron la obra antes que yo.

He reencontrado a algunas de esas personas y confirmado en esas largas y libres conversaciones con ellas lo que suponía: la información que estando dentro me daban, nos daban y siguen dando a los que están allí aún, era muy parcial, una realidad modificada e incluso se podría decir que directamente mentira.

He oído decir tantas locuras, insinuar tantas burradas que no me casaban en absoluto con las personas de las que hablábamos que me podía la curiosidad por saber la verdad y esa verdad es absolutamente distinta de lo que se me contó.

He visto de primera mano que no es verdad que el Opus Dei ayude a los que se van. Hay muchas personas que se han ido recientemente con 40 años o más sin un solo día trabajado de cara a su nueva vida. No es cierto que ahora se cotice a la seguridad social por todas las administradoras. Hay algunas de ellas que ni siquiera se han planteado una denuncia en los juzgados porque dicen que han estado en administraciones ordinarias- las pequeñas- y que entonces no tienen derecho. Así se lo han hecho creer las directoras. Incluso las que han pedido la dispensa este año, en algún caso, me han dicho que al concederles la dispensa les pedían firmar que el Opus Dei no les debía nada. En algunos casos, depende de las delegaciones, les ofrecían una pequeña cantidad de dinero a cambio. Algo parecido pasa con las personas que han tenido muchos años de cargos de gobierno con exclusividad.

Recuerdo haber leído escrito por el Fundador, algo relativo a que por caridad a los que dejan el Opus Dei, se tiene que ayudarles a tener un trabajo. Me parece que eso debería ser lo mínimo pero no están obedeciendo a san Josemaría. El Opus Dei actual, tiene muchas posibilidades no solo de buscar trabajo sino de dar trabajo en cualquiera de ls empresas, ONG, fundaciones… que controla.

A mi me parece que lo que no interesa es hacer eso por su discurso de cara a los que permanecen, muchos de los cuales si supieran que no van a perder su trabajo actual en obra corporativa o que pueden empezar de nuevo con la seguridad de tener un trabajo también se irían.

¿No es una canallada actuar así, poner por delante de la justicia y de la caridad en palabras de su Fundador, el tener personas en la organización por miedo? ¿Es lícito escarmentar en cabeza ajena, jugar con la vida de los que se han ido en esas condiciones para que aprendan los que están allí?

Es con esto con lo que me parece muy bien que algunos escriban aquí contando su historia, sus anécdotas de la vida en el OD aunque es muy difícil abrir el alma de esa forma y dejar a la vista de todos las heridas de guerra que nos ha causado esa estancia.

Creo que viene bien que las personas que siguen allí vean que no es verdad lo que se cuenta de los que se van y que al final todos nos hemos ido por algo muy parecido: la incongruencia que era nuestra vida.

El problema a mi juicio es que no todos los numerarios, los agregados y sobretodo los supernumerarios tienen más libertad en este asunto, tienen acceso a internet para poder leer todo esto. Por eso creo que sería bueno mantener contacto con las personas que consideramos amigas que son del Opus Dei. Es la forma de poder informarles, contestar a sus preguntas…

No siempre es fácil hacerlo. Sé que en mi antigua delegación se está avisando a las numerarias que me conocen, aunque solo sea de un rato, y que se están planteando irse, que se alejen de mí y de otras que nos hemos ido recientemente y que en su opinión estamos “en mal plan”. De momento no se llegan a decir ninguna animalada de los motivos por los que nos fuimos, simplemente dan a entender que ha sido un ataque de soberbia o de locura.

La realidad es que entre la gente que lleva muchos años en la Obra, los que hemos estado llevando temas importantes de gobierno interno muchos ven la necesidad de cambiar cosas pequeñas y muy grandes. Esas personas nos hemos sentido siempre libres para decirlo y hablarlo entre nosotros, se ha prestado atención a lo que decíamos pero pasados los años vemos que nada ha cambiado. Eso ha hecho que de acuerdo a nuestra propia forma de enfocar nuestra propia vida ha sido imposible continuar más. Muchos más están en esa misma situación a día de hoy y creo que no es bueno juzgarles por continuar allí. Algunos se están partiendo la cara dentro por intentar cambiar la situación y me alegraría que así fuera. Puede llegar un momento que no puedan más y darán el paso que nosotros ya hemos dado. Espero ayudar a que su transito a la vida exterior sea más suave que el de algunas de las personas que les han precedido y yo me he encontrado recientemente.


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