El acoso moral de los directores no tiene justificación jamás

From Opus-Info
Jump to navigation Jump to search
The printable version is no longer supported and may have rendering errors. Please update your browser bookmarks and please use the default browser print function instead.

Por JoseAntonio, 25.01.2006


Efectivamente, el Acoso Moral al que hemos sido sometidos casi todos, no tiene nunca ninguna posible justificación.

Digo "casi todos" porque alguno habrá que por su influencia social, económica, o por su muy fuerte personalidad, no se habrán atrevido a practicarle el dichoso Acoso Moral.

Afirmo que no tiene justificación posible, dado que el objeto de los Acosos, las Manipulaciones, el "atar en corto", el "hacer marcar el paso" o como se le quiera llamar: La Gaudium et Spes lo llama: "los conatos sistemáticos para dominar la mente ajena", Juan Pablo II lo reescribe como: "los intentos de coacción sicológica" en varios de los documentos papales, no tienen justificación posible porque su objeto propio es el dominio de la mente ajena. Es un objeto malo y por lo tanto no ordenable a Dios mediante la rectitud de intención. Es decir, es malo en si mismo.

Muchos directores, numerarios y sacerdotes de la prelatura creen y afirman que, mediante su rectitud de intención, este tema queda ordenado a Dios gracias a la propia rectitud.

A estas personas lo que les sucede es que no saben pensar. Tiene un problema previo, de tipo formativo, relacionado con la lógica formal.

La rectitud de intención, mis queridos amigos directores de la Obra, es condición necesaria, efectivamente, para ordenar los actos humanos "buenos" a Dios. Pero no es condición suficiente para que los actos, los que sean, se conviertan en ordenables a Dios. Leeros con detenimiento la Veritatis Splendor y, si tenéis un mínimo de actitud entendedora, veréis como queda clarísimamente expresado en esta estupenda encíclica.

La rectitud de intención no convierte en bueno ningún acto. No lo puede lograr porque el acto, el Acoso Moral, ya no es ordenable a Dios de por sí. Falla su objeto más inmediato, que es "dominar la mente ajena", como expresa el Concilio Vaticano II en la Gaudium et Spes ya citada.

Creo que valdría la pena que, por vuestra propia limpieza mental, por ejercer la virtud de pensar bien, desterráseis estos procedimientos que en nada os ayudan a ser Santos, sino todo lo contrario. Veritatis Splendor dice claramente que los que realizan estos actos no ordenables, al menos no expresan su buena intención. Y lo que os está pasando con tantos que dejan la Obra por este motivo, la coacción, es debido, precisamente, a que no quedáis "demasiado" bien. A que no "expresáis", precisamente, vuestra buena intención.

Cuanto más os esforcéis en defender, como sea, a la Madre Guapa, lo que estáis haciendo es hundiros más en la miseria, pues todo está causado por estas acciones vuestras no ordenables. La única manera de que el Cuerpo de Cristo no sufra más desgarrones, es que rectifiquéis esta forma de actuar vuestra. El problema es intrínseco vuestro. Dejad, pues de denunciar y de acallar a vuestros antiguos compañeros de filas, pues el problema no es de los que se han marchado. Los que se han marchado son las víctimas. Vosotros sois los agentes de los actos perturbadores.



Original