Después de ver la película CAMINO

Por Alberto Moncada, 17.10.2008


Después de ver la película “Camino”, he caído en la cuenta de que puede haber escenarios aún más siniestros que las casas de los numerarios. Hasta ahora pensaba que en el opus no se había inventado nada peor que el ambiente cerrado, artificial y, en el fondo, inhumano de la llamada “vida de familia” pero la película presenta una casa de supernumerarios a la que no le falta ninguno de los peores componentes del invento...

La idea inicial de Escrivá, prueba de su ignorancia y también de su megalomanía, fue diseñar un status para los numerarios de cumplimiento imposible, una mezcla de observancia religiosa intensa, con los tres votos y la vida en común disciplinada hasta el menor detalle, y un trabajo profesional supuestamente libre. Ello terminaría por ser una fuente de desquiciamiento personal conducente a la huída o a la enfermedad mental y aunque ahora la mayoría trabaja dentro del opus las reglas y el ambiente de los centros de numerarios son intrínsecamente esquizofrénicos.

Sin embargo una casa de familia donde el opus influye tanto como la que se ejemplifica en la película, puede ser casi peor sobre todo cuando el fanatismo de la madre supernumeraria y la hija numeraria, con sus curas del opus alrededor, ejerce tal presión sobre la niña. El drama resultante, como dice el crítico de cine Carlos Boyero, es muy desagradable de presenciar y da más argumentos a los que pretenden someter al opus a una investigación policíaca como está empezando a pasar en algunos países europeos. De hecho esta investigación se centra, sobre todo, en la complicidad entre familias de supernumerarios y gestores del opus, sobre todo en los colegios propios, para cometer delitos de pederastia espiritual, comiéndoles el coco a los niños desde muy pequeños.

Hay que ver como han cambiado las cosas!. Cuando yo entré, 1950, solo se podía ser numerario si eras universitario y estaba mal visto que a las casa vinieran niños, ni de visita. Por otra parte, Escrivá presumía que “nunca tendremos centros de enseñanza”. Cincuenta años después, los numerarios se reclutan entre niños y la enseñanza es la actividad principal del tinglado

En la película se observa también ese lenguaje “ficción”: "visión sobrenatural" con el que se habla entre los socios del opus y que tiene muy poco que ver con la manera como nos expresamos las personas corrientes. La jerga propia constituye uno de los signos más advertibles del sectarismo.

Sin embargo, al opus le esperan tragos más amargos en otro terreno. Los directivos del opus se han acostumbrado a considerar dinero negro todo lo que ingresa, a no dar recibos, a incumplir las leyes fiscales, a engañar porque “el fin justifica los medios” y me parece que lo van a terminar pagando en algunos países. Ya lo han empezado a pagar en esa mala fama de la que justamente disfrutan.

Contestando a Novedades: Me faltan datos sobre la pérdida de influencia del opus con este Papa pero hay indicios y rumores de que es así, especialmente en relación al concepto de prelatura personal donde tienen claras discrepancias. Y, desde luego, no conozco a nadie del opus que milite en partidos de izquierda, ni en sindicatos de clase. Es incompatible con su doctrina y de hecho se lo reprocharían, como hicieron con una numeraria que confesó haber votado socialista.



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