Compañeros del Opus Dei: yo no soy su enemigo

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Por José Ricardo Alvarez Puerto, 14 de abril de 2008


Buenos Dias,

Soy un ex-numerario colombiano que por las casualidades de la vida me encontré después de diez años con un compañero de la Obra que sigue militando como numerario, quien me contó de la existencia de ustedes y de su pagina web. Es irónico que esta pagina sea mas conocida por miembros activos que por ex-miembros.

Me animé a escribir porque llevo diez años de silencio y porque se que hay mucha personas de la Obra que necesitan saber que tienen amigos de verdad que son felices fuera de la institución. Me gustaría algún día saber de grandes amigos que cultive en mis épocas de numerario y que nunca mas supe de ellos: compañeros numerarios, sacerdotes, agregados y supernumerarios de la ciudad de Cartagena, Barranquilla, Bogota, Medellín entre otras ciudades de Colombia que si leen esta pagina web podamos reactivar una amistad que se truncó por la persecución a la cual somos sometidos los que decidimos libremente dar un paso al costado...

La libertad es el regalo mas grande que Dios nos brindo y nadie puede juzgar su uso por parte de cada ser humano. Nací en hogar de supernumerarios, un hogar limpio y sano, una madre y un padre ejemplares que viven actualmente las enseñanzas de Cristo como unos verdaderos santos. No se ufanan de ser del Opus Dei, son ejemplo de vida cristiana, ejemplo que sigue presente en mi alma. Decidí ser numerario a los quince años de forma libre, convencido de que el servicio a Dios era mi camino y que mis padres me habían mostrado el camino correcto.

Hoy después de 15 años de haber tomado esta decisión puedo decir que mientras fui numerario que vivía con sus padres, no tuve dudas de mi vocación. Cuando me gradué del colegio y decidí irme a la capital a estudiar a la universidad lejos de mi familia y viviendo en un centro cultural, inicio el comienzo del fin de mi vocación. Viví tres años muy difíciles, tres años de miedos, tristezas, aburrimiento y lo mas terrible, aversión total al Opus Dei. Las instituciones de la Iglesia pueden provenir de Dios por medio de un santo pero se sostienen por seres humanos, que tristemente distan de los principios y objetivos sobrenaturales.

Siendo un adolescente vivía como un anciano. Las palabras: NO SE PUEDE, NO SE DEBE HACER, HAY QUE HACER LO QUE DIGA EL DIRECTOR, se volvieron una tortura para mi. A quien se le ocurre que interactuar con mujeres en la universidad esta incitando al pecado? A que persona racional se le puede ocurrir prohibir a los numerarios ver TV, escuchar música, salir a una reunión social con amigos, a estudiar en grupo, ir aun cine, ir a visitar su propia familia, sin permiso del DIRECTOR? Porque durante la etapa previa a ser numerario no decían estas cosas?

Empecé a descubrir las grandes mentiras, se les olvido a los directores y numerarios que Jesús dijo: LA VERDAD OS HARA LIBRES. Por qué hay que invitar a personas que ni conocemos o que apenas estamos cultivando una amistad a meditaciones y convivencias con mentiras? Por qué hay que medir como borregos cuantas personas hemos acercado al Opus bajo la palabra apostolado? Los apóstoles fueron seguidores de nuestro señor Jesucristo y el nunca les dijo: Pedro cuantas personas trajiste al Sermón de la Montaña, Andrés por qué trajiste a un solo amigo al Templo. Jesús nos enseño: QUE TU MANO DERECHA NO SEPA LO QUE HIZO TU MANO IZQUIERDA. El ejemplo de vida es lo que atrae a las personas a seguir los designios de Dios no las campañas propagandísticas y falaces.

Tampoco entendí ni comprendí por qué sólo se buscaba acercar a los medios de formación a gente de elites y profesionales. La salvación es para todo ser humano no solo para el que tiene dinero. El Opus Dei se inició con los pobres, el Santo Escrivá se dedicaba a catequizar en Vallecas, barrio pobre de Madrid antes de la guerra civil. No entiendo por qué desviarse de una labor. Durante tres años acudí a los DIRECTORES, SACERDOTES y VICARIOS, para exponerles en la crisis vocacional en que me encontraba. En lugar de mejorar, mi situación se agravaba y la vigilancia se aumentaba por parte de los miembros; yo estudiaba en una universidad del Opus y era como sentirme en una cárcel.

Decidí escaparme del centro donde vivía cual película de James Bond, donde llegue a extremos de camuflar mis pertenencias en cajas de libros para simular un trasteo de salas de estudio. Encontré la felicidad después de varios años pero en la universidad fui perseguido, excluido y señalado; mis padres fueron el foco de criticas de esta gente y ellos con heroísmo y santidad lo superaron y siguen siendo supernumerarios. Verdaderamente los admiro y son ejemplo de vida. Demostré cuando me gradué como ABOGADO de esa institución que la justicia debe prevalecer siempre.

Hoy estoy felizmente casado, soy jefe de legal de una entidad publica y NUNCA ME ARREPENTIRE DE LA DECISION QUE TOME. Invito a los indecisos a que si se salen de la Obra tengan por seguro que no ofenden a Dios por tomar una decisión libre y consciente, nuestros Dios es AMOR no es vengador. Respeto a los actuales miembros del Opus, no los critico pero no comparto sus ideas. Agradezco la existencia de estas paginas web, estamos en un mundo libre y cada persona puede expresar sus vivencias personales con respeto; admiro a los fundadores de esta pagina web, comparto sus ideales de verdad y justicia.

Tenemos que acabar con la xenofobia religiosa, el no compartir las ideas de un culto u organización religiosa no implica que seamos sus enemigos. Compañeros del Opus Dei de Colombia, entiendan que no soy su enemigo, si viví momentos difíciles y duros dentro de la organización no implica que deje de ser su amigo. Personalmente me gustaría saber de ustedes porque no solo fueron cosas negativas las que viví, también existieron momentos de felicidad, de alegría, de hermandad y aprendizaje. No olviden que por pensar distinto o tomar una decisión de este calibre no estamos dándole la espalda a Dios.

La vida es corta y no debemos negarnos a ser felices, recuerden que la felicidad está en nuestro interior, si tu no eres feliz jamás harás feliz a los demás. Proyecten lo que son en verdad, no hagan cosas por obediencia porque eso conlleva a una doble vida donde la institución se ve afectada y ustedes se auto-destruyen. Hagan lo que les apasiona, no lo que les obligan hacer, amen a sus familias nunca se alejen de ellos porque este es el peor error que pueden cometer. Sigan los designios de Dios no los mandatos humanos, la espiritualidad se refleja en lo interno no en lo externo o material.

Piensen que Dios esta presente en el desposeído, en el pordiosero, en el encarcelado, en el que sufre, en el enfermo, en el PROJIMO. Dios no necesita de oro, plata o bronce para ser alabado; no necesita de lujos injustificados ni de grandes palacios (Centros Culturales, Residencias u Oratorios) para realizar su obra. Recuerden lo que El nos enseñó: CUANDO UNO O MAS SE REUNEN EN MI NOMBRE AHI ESTARE.

Cuando los miembros de la Obra entiendan que deben seguir a Dios y no a los hombres, todo cambiará. Finalmente dejo una reflexión consignada en le Etica a Nicomaco, libro del gran filósofo ARISTOTELES:"LAS IDEAS DE LOS HOMBRES SON PERFECTAS, LOS HOMBRES NO LO SON".

NO ME MIEDO DAR MI NOMBRE NI CORREO, ME ENCANTARIA QUE ME ESCRIBIERAN, FELIZ DIA,

JOSE RICARDO ALVAREZ PUERTO, joseralvarezp@yahoo.com



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