Category:Jacinto Choza

From Opus-Info
Jump to navigation Jump to search

Jacinto Choza, de 60 años, fue numerario del Opus Dei -los miembros célibes que viven en centros- entre 1962 y 1996. Fue director de estudios de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra. Actualmente ocupa la cátedra de Filosofía en la Universidad de Sevilla. Está separado y tiene una hija.

Jacinto Choza


¿Por qué me fui?

Me fui porque encontré incompatibilidad entre la pertenencia a la iglesia católica y la pertenencia al Opus Dei. Fue un proceso largo.

La incompatibilidad a que me refiero la fui percibiendo en muchos detalles concretos.

La concepción de la iglesia que se vivía en el Opus Dei correspondía a la de San Pio X, y es muy estricta. La visión de la Iglesia de Juan Pablo II y del Vaticano II es mucho más amplia.

Entre el Opus Dei y la iglesia percibí la misma incompatibilidad que entre [el ultraconservador] monseñor Lefevre y el Concilio Vaticano II [para la renovación de la iglesia].

Podía negarme a secundar la normativa que continuamente se generaba y se intentaba aplicar en el Opus Dei. Pero eso producía conflictos entre los directores y yo.

Para los socios numerarios, que era mi caso, la entrega era total, equivalente a los votos de pobreza, castidad y obediencia, vividos con mucha radicalidad.

Hubo muchos hechos que precipitaron mi salida. La difamación de algunos de mis amigos (...), el contraste entre la vida ordinaria y la vida dentro del Opus Dei, que resultaba cada vez más artificiosa a medida que se promulgaban nuevas normas de tipo ascético o disciplinar.

[La salida fue] muy normal. Escribí la carta de dimisión, la entregué al director del Colegio Mayor en el que vivía, y, pasados unos días, cuando acabó el curso, me fui.

No me sentí perseguido ni acosado. No tuve miedo a nadie del Opus Dei.

Me sentí solo. Tuve que reconstruir solamente mi vida familiar. La vida profesional no se alteró en lo más mínimo.

Tras mi experiencia sigo creyendo en dios. Nunca he dejado de hacerlo y procuro ayudar a los que lo desean a mantener y avivar su fe.

Fuente